El tribunal de Cristo – Cuál es el significado, quiénes comparecerán, dónde y cuándo

El Tribunal de Cristo es un tema muy importante que aparece en el libro a los Corintios, donde el apóstol Pablo señala al tribunal de Cristo, que se traducen directamente del griego bema Jristós (βῆμα Χριστός), donde específicamente el término “bema” que describe un salón en el cual son juzgadas las obras de una persona para recompensarla de acuerdo a lo que haya hecho aquí en esta tierra.

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Por esta razón el apóstol Pablo hacía énfasis en que debemos procurar ausentes o presentes, serle agradables, ya que es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno obtenga de acuerdo a lo que haya hecho mientras estuvieron aquí en este mundo:

“Por tanto, procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables, porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:9-10)

En este sentido, el término empleado por el apóstol Pablo denota faneróo (φανερόω), que significa “hacerse visible” o “dar a conocer”, lo cual nos da a entender que durante este tribunal serán llevados a la luz todo lo que se haya hecho en esta vida.

Esta verdad debería cambiar radicalmente nuestra manera de vivir en este mundo, ya que nuestras acciones serán supervisadas por Nuestro Señor en el Tribunal de Cristo, tal como lo señala la palabra: “... Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo..... De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” (Romanos 14:10-12).

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El tribunal de Cristo – Cuál es el significado

Es importante resaltar que no debemos confundir este Tribunal con el Juicio del Gran Trono Blanco. En ambos juicios Cristo será el juez, pero en el primero serán los creyentes que serán evaluados sin ninguna posibilidad de perder la vida eterna, mientras que en el segundo, los impíos serán juzgados de acuerdo a sus obras y echados al lago de fuego por toda la eternidad. Tal como lo revela la palabra:

“Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar fue hallado para ellos. Vi también  a  los   muertos,   grandes    y pequeños, que estaban de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos. Y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados a base de las cosas escritas en los libros, de acuerdo a sus obras... Y el que no fue hallado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:11-12,15)

Tal como se mencionó anteriormente la palabra “Tribunal” significa “béma” que encierra diferentes connotaciones como “un paso” o “un pie”. En la antigua cultura grecorromana, el vocablo “béma” hacía referencia, en la mayoría de los casos, a una plataforma provista de escalones, desde donde se anunciaban las sentencias.

Cuando se encontraban a una altura estimada del suelo, las personas reunidas a su alrededor podían presenciar y escuchar las decisiones y opiniones.

 En el Nuevo Testamento, el término “béma” se presenta en diferentes contextos:

• Es utilizada para nombrar el tribunal de Pilato: “Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal en el lugar llamado el Enlosado, y en hebreo Gabata” (Juan 19:13).
• Es utilizada para el tribunal de Herodes: “Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó” (Hechos 12:21).
• El apóstol Pablo, estando en la ciudad de Corinto, compareció ante el béma de Galión, el procónsul de Acaya: “Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal” (Hechos 18:12).
• El béma de Porcio Festo, en el cual fundamentó Pablo, es mencionado en el libro de los Hechos 25:6 “Y deteniéndose entre ellos no más de ocho o diez días, venido a Cesarea, al siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que fuese traído Pablo”

En este mismo orden de ideas, en la antigua cultura griega, el vocablo “béma” era empleado, de tres formas distintas. Primeramente hacía alusión a un procedimiento judicial, en donde los jueces impartían justicia. En segundo lugar, era la forma de mencionar la posición elevada donde los atletas recibían sus condecoraciones en las competiciones olímpicas de ese tiempo.

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En tercer lugar, el vocablo “béma” se asociaba con una tarima elevada del cuartel militar, en el cual un soldado obtenía sus medallas y condecoraciones por su heroísmo y valentía en el combate.

En este sentido, el apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, empleaba las ilustraciones que, debido a su cercanía, ayudaban a su público a conocer el significado del béma celestial o el juicio del Señor en los últimos tiempos, tal como se puede apreciar en la palabra:

 “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo […]. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Romanos 14:10, 12).

Quiénes comparecerán ante los tribunales de Cristo

Toda persona de este mundo participará en uno de los dos tribunales futuros. Así que tanto los creyentes como los incrédulos tendrán que rendir cuentas delante del Señor algún día.

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 Al respecto la palabra nos señala lo siguiente: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hechos 9:27). De esta manera que cada individuo sobre la faz de la tierra posee una fecha de audiencia, así que todos compareceremos delante del tribunal de Cristo para ser juzgados conforme a la manera en la que actuamos en este mundo.

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 En este sentido, la persona que ha creído en Cristo como su Señor y Salvador, igualmente comparecerá ante el tribunal de Cristo, tal como lo manifiesta su palabra, y a este hecho se le llama, el primer juicio:

“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo” (Romanos 14:10)

Por otra parte, aquella persona que haya rechazado y renegado de Cristo, igualmente comparecerá ante el juicio del gran trono blanco, al final de los últimos tiempos, antes de la creación de un cielo nuevo y una tierra nueva. A este segundo hecho lo llamaremos el último juicio, tal como se anuncia en la palabra:

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:11-15).

Hay que resaltar que solo los creyentes en Jesucristo se presentarán ante su tribunal. Tal como lo señala su palabra: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (Corintios 5:10)

Al revisar el contexto, podemos apreciar que el apóstol Pablo hablaba de sí mismo y de otros creyentes. Cuando usa la palabra “nosotros” hace referencia a los creyentes en Cristo Jesús, así que no estará presente ningún incrédulo en este juicio.

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En este orden de ideas, el tribunal de Cristo no es opcional, sino que es obligatorio, y por eso comparecer ante él es un hecho inevitable. De esta manera, ningún creyente será excluido, por lo cual si una persona ha aceptado y recibido a Cristo como su único Señor y Salvador estará presente.

Cuándo se llevará a cabo el tribunal de Cristo

 La Sagradas Escrituras nos permiten apreciar que el tribunal se llevará a cabo luego del arrebatamiento de los creyentes al cielo, antes de la segunda venida de Jesús a este mundo para poder implementar el reino de Dios.

La palabra nos señala lo siguiente: “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” ( 1 Corintios 4:5)

En este pasaje se nos exhorta a no juzgar, ya que eso le corresponde a Cristo cuando venga por segunda vez a este mundo. Cada persona recibirá conforme a lo que haya hecho en este mundo.

 Entonces, los creyentes serán juzgados cuando el Señor regrese. En Apocalipsis 19:7-10 se nos señala que la novia galardonada de Cristo, señalando que el tribunal de Cristo se llevará a cabo entre el arrebatamiento de los creyentes al cielo y el regreso terrenal de Jesucristo.

Este hecho está relacionado con el arrebatamiento, a pesar de que es anterior a la segunda venida de Cristo, ya que los cristianos que regresarán con Él, ya habrán obtenido su galardón. La iglesia, representa el cuerpo de Cristo, es el pueblo de Dios preparado para la batalla.

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En el libro de Apocalipsis 19:8 la iglesia obtuvo su recompensa cuando se afirma que ésta debe vestirse de lino fino y esta vestimenta constituye el galardón. Así que el hecho de que la novia se vista con bellos vestidos, señala que ya ha recibido el premio por sus acciones justas. Este hecho se encuentra antes del retorno del Señor Jesús del cielo, para gobernar el mundo como Nuestro Rey de reyes y Señor de señores.

De esta forma, el tribunal de Cristo, tendrá un lugar justo antes de la segunda venida, pero luego de que el Señor Jesús haya llevado a la Iglesia al Cielo.  El galardón de los creyentes supone un período de tiempo extensivo de tiempo, y un arrebatamiento que sucede antes de los últimos siete años, nos daría el tiempo suficiente.

En este sentido, la iglesia como la novia galardonada acompaña a Jesús en su regreso a la Tierra pero antes tuvo que haber sido recibida antes en el cielo. Esto se corresponde con la idea pretribulacionista, la cual indica que la novia de Cristo será arrebatada por lo menos siete años antes del segundo retorno de Jesús.

El período de siete años que sucede entre el arrebatamiento y el retorno de Jesucristo es denominado con frecuencia como tribulación o gran tribulación. Mientras esto acontece, los creyentes estarán en el cielo, presentándose ante el tribunal de Cristo.

Dónde será el tribunal de Cristo

El tribunal de Cristo tal como se mencionó anteriormente se llevará a cabo después de que el Señor haya arrebatado a su iglesia, tal como se señala en la palabra:

“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” (1 Corintios 4:5)

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Así que debido a que este tribunal de Cristo tendrá lugar antes de nuestro regreso con Jesús en su segunda venida, en el cielo. No se sabe una fecha precisa para este suceso tan importante y que cambiará el curso de la humanidad. Solo se nos demanda a estar apercibidos.

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos” (Apocalipsis 19:7-10).

En este sentido, tenemos la promesa de que el Señor vendrá por segunda vez a este mundo para Glorificar su nombre e implementar su Reino junto a su iglesia. Sin embargo, debemos estar preparados para la buena batalla y luchar como un gran ejército de Cristo, donde junto con él obtendremos la victoria.

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