La iglesia sobre la roca - Qué significa según la Biblia

La iglesia sobre la roca hace referencia a la parábola en la cual si se edifica sobre la arena edificación se derrumba pero si se edifica sobre la roca que es Cristo, la edificación está firme y no se cae. Esto lo podemos ver en el siguiente pasaje:

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7:24-27)

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En esta parábola podemos observar dos tipos de edificación, la que se construye sobre la arena y aquella que está construida sobre la roca firme e inconmovible que es Cristo. Esto hace alusión al hecho de que la iglesia debe estar sobre la roca. No se trata solamente de tener los miembros dentro de una congregación, se trata de que debe estar presente el Espíritu Santo, quien nos conduce a toda verdad. 

La iglesia sobre la roca - Qué significa según la Biblia

Muchos creyentes consideran que cuando han creído en Jesucristo, que es la Roca inconmovible de Nuestra Salvación, ya es suficiente porque nuestra edificación al estar fundamentada en este principio, se mantiene firme. Sin embargo como cristianos, nuestra misión va mucho más allá de la salvación individual porque aunque no somos de este mundo habitamos en él con un propósito bien establecido en su palabra y es la de dar a conocer las buenas nuevas del evangelio del reino, tal como se puede ver en el siguiente pasaje:

"El Espíritu del Señor Dios^[está sobre mí, Porque me ha ungido el Señor Para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, Para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros" (Isaías 61:1)

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En este sentido, como hijos de Dios debemos congregarnos para formar parte de una iglesia y ejercer el ministerio en el cual hemos sido llamados. Por esta razón cuando afirmamos que la iglesia debe estar sobre la roca se hace referencia al cuerpo de Cristo, donde cada miembro tiene una función importante para la obra de Cristo aquí en la tierra:

“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos”  (1 Corintios 12:12-27)

La biblia nos enseña que como hijos de Dios pertenecemos a un solo cuerpo que es Cristo y cada miembro tiene una función importante para hacer la obra de Dios aquí en la tierra. En la medida en que entendemos que la iglesia somos todos, podemos darnos cuenta que la voluntad de Dios es que estemos unidos en un solo sentir, manifestando el poder del Espíritu Santo en las congregaciones.

Cuando una congregación está sobre la roca, se mantiene firme y el fruto se comienza a manifestar porque la gracia está sobre la iglesia que busca primeramente el Reino de los cielos, antes de buscar algún tipo de vanagloria. Dios es bueno, y ama a su iglesia pero demanda disposición y compromiso porque todos somos sus hijos y todos debemos servirle de corazón.

Aspectos Importantes para que la iglesia permanezca sobre la roca 

Cuando se habla de que la iglesia debe estar sobre la roca, es importante resaltar que la roca es Cristo que es la base fundamental en la cual debemos sustentarnos. Por lo cual se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos:

1.- La roca es Nuestra Salvación

La relación personal con el Señor está edificada mediante su Hijo Jesucristo. Así que solo siguiendo el camino estrecho es que podemos acceder al corazón de Dios, y andar en sus caminos implica tener una disposición para dejar que el Espíritu Santo haga la obra en cada uno de sus hijos.

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De esta forma, damos a demostrar que somos hijos de Dios en la medida en que manifestamos el fruto del Espíritu Santo y mostramos en nuestras obras y testimonio que Cristo vive en nosotros y que él es nuestra roca:

"...Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.  Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados" (1Pedro 2)

En este sentido, la base fundamental para aquellos que quieren entrar en Sión es colocar a Nuestro Señor Jesucristo en primer lugar como nuestra piedra principal, piedra del ángulo de todo  para construir una vida de bendición, teniendo la esperanza de sus promesas porque todo aquel que creyere en Él no podrá ser avergonzado, ya que  aunque aquí en la tierra y en el tiempo padecemos persecución, no se puede comparar con la gloria que vendrá por la eternidad, a la cual entraremos para formar parte de la mano de nuestro Dios. Tal como lo señala su palabra:

"...Como está escrito: He aquí pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de caída; y el que creyere en él, no será avergonzado" (Romanos 9:33)

Así que cuando recibamos la salvación por la fe, tenemos que construir el resto de nuestras vidas sobre la Roca, sobre nuestro fundamento. La salvación es por gracia pero el galardón es por las obras y mediante estas obras estamos bendiciendo al prójimo, predicando al que está perdido y ofreciéndole la oportunidad de ser salvo.

Es importante predicar las buenas de salvación porque así como lo hicieron con nosotros, debemos llevar el evangelio para que esa alma pueda tener la oportunidad de conocer a Cristo y alcanzar el Reino de los cielos. Así como nos predicaron a nosotros, ahora debemos hacerlo nosotros porque gracias a eso fuimos sacados del fango cenagoso donde estábamos en nuestra vieja vida sin Cristo.  

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 2.- La vida sobre la roca - Proyectos y planes 

La vida sobre la roca es la vida con Cristo, la cual debe estar edificada sobre el fundamento que es Nuestro Señor Jesucristo. Por lo cual es importante que la iglesia use los recursos que nos dejó cuando vino a este mundo, tal como su palabra, sus enseñanzas, las oraciones, el ayuno, la liberación, sanidad, la santa cena. 

En este sentido, tenemos muchos herramientas que nos pueden mantener en comunión con Dios para poder ser guiados por el Espíritu Santo, quien nos conduce a toda verdad y nos permite discernir. La iglesia debe saber la importancia de mantenerse firme, de mantener una sana doctrina sustentada en la palabra de Dios. 

De esta manera, nuestra vida se ha de edificar sobre la Roca que es Cristo, y aunque esto al parecer es algo obvio, es necesario mantenerlo presente y recordar de dónde vinimos y de dónde Dios nos sacó, porque el hombre que no tiene a Cristo construye sobre la arena, donde está atado de costumbres, culturas, tradiciones, conocimiento humano, entre otras ataduras. por lo cual su vida se sostiene sobre las cosas que le ofrece el mundo, las cuales son perecederas.

Pero nosotros como hijos de Dios debemos trabajar en función del Reino de los cielos que nos ofrece una vida eterna que no perecerá, y para ello debemos cuidar nuestra alma de todo pecado, de todo deseo carnal, dejando atrás las ataduras del pasado porque ya Cristo nos ha perdonado y ya no se acuerda más de él. Tal como él lo señala la palabra: “Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados” (Isaías 43:25)

En este sentido, nuestros proyectos, planes, trabajo, estudios deben estar bajo la dirección de Dios, quien tiene el control total de la vida de sus hijos. Pero nosotros tenemos el deber de obedecer al Señor y no apartarnos de nuestro fundamento que es Cristo.

3.- La familia sobre la roca

La familia debe ser edificada como una casa sobre la Roca (Cristo) y no sobre la arena (El mundo), para que esa casa permanezca cuando vengan las adversidades. Esa Roca es la fe en Cristo, y en su santa palabra. Por lo cual la familia debe estar bajo la gracia del Nuevo Pacto en el Espíritu Santo, y para ello se debe colocar a Dios siempre en primer lugar.

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Es importante también destacar que no podemos servir en la congregación y descuidar a la familia porque ésta es un regalo que Dios nos ha dado para cuidarla y protegerla, y por la cual daremos cuenta. Muchas veces nuestra vida en la congregación es diferente a nuestra vida dentro del hogar, y esto no le agrada al Señor, ya que debemos ser genuinos y el primer ministerio que debemos tener es el de nuestra familia, y por eso debe estar fundamentada en la roca que es Cristo.

4.- Las finanzas sobre la roca

 Nuestras finanzas deben estar fundamentados sobre la roca porque él es nuestro proveedor principal, quien nos ofrece los medios y nos capacita para que podamos trabajar con nuestras manos y bendecir a nuestra familia y a la congregación con ese fruto de nuestro trabajo. Al respecto la palabra nos dice lo siguiente: “...Si alguno no provee para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1Timoteo 5:8)

De esta forma, Dios nos bendice para que nosotros también bendigamos a nuestra familia porque nuestra responsabilidad como padres es proveer, dar el sustento a nuestros hijos, dar de lo que hemos recibido. De igual forma como Dios nos da el trabajo, de la misma forma debemos primeramente actuar de forma responsable y procurar que no le falte nada a nuestra familia.

Sin embargo, sin Cristo no podemos hacer nada y esto es algo que debemos tener claros, y aunque el tema es controversial, la biblia es clara, así que debemos obedecerla y dar el diezmo y las ofrendas porque al hacerlo estamos reconociendo que todo lo que tenemos proviene de él. Al respecto la palabra nos exhorta de la siguiente manera:  “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: «¿En qué te hemos robado?». En los diezmos y en las ofrendas” (Malaquías 3:8)

En este sentido, todo lo que tenemos le pertenece a Dios y con respecto al tema de los diezmos y las ofrendas, es clara, y aunque este tema sea controversial, debemos ser obedientes y buscar siempre agradar a Dios y no a los hombres.

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En la medida en que le damos al Señor lo que le corresponde, en esa medida seremos bendecidos, ya que aquella persona que honra al Señor, se agradará de dar su diezmo y ofrenda para la obra de Dios, para la expansión del Reino, para ayudar al prójimo, y de esta forma el Señor comenzará a abrir las puertas de los cielos.

5.- La iglesia sobre la roca

Finalmente uno de los aspectos que debemos tomar en cuenta para edificar la iglesia sobre la roca, es saber que nosotros somos la iglesia, pertenecemos al cuerpo de Cristo y cada uno tiene un propósito en este mundo, por lo cual debemos saber cuál es nuestro llamado. Al respecto la palabra nos dice lo siguiente:

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:11)

En este sentido, cada miembro de la iglesia es importante, nadie es más que nadie, todos tenemos una función dentro de la congregación y a todos Dios nos demanda ejercer un ministerio, a todos nos demanda servirle para así glorificar el nombre del Señor Jesucristo, quien es nuestra roca y sobre ella debe permanecer el pueblo de Cristo para estar apercibidos cuando él venga por segunda vez a buscar a su novia. Así que no debemos perder el enfoque de nuestra vida y de nuestro servicio en Cristo Jesús para su gloria y honra.

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