La tierra es de Jehová - Misterios bíblicos

La tierra es de Jehová quien creó todo lo que existe. Creó la tierra y su plenitud, los mares, las fuentes de las aguas, las aves de los cielos, los animales y todas las criaturas. Creó al hombre a su imagen y semejanza. Por lo cual todo le pertenece, tal como lo establecen las Sagradas Escrituras: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” (Génesis 1: 2)

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En esta cita podemos ver claramente que Dios es el creador de la tierra y que el Espíritu Santo se encontraba sobre ella. De igual forma podemos apreciar que ya las tinieblas estaban también en medio de la tierra que aún estaba desordenada

La tierra es de Jehová - Misterios bíblicos

Dios es soberano, creador del cielo y de la tierra, el Todopoderoso, el dueño de todo lo que existe, quien tiene las llaves de la vida y de la muerte. Quién envió a su Único Hijo Jesús para que todos tuviéramos la oportunidad de ser salvos por su gracia y por su amor hacia la humanidad que es su mayor creación, que aunque no es de este mundo pertenece a él, y debe habitar en esta tierra y tener una vida conforme a la voluntad de Dios.

Sin embargo, Dios es un misterio y nunca podremos entender a cabalidad al Señor y sus planes para la humanidad. Por lo cual existen controversias con respecto a la Creación, al Diluvio de Noé, y a la edad de la tierra. Así que es importante indagar sobre estos temas a fin de aclarar las dudas. Al respecto debemos considerar los siguientes puntos:

1.- Dios creó la tierra en seis días

La Biblia es clara al enseñar que el Señor creó la tierra en seis días literales. El término "día" en hebreo corresponde a  "yôm" que significa un día literal. 

Si revisamos el contexto de Génesis 1 se nos muestra que los días de la creación se refiere a los días en su sentido literal. Así que primeramente la palabra "yôm" se usa en la palabra en sus dos sentidos literales: La porción de la luz dentro del ciclo luz/día y en la totalidad del ciclo luz/día. Tal como lo podemos apreciar en el siguiente pasaje: 

“Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.  Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día”  (Génesis 1:4–5).

Seguidamente encontramos que este vocablo "yôm" es utilizado para asociar “la tarde” y “la mañana.” Así que siempre que se usan estas dos palabras en el Antiguo Testamento, juntas o separadamente y con o sin la palabra yôm en el contexto, hacen referencia a una tarde o una mañana de un día literal.

De igual forma encontramos que el término " yôm" está modificado con un número: Primer día, segundo día, tercer día, entre otros. Este modelo señala días literales cada vez que se usa en cualquier otro lugar del Antiguo Testamento.

Asimismo la palabra "yôm" se define literalmente en Génesis 1:14 como las lumbreras del firmamento: “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años”

En este sentido resulta evidente que estos días de la creación sucedieron solo hace 6,000 años por las genealogías de Génesis 5 y 11 donde se señala la información cronológica muy detallada:

• “Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados” (Génesis 5:1-2 )

• “Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.  Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió[a] Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 11: 5-9 )

 2.- El Diluvio de Noé ahoga la idea de millones de años

Con respecto al diluvio de Noé se evidencia en el libro de Génesis 6 en el cual se describe el hecho ocurrido con respecto al diluvio y la construcción del arca, ya que el Señor le encomendó la  misión de dar anunció del diluvio, el cual estaba destinado a destruir no sólo a todas las personas pecaminosas, sino también a todos los animales terrestres, las aves, y la superficie de la tierra:

“Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:7-8).  Así que solamente un diluvio podría lograr el objetivo de destruir todo lo que estuviera fuera del arca.

En este sentido, el propósito del arca era la de salvar a dos de toda clase de animales terrestres y las aves para así repoblar la tierra luego del diluvio. Se puede comprender la magnitud del diluvio por la incesante lluvia durante 40 días aproximadamente. Al respecto, las palabras hebreas traducidas “fueron rotas todas las fuentes del gran abismo” (Génesis 7:11) 

Aquí podemos observar cómo se señala claramente la ruptura tectónica de la superficie de la tierra en muchos lugares durante un plazo de 150 días, la cual habría dado lugar a volcanes, terremotos, y tsunamis. Por lo cual podemos tener la certeza de que el diluvio trajo consigo mucha calamidad y terror.

En este punto, hay que afirmar que el diluvio generaría el tipo de complejo registro geológico que se observa en la actualidad en el mundo entero, donde podemos encontrar miles de metros de sedimentos que contienen miles de millones de plantas y animales muertos, los cuales evidentemente fueron depositados por agua y fueron endurecidos de forma rápida formando piedras y fósiles.

 Así que posiblemente el diluvio es el causante de la mayoría de las capas de piedras y fósiles, por lo cual no pueden constituir la historia de la tierra de millones de años, como aseguran los evolucionistas.

3.-Jesús era creacionista de la tierra joven

Otro de los puntos que debemos destacar para aclarar el tema relacionado con el hecho de que la tierra es de Jehová, es que el mismo Jesucristo se mostró como un creacionista. 

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Abordó los diferentes milagros narrados en el Antiguo Testamento como registros históricos muy sustentables, tales como la creación de Adán y Eva, el diluvio en los tiempos de Noé, la destrucción de Sodoma y Gomorra, la liberación del pueblo de Israel por Moisés, donde también menciona el Maná enviado por el Señor. Además  de la historia de Jonás y su experiencia dentro del pez. Así que constantemente mencionaba y afirmaba la autoridad de la Palabra sobre las tradiciones de aquella época. Tal como lo podemos observar en el siguiente pasaje:

Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: 2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. (Mateo 15:1-6)

En esta cita Jesucristo deja claro lo realmente importante de los mandamientos, dejando a un lado las enseñanzas y doctrinas de hombres. Lo importante radica en seguir los estatutos que nos ha dado el Señor y no afianzarse en leyes creadas con el fin de juzgar y criticar, en lugar de hacer lo correcto delante de Dios.

De igual forma en el libro de Marcos 10:6 podemos encontrar una afirmación muy clara que demuestra que Jesucristo era creacionista de la tierra joven, donde afirmaba que Adán y Eva estuvieron en el principio de la creación, no miles de millones de años luego del comienzo, afirmando lo establecido por las Escrituras en el libro de Génesis, tal como se explicó anteriormente.

4.- Las creencias del mundo socavan la enseñanza bíblica referente a la muerte y la integridad de Dios

Las Sagradas Escrituras revelan claramente que la tierra fue creada por Dios y por lo tanto él es el dueño de todo lo que existe y nadie tiene más Poder que él. 

En el libro de Génesis 1 se menciona  seis veces que lo que el Señor había creado era “bueno,” y cuando terminó con la creación en el Día Seis, Él dijo que todo fue “bueno en gran manera.” Así que los hombres y los animales en el principio fueron vegetarianos, tal como se evidencia en el siguiente pasaje: 

“Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así” (Génesis 1:29–30)

En este sentido cuando se habla de que Jehová es dueño de la tierra y es el creador de todo, estamos contradiciendo muchas teorías evolucionistas que han pretendido socavar las enseñanzas bíblicas sobre la creación del mundo.

Pero la verdad es una sola y siempre saldrá a la luz esa verdad infalible que es Cristo, a quien ni siquiera la ciencia ha podido negar. Por eso la historia se divide en A.C y D.C en la cual se ha marcado una pauta en la vida de las personas, donde el Antes de Cristo es bajo la ley y el después de Cristo es en la Gracia mediante la cual tenemos entrada al Reino de los Cielos, donde estaremos en una nueva tierra, en la Nueva Jerusalén. Aleluya!!! 

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