Los imitadores de su santidad – Cómo lograr la Santidad de Cristo

Los imitadores de su santidad, es un tema que incluye a somos todos los seres que escudriñamos las Sagradas Escrituras, y hacemos lo que Jesucristo hizo, porque esa, es la voluntad de Dios, eso nos lleva a ser santos como Él, es Santo, muchas personas piensan que es imposible y que solo Jesús ha sido Santo, pero resulta que fue Cristo, quien lo dijo, y si Él, lo dijo y lo dejó como un mandato, entonces cada uno de nosotros puede lograrlo con Jesús.

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Los imitadores de su santidad – Cómo lograr la Santidad de Cristo

A partir de este momento es necesario que la palabra de Dios, se quede en cada célula de nuestro cuerpo, alma y espíritu en 1 Pedro 1:14, 15, 16 dice: “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”

 Para lograr la santidad de Cristo debemos analizar y ejecutar dos puntos clave e importantes en nuestras vidas, los cuales serán solo una sugerencia, ya que cada individuo es único y tiene libre albedrio, además esa individualidad nos dice que es necesario que cada ser, le pida a Dios, y que el Espíritu Santo, redarguya en cada corazón, y así poder solucionar o corregir aquello que nos ata al pecado. Por lo cual es importante considerar lo siguiente:

1.- Alejarse del pecado

Alejarse del pecado es la prioridad para todo aquel que sigue a Cristo, es decir que cada individuo debe buscar en vida a ser santo, como Cristo lo ha pedido, y aunque para nuestra sociedad es solo santo, aquel que ha partido del plano terrenal, le comunico que existe un error, ya sea por un mal entendimiento o una mala información generada,  la santidad debemos adquirirla en vida, por ello su tarea es ahora que tiene vida.

Usted me podría decir, pero yo soy un buen ciudadano, yo no soy pecador, ante ello quiero que recuerde que el hecho de que Adán y Eva hallan pecado, ya nos hace pecadores a todos, además usted y yo somos de carne y sangre eso quiere decir que estamos propensos a pecar, sin embrago, Cristo murió y resucito para librarnos del pecado y nos dijo que Él, es el camino para liberarnos del pecado que lo imitemos.

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No se aflija por esto, porque al estar vivos aún tenemos oportunidad de ser libres del pecado, y en este camino del diario vivir, podemos y debemos ser uno de los imitadores de la Santidad de Cristo, pero para ello es necesario estar alertas, porque existen acciones que hacemos de manera inconsciente o conscientemente que afectan frenando, nuestro crecimiento espiritual, y todo lo que aquí conversaremos es a nivel espiritual.

Todos sabemos cuando estamos pecando, no porque lo haya leído, sino porque usted lo siente en su corazón, pero aun así obviamos ese sentir, y muchas veces decimos, la vida es una sola y hay que vivirla, ahora le pregunto vivirá una vida sacrificando la salvación de su alma, usted puede vivir una vida divertida, agradable, perfecta con Jesucristo, no se deje engañar con eso que dice la sociedad que los cristianos son aburridos.

En ningún libro existente y mucho menos la biblia, le dicen que Jesús, era aburrido, entonces le pregunto por qué nos negamos a dejar de pecar si conseguiremos ser como Jesús, es hora de vencer las adversidades aunque nos sea  fácil, si Él dijo que podíamos, nosotros podemos, leamos la biblia, allí están las herramientas, oremos sin parar, encomendémonos a el que todo lo puede, que es Dios, alejémonos del pecado.

En vida podemos lograr obtener ese galardón, nadie ha dicho que será fácil, solo nos basamos en lo que Jesús dijo, se santo como yo soy Santo, podemos empezar la tarea, pero tenga presente que cada paso que debe de estar guiado por Jesucristo, esto es una misión cien por ciento espiritual, para poder dominar a nuestra carne recordando que ella es un imán del pecado, pero una vez controlada empezaremos a servir a Dios.

2.-Dediquese a servir a Dios, en espíritu y verdad

Cuando un ser humano comienza a estar en una vida con Cristo, tiene la necesidad imperante de alejarse del pecado y lo va haciendo por convicción, pero una convicción que no es no es humana o de carne y sangre ese convencimiento vine porque Dios, empieza actuar en cada uno, entonces el ser humano se siente incómodo al hacer o decir esto o aquello que le hace daño o perjudica, además se activa la sed de conocimiento.

Sí, una sed por saber más quién es Dios, que es lo que desea que hagamos, pero esa sed no es obligada, ni porque una religión se lo diga o le imponga, para nada, cuando la comunión es con Dios, nadie obliga, nadie se impone, todo fluye con calma con, amor, y es porque así, actúa Dios, usted solo debe querer y Él, se encarga del resto, veremos entonces al individuo dirigirse a la fuente de agua viva que es Jesús y sus enseñanzas.

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Entonces ya calmando la sed, de quien es Dios y que es lo que desea de nosotros, para nuestro bien, procedemos a buscar la manera de servir a Dios en espíritu y verdad, el individuo que sirve a Cristo, no hace alardes, ni espera recompensa de otros humanos, en este tipo de seres, se genera de manera sobrenatural un amor contagiable, una actitud sin prepotencia, son pacientes, y se les ve la paz que solo Cristo nos da.

Como se habrán dado cuenta esta acción no es generada por sentimientos o emociones carnales, todo es un enlace espiritual una vez que nos alejamos del pecado y empezamos a servir a Dios en espíritu y verdad, véalo de esta manera cuando usted ama a otro ser humano usted, busca a corregir acciones o situaciones que sabe que le molestan o le incomodan, ahora cuánto más haría usted por Dios, que le regala la salvación.

De hecho en la biblia nos dan como mandato el servir a Dios, ser diligentes en Romanos 12:11 dice: “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;” no nos quedemos sentados alimentando la flojera que ya sabemos que no es grata para Dios, cuando estamos bajo la unción del Espíritu Santo el individuo tiene un fervor único e inigualable, no lo desperdicie úselo en la obra de Dios.

Para concluir la única manera que podemos ser imitadores de Cristo es alejándonos del pecado y de los placeres de la carne, una vez que trabajemos todos los días en ello, y veremos que todo en nosotros cambiará, para nuestro propio bien eso, nos conllevará a querer trabajar para Dios, hacer su voluntad, con ganas, entusiasmo porque sabemos que Él guía nuestros pasos, y que todo lo que hagamos será aprobado por Dios.

Todos podemos ser santos como Jesús es Santo, solo debemos querer y una vez convencidos de que es mejor vivir para Cristo y morir para el mundo, se abre una brecha de factores que habíamos decidido olvidar cómo amarnos, respetarnos, amar a nuestro prójimo, pero sobre todos estos mandamientos amar a Dios, por sobre todas las cosas, tener temor de Él, que no es más que respetarlo.

Una vez alcanzado estos dos puntos si llegase a tener dudas en saber si cada acción realizada esta aprobada por Dios, haga un análisis compárelo con lo que Él, nos pide en la biblia, pregúntese todos los días, si lo que hace es para Dios, o para el mundo y cuando usted hace algo para su prójimo, siente que es para Dios, va por buen camino, porque la gloria no es para usted, la gloria es de Dios, todo lo que haga que sea para Él.

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Usted sentirá la gloria de Dios en su vida, cuando se encamine en espíritu y verdad, no es que deje de vivir en el mundo, es que se alejará de las cosas mundanas, llámese mentiras, desamor, falsedad, angustias, falta de fe y pare usted de contar, y no se alejará porque el hombre se lo diga, se alejará y dejara de hacer todo ello y mucho más, porque quiere agradar a Jehová, quiere servirle en espíritu y verdad, porque usted puede.

Todo lo que vivimos en el mundo es sumamente fuerte, se vive en una angustia y desolación total, altos niveles de estrés, mentiras, desengaños, y nuca existe en vuestros corazones paz, pero si usted quiere ser libre, sentir la Gloria de Dios, le sugiero busque por unos minutos un lugar en donde no pueda ser interrumpido, cierre los ojos y converse con Dios, pídale perdón por sus pecados, que le ayude para no volver a pecar.

Que por favor entre a su corazón, como su único Señor y Salvador, que escriba su nombre en el libro de la vida y que no lo borre jamás. Bienvenido a la carrera de la vida, nadie dice que será fácil, pero tenemos a Cristo, que nos dijo que seamos santos como Él es Santo, y únicamente lo lograremos imitando a Jesús, debemos trabajar en nuestras santidad, en la obra de Dios, ahora eres un humano que forma parte del personal que trabaja para Dios.

Nunca olvide que nuestras condición de ser de carne y de sangre, nos hace propensos al pecado por ello es recomendable que ore sin cesar, porque siempre hay algo que nos lleve a la tentación, y tal vez a pecar, pero si usted llegase a pecar, reconozca su pecado delante de Dios, pídale perdón de todo corazón, Él, lo perdonará y no solo eso, pídale que le ayude para que no se vuelva a repetir ese pecado en su vida, déjese guiar.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda

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