El Perdón Te Libera Estudio Bíblico

Llamaremos a este estudio “El perdón te libera”. Ah, el rencor. Un momento de indignación es una cosa; pero cuando te enfureces y tu ira se vuelve rencor, ahí es cuando comienzas a sentirte peor acerca de la persona que ha hecho daño.

Te sientes vengativo y deseas ver a esta persona sufrir. Tu orgullo se interpone entre tú y el perdón. Quieres estar bien contigo mismo y no puedes sentirte bien contigo mismo hasta que él o ella sean castigados. Pero en realidad, el único daño que infliges es a ti mismo al permitirle al rencor tomar control de tu vida.

Es difícil hacerlo, pero recuerda que la mejor forma de liberar tu mente de la negatividad del pasado es practicar el arte sublime del perdón, ya sea para darte un poco más de paz mental o para ayudar a evitar los reveses asociados con guardar rencor!

La mayor señal de fortaleza es perdonar.

El perdón es la mayor señal de fortaleza. Es la mejor muestra de madurez, amor y valentía. El perdón no te obliga a pasar dos años con un individuo que ya se ha portado mal contigo. El perdón no te obliga a ser buena persona aún cuando el otro sea malo contigo. El perdón te da libertad para decirle adiós al resentimiento y la rabia que están dentro de ti por lo que otros han hecho y dicho en tu vida.

El perdón no significa que tienes que volver con tu pareja o amiga traicionera; significa entender sus motivos y apoyarlos si ellos quieren arreglar las cosas con su ex-pareja o ex-amigo (en caso de ser necesario).

El perdón es la mejor forma de curar un corazón roto.

El perdón te libera, es la mejor forma de curar un corazón roto, ya que te libera de todo el dolor y lo que sintieras por haber sido engañado. El perdón te da la libertad de seguir adelante, la libertad de vivir y ser feliz, aunque en el pasado tuviste un mal momento o te hicieron daño. No es solo para ti; en realidad, también ayudas al otro a cambiar su actitud y evitar que se repita lo mismo en el futuro con otros amigos o parejas.

La mejor venganza es el perdón.

La venganza no es lo que te hará sentir mejor. No es lo que te hará sentir más fuerte. Tampoco será la única forma de demostrar tu inteligencia o capacidad de análisis a través del tiempo. El perdón no significa que has perdido el control, o que eres débil o falta carácter; al contrario, significa que te has dado cuenta de que la vida es mucho más importante y valiosa de lo que puedas imaginar y no hay nada peor en las relaciones humanas que la ira acumulada eternamente en tu corazón (y mente).

No debes ser débil para perdonar.

Es la forma de fortaleza que Dios te ha dado para liberarte y ser libre. Perdonar no es una debilidad, sino un poder que te trae libertad y puedes usarlo para tus propios fines en la vida. Perdónate a ti mismo porque has sido débil en algunas ocasiones, pero necesitas fortalecerte con el perdón de Dios y entonces pronto podrás ver tu vida como un camino de prosperidad contigo mismo, con los demás y hasta el mundo entero!

Perdona a las personas que no saben lo que están haciendo.

• Es más fácil perdonar a las personas que no saben lo que están haciendo, pero es igual de importante perdonar a aquellos que nos hicieron algo malo. Perdona a las personas que te hicieron daño y continúa adelante; no te quedes atrapado en el pasado. El pasado ya pasó y si sigues atormentándote con él, solo llegaras al presente cargando tu carga pesada.
• Si quieres ser libre, tienes que liberarte del karma negativo.

El perdón nos da el poder de decir “Adiós” a nuestro dolor pasado y “Hola” a la vida nueva.

El perdón es la mejor forma de liberarse del dolor. Cada persona tiene problemas y heridas que duelen, pero a veces no estamos dispuestos a hacer algo al respecto. Puede ser difícil decir “Adiós” a nuestro pasado y “Hola” a una nueva vida, pero el perdón nos da el poder de hacerlo.

El perdón nos ayuda a sanar nuestra mente y nuestro corazón; por lo tanto, es una forma segura de curarnos internamente. El perdón también nos libera de la culpa y nos permitirá ser felices con nosotros mismos en lugar de estar pensando constantemente en aquellos que han hecho mal o nos han herido en algún momento del pasado.

Si esperas hasta que te sientes bien para perdonar, nunca lo harás.

El perdón te libera, pero perdonar es una decisión, no un sentimiento. El perdón no es algo que tengas que hacer o no hacer. No es algo que puedes controlar con tu voluntad, aunque existen algunos factores que pueden ayudarte a llegar hasta donde quieres: la determinación y la fe en ti mismo.

Pero si esperas hasta que te sientas bien para perdonar, nunca lo harás. Esto significa deshacerte de todo el estrés que te produce el hecho de pensar en el daño causado por las acciones de los demás y cambiarlo por un estado de ánimo positivo y sereno en el que seas capaz de comprenderlos y verlos como humanos imperfectos (que son) y no como seres perversos (que no son).

La libertad del perdón viene después del arrepentimiento; sin arrepentimiento no hay libertad para el perdón; sin perdón ninguna persona se vuelve libre del daño infligido por otros.

Siempre recuerda que nada te enfurece más rápido de tu propio rencor

El rencor es una emoción que nos hace sentirnos mal y que no nos ayuda a vivir en paz. El rencor permanece dentro de ti, como un nudo en la garganta; se clava en tu corazón y te impide relajarte. El perdón libera al ser humano de la carga del rencor, porque permite que su mente vuelva a pensar positivamente.

El rencor hace que el corazón se endurezca, mientras el perdón fortalece el corazón y lo abre para recibir otra vez el amor y los dones del mundo exterior. Cuando rechazas el perdón te llenas de odio hacia tu propia persona, te castigas con insatisfacción personal e inconscientemente atraes situaciones similares a las que has rechazado en tu interior con odio y resentimiento.

Conclusión

Por lo tanto, los desafíos y las dificultades que estás experimentando ahora en tu vida, podrían ayudarte a convertirte en una persona mejor. No te rindas porque el fracaso es la oportunidad de comenzar de nuevo con más inteligencia. Siempre trata de perdonar a quienes te lastimaron una vez, y recuerda que nada te enfurece más rápido de tu propio rencor. Enfócate en tu presente para cambiar tu futuro y siempre sé agradecido por todo lo bueno que tienes.

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