Cómo Ponerte En Las Manos De Dios
Si te sientes abrumado, perdido o frustrado con la vida, puede ser difícil saber a dónde acudir en busca de ayuda. Cuando estamos en un lugar oscuro, muchos de nosotros buscamos algo -cualquier cosa- para salir de nuestra desesperación. Y aunque esto es comprensible (y a menudo eficaz), algo que puede ser especialmente útil es ponerse en manos de Dios.
Al hacerlo, nos entregamos a su voluntad y le confiamos nuestras vidas. Con estos sencillos pasos que siguen, aprenderás a ponerte en las manos de Dios:
1. Confía en Dios.
La confianza en Dios es una elección. Es también una forma de vivir y de ver el mundo, así como de vivir la vida y de ser. Hay muchas maneras de definir la confianza, pero te daré mi propia definición: Confiar significa creer que alguien o algo hará lo que dice que hará, aunque no haya ninguna prueba real de que pueda o vaya a hacerlo. En otras palabras: La confianza no es una prueba absoluta.
Creo que esto es importante porque hay personas que no quieren confiar en nadie en absoluto basándose en experiencias pasadas en las que su confianza fue violada (o rota).
Aunque esto puede ser comprensible, no es útil en nuestra relación con Dios; necesitamos aprender a ponernos bajo su cuidado para poder experimentar sus promesas de primera mano en lugar de hacerlo a través de fuentes de segunda mano como amigos o familiares que pueden haber tenido experiencias similares con la provisión de Dios cuando la tuya aún no ha ocurrido.
2. Permanece en Cristo.
Es posible que hayas escuchado el dicho "Dios nunca te dejará". Eso es cierto, pero a veces puede parecer que Dios no está en ninguna parte. Esto puede suceder cuando no sabes cómo confiar en que Dios está trabajando a través de las cosas que suceden en tu vida. Dios siempre está con usted; sin embargo, hay momentos en los que puede no sentirse cerca de usted debido a lo que está pasando en su propia mente y corazón.
Esta semana, prueba este sencillo ejercicio: tómate cinco minutos cada mañana antes de desayunar y siéntate en silencio a solas, con la luz suficiente para que la habitación esté tenuemente iluminada, pero todavía visible. Puedes utilizar una vela o encender una vela desde tu casa si está oscuro a esa hora del día (o de la noche).
Cierra los ojos y respira profundamente durante varios minutos hasta que la paz se apodere de tu corazón y de tu mente mientras Dios los llena con su presencia. Reza en silencio -o en voz alta si lo deseas- para preguntarle qué quiere enseñarnos a través de nuestras circunstancias cotidianas este día, y luego espera expectante hasta que las respuestas comiencen a revelarse horas o días después.
3. Busca la voluntad de Dios.
Buscar la voluntad de Dios. A menudo pensamos que es importante saber lo que Dios quiere que hagamos, pero luego nos cuesta averiguarlo. Hay muchas maneras de buscar la voluntad de Dios en tu vida:
- Oración
- Leer la Biblia
- Orar con la familia o los amigos -orar con la familia o los amigos
- Orar en la iglesia -orar en la iglesia
- Hablar con Dios a través de Jesucristo (relación personal)
4. Ponte la armadura completa de Dios.
La Biblia dice que debemos ponernos la armadura completa de Dios, y hay ciertas cosas que debes hacer para equiparte para la batalla. Aquí hay una lista de estos elementos:
- Ponte el yelmo de la salvación (Efesios 6:17).
- Ponte la coraza de la justicia (Romanos 13:14).
- Ponte el cinturón de la verdad (Efesios 6:14).
- Ponte zapatos hechos para la paz (Isaías 52:7).
- Lleva contigo un escudo llamado fe en el que puedas refugiarte en todo momento (Efesios 6:16).
5. Refúgiate en el Señor.
La Biblia nos dice que nos refugiemos en el Señor, que es un mandamiento que significa "buscar protección y refugio". Esto puede hacerse a través de la oración, la meditación o cualquier otra forma de conectar con Dios (o con tu poder superior). Al refugiarnos en el Señor, estamos diciendo que Dios es nuestra única y verdadera fuente de seguridad. También nos estamos convirtiendo en un refugio para Él, un lugar donde puede encontrar paz y alegría en medio de todo el caos de la vida.
Además de ser un lugar físico para que Dios descanse su cabeza cuando está cansado de trabajar tan duro con nosotros los humanos durante todo el día, también se supone que podemos proporcionarle un respiro emocional de todos esos molestos problemas que hay en el mundo: enfermedades, hambre y guerras; corrupción política; desastres naturales como terremotos o inundaciones... ¿Sabe a qué me refiero?
6. Espera en el Señor - con esperanza y coraje.
Mientras esperas en el Señor, es natural que te preguntes si la respuesta llegará rápida o lentamente. Mientras esperas en el Señor, también es natural sentirse desanimado y frustrado si no ves resultados inmediatos de tus oraciones. Pero aquí hay cinco maneras de mantener una actitud positiva mientras esperas la respuesta de Dios:
- Espere con esperanza: Cuando oramos por algo que necesitamos, esperamos recibir esa cosa en nuestras vidas, ¡y con razón! (Romanos 8:23) Pero a veces nuestra esperanza puede desvanecerse cuando las cosas no resultan exactamente como esperábamos. ¡No dejes que esto ocurra! En lugar de eso, sigue creyendo que Dios ya ha respondido a tu oración de alguna manera, ¡aunque no sea exactamente lo que pediste! (Éxodo 3:2, 8; Salmo 126:5) Y mantén la esperanza de que Él proveerá cualquier otra cosa que sea necesaria a través de Su poder y sabiduría.
- Espera con valor: Ser valiente significa enfrentarse al miedo en lugar de dejar que el miedo nos impida hacer lo que hay que hacer (Proverbios 28:1). Durante los momentos difíciles de nuestra vida -y cuando pedimos ayuda a Dios en situaciones desafiantes- podemos sentir miedo al principio porque hay incertidumbre al confiar completamente en Él de esta manera. Pero recuerda que Él siempre se preocupa por nosotros personalmente y quiere lo mejor para nosotros en todas las circunstancias (Salmo 34:8); por lo tanto, no hay razón para no confiar plenamente en Él a pesar de cualquier sentimiento de miedo o duda."
Ponerse en manos de Dios es una gran manera de encontrar paz y fortaleza en tu vida.
Ponerse en manos de Dios es una gran manera de encontrar paz y fuerza en tu vida. Puedes superar tus desafíos cuando te pones en las manos de Dios. Puedes tener confianza en el amor y la protección de Dios. El primer paso para ponerse en las manos de Dios es confiar en que Él le ama, incluso cuando parece que las cosas van mal o no son como las había planeado. El segundo paso es pedir la ayuda de Dios en cualquier situación a la que te enfrentes, ya sea una prueba de fe o simplemente un mal día en el trabajo.
El tercer paso es recordar que todo sucede por una razón, aunque a veces no lo parezca en ese momento. Si le ocurre algo malo a otra persona, recuerda que esto forma parte de lo que nos hace humanos: todos somos personas diferentes con experiencias distintas que conforman en quiénes nos convertimos más adelante en el camino de la vida (a veces en los buenos momentos). Así que aprende las lecciones que hay dentro de estas experiencias mientras sigues manteniendo la fe fuerte dentro de cada uno de nosotros individualmente".
Conclusión
Ahora, te estarás preguntando cómo este post te ayudará a ponerte en manos de Dios. Bueno, hay dos maneras que he encontrado que funcionan para mí. Primero, tengo que admitir que me tomó mucho tiempo antes de darme cuenta de que no podía hacer todo por mi cuenta.
Cuando intentamos controlar todo lo que nos rodea, acabamos agobiados y acabamos sintiéndonos fracasados por no haber sido capaces de cumplir nuestros planes o compromisos. Me llevó años darme cuenta de que estaba bien si algo no salía exactamente como estaba planeado, porque al final todo sale bien si seguimos el plan de Dios.
¡No te olvides de dar las gracias a Dios! Si algo malo sucede en tu vida, tómalo como una oportunidad para agradecer a Dios por sus bendiciones en lugar de preocuparte por lo que podría haber sido diferente en esta situación. ¡También recuerde cuánto mejor eran las cosas cuando sucedían por sí mismas en lugar de ser forzadas por las ideas de otras personas!
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