Un trato desigual y el mundo comercial

Un trato desigual por lo general es aplicado a las negociaciones comerciales, sin embargo, debemos preguntamos qué tanto ha abarcado el mismo en las iglesias cristianas, y cómo deben manejarse estas, sabiendo que un trato es un arreglo verbal ya sea económico o posicional entre dos o más personas, pero a su vez, palabra desigual encierra ventajas para una sola parte.

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Un trato desigual y el mundo comercial

Cuando realizamos un trato de cualquier tipo, ya sea compras, venta o alguna investigación en donde esté involucrado el comercio, lo que se desea es, rentabilidad y crecimiento, por ello antes de establecer una alianza comercial, es necesario saber quiénes conformaran ese equipo de trabajo, ya que si se instaura en el mismo un trato desigual, se pierde el norte del objetivo.

Teniendo como base los conceptos de rentabilidad y crecimiento, nos damos cuenta de que estos son aplicables a todos los tratos que hacemos en la vida, porque nadie quiere hacer un convenio en donde tenga perdidas, para un negociante las perdidas serán aceptadas si lo descartado son factores negativos para la empresa, es como el hombre cuando acepta a Cristo.

Cuando usted, acepta Cristo en su corazón y vida, pierde los pecados cometidos porque Jesús, se los ha perdonado y gana vida eterna, la alianza que se genera entre el hombre y el hijo de Dios, siempre debe tiene rentabilidad porque el hombre obtiene los beneficios de la vida eterna la bendición y misericordia del Padre, y crecimiento espiritual con Jesucristo.

Como empezamos a darnos cuenta el mundo comercial no se limita a un proceso de compra y venta, al basarnos en los conceptos de rentabilidad, y crecimiento vemos que los mismos se insertan perfectamente en nuestra vida espiritual, ya que el objetivo final en este caso es la vida eterna, entonces es necesario saber si todos los integrantes que nos acompañan, desean lo mismo.

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Trascendencia del trato desigual en la iglesia de Cristo

Empecemos por analizar un punto argüido, pero que se vive todos los días en las iglesias, y son las alianzas o matrimonios entre un individuo que tenga a Cristo en su corazón y otro que diga tenerlo, pero su testimonio diga lo contrario, si se realizarse estadísticas de estos casos veremos que en un alto porcentaje, el individuo cristiano termina alejándose de las iglesias.

Tomando en cuenta los conceptos de rentabilidad y crecimiento como base de un matrimonio cristiano o de trato desigual, vemos que todos desean tener una rentabilidad en Cristo, en donde ambos puedan disfrutar de las bendiciones de Dios, y todo lo que ello desencadena, además de un crecimiento espiritual con Cristo, pero para obtener todo esto debemos hacer la voluntad de Dios.

Aquí ya empiezan a verse las obligaciones o querencia que cada integrante deba o quiera ejecutar para conseguir los objetivos planteados, porque de lo contrario se complica la obtención de las bendiciones y todos los beneficios que Dios nos pueda dar, por ello la importancia del equipo o pareja con la cual deseamos emprender una acción para conseguir un objetivo.

Es importante escuchar la voz de Dios, cuando queramos realizar cualquier tipo de negocio o alianza porque el éxito dependerá de que tanto oigamos la voz de Dios, todos los integrantes deben manejar la misma información, tener la misma meta y cuando hablamos de alianzas matrimoniales, es necesario recordarle que nada ni nadie debe alejarle del camino con Jesús.

Este tipo de alianzas en donde hay un trato desigual, presentan el inconveniente que cada individuo tiene una convicción y moral diferente con relación a un camino con Cristo, y por lo general el cristiano como tal, vive una presión constante ubicándose entre dos, aguas, pudiéndose etiquetar como seres tibios y a estos vomitara Jesús y son un blanco perfecto para el diablo.

Al estar en dos aguas, eres un blanco perfecto para ser atacado desde todos los puntos de vista en especial el espiritual, y serán atacado ambos cónyuges porque génesis 2:24 dice “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Por ello ambos deben trabajar en hacer la voluntad de Dios, y aferrarse a Cristo.

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Cuando hacemos una alianza de matrimonio, este debería ser el primer detalle a notar porque como Dios lo ha dicho serán una sola carne y si bien es cierto que cada uno responderá por sus actos ante Dios en el juicio final, la rapidez y firmeza para estar en los caminos de Dios, va a dependiente de ambos, ya que uno fortalece al otro.

Muchas veces, por no decir que todo el tiempo la gente piensa que cambiara a su pareja, o que él o ella, no va a interferir en su vida cristiana, y que más bien usted lo llevará a los pies de Cristo, lo cual puede ser cierto, pero ante lo que vemos día a día, nos preguntamos qué pasó allí, por qué el cristiano es el que se aleja del camino de Dios, o de la iglesia, aquí existe un trato desigual.

Y es un trato desigual porque solamente una parte está logrando obtener lo que desea, para ir por el camino de Jesús debemos querer, recordemos que tenemos un Dios Todopoderoso, Misericordioso, Amoroso, pero un caballero en todo la expresión de la palabra es decir usted debe querer ser perdonado por él, es usted quien debe pedirle que reine en su corazón y vida.

Cómo maneja la iglesia un trato desigual

La iglesia debe manejar este tipo de trato desigual con mucha sabiduría porque los negocios del Señor son justos, y equilibrados, en años anteriores hemos leído y visto que únicamente los hombres eran dignos de trabajar para el ministerio de Dios, allí vemos una desigualdad, sin embargo, hoy día gracias a las oraciones y los cambios, pedidos a Dios, vemos que existe más equilibrio.

Detállese las palabras escritas, debido a las oraciones ese trato desigual ha sido desplazado por un equilibrio y justicia que únicamente Dios, suele instaurar, nosotros como humanos tal vez, al interferir directamente con ello compliquemos la situación, pero si oramos a nuestro Dios, vivo verdadero y justo, él, seguirá dando respuestas como hemos visto.

Cuando en las iglesias vemos hermanos que viven con algún cónyuge que no es cristiano, sabemos que la lucha para éste es grande, pero al ser una sola carne debemos reforzar la oración no solo por ese hermano o hermana, también por el cónyuge caído para que Dios haga su obra en ello y lleguen también a los pies de Jesús arrepentidos y dispuestos a servirle.

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Para concluir debemos de estar alertas como cristianos para no generar tratos desiguales en nuestro mundo carnal y espiritual, ya que sabemos que esto nos pone como un blanco perfecto para el enemigo, ahora si por alguna razón ya tiene una situación de trato desigual establecida, le invito a orar sin cesar, ayunar y tener fe en Jesucristo, usted y yo sabemos que él dará la victoria.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda.

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