Milagros de Jesús según el evangelio de Juan tercera parte - Los dos últimos milagros reveladores
Los Milagros de Jesús según el evangelio de Juan tercera parte, es la continuación de aquellos eventos sobrenaturales que marcaron pauta en la historia de la humanidad. Todos los milagros que se narran en el evangelio de Juan fueron hechos por Jesús, para que ayer, hoy y siempre creamos que Jesús es el Cristo, el único hijo de Dios todopoderoso, que él es el camino, la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino es por él, y lo manifestó en cada uno de los milagros realizados.
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Milagros de Jesús según el evangelio de Juan tercera parte - Los dos últimos milagros reveladores
Uno de los milagros que podemos encontrar en este evangelio es el referente a cuando Jesús le da la vista a un hombre que había nacido ciego. El evangelio de Juan, nos ha demostrado, como para Dios, no existen los límites, y el hombre ha podido experimentar situaciones extraordinarias, que ningún ser vivo hasta ahora ha podido realizar, en este sexto milagro, Jesús, se hacen presente su poder y gloria, para darle la vista a un hombre que había nacido ciego, nótese que no fue que le devolvió la vista, más bien se la dio.
En Juan 9: 3-4 “Respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.” Los discípulos asociaron la ceguera del hombre con algún pecado, sin embargo vemos, el fin a cumplirse del Padre.
Cuando usted, piensa en la acción de ver, seguramente al igual que yo, piensa en claridad, luminosidad, y si es ciego o cierra los ojos ubicándose en el puesto de este hombre, asocia la ceguera con oscuridad, desolación, inestabilidad, es por ello que Jesús, Juan 9:5 en dijo: “Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.”
Para Jesús, no existe impedimento, no hay tiempos ni límites, observemos su majestad y gloria, ubíquese usted en situaciones del día a día relacionadas específicamente con oftalmología, cuántas personas aún son ciegas, porque lamentablemente, no hay solución humana para esa afección, sin embargo Jesús, sanó a este hombre que nació ciego, le permitió ver la luz.
Juan: 9:10-11 “Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.” Tal vez muchos pensaran que todo esto es falso, que es imposible devolver la vista colocando solo saliva con tierra, ante ello les recuerdo que Jesús, es el hijo de Dios.
Es cierto estuvo en el mundo en carne y sangre, tuvo tentaciones y situaciones como cualquier humano, pero hay algo que no debemos olvidar, y es que jamás peco, cosa que si hacemos los seres humanos, su fe en el Padre Celestial fue y es inquebrantable a prueba de todo, es por ello que con lodo o sin lodo, esa vista seria recobrada porque era la voluntad de Dios, creador.
En la actualidad observamos con mucha frecuencia, que si una persona está enferma se le dice, eso es por tales o cuales pecados que ha cometido o eso es lo que están pagando los padres, por tal o cual pecado, al igual que en los tiempos de Jesús, opinaron los discípulos y cuál fue la respuesta del hijo de Dios, muchas de estas enfermedades son necesarias para que manifieste Dios.
No se quiere decir que las enfermedades no excitan o cualquier otra cosa, para nada, solo es necesario encomendarse a Jesús y pedirle que nos manifieste cuál es la voluntad de Dios Padre, porque todo lo que nos sucede en esta vida tiene un propósito celestial, desde probar su fe, hasta sanarle un cáncer, en momentos que para todos está desahuciado.
Durante la vida muchos de nosotros tenemos ceguera espiritual, y es necesario que llegue la luz que es Jesús, imagínese por unos segundo caminando en busca de un refugio, pero no conoce el terreno y todo está completamente oscuro, paralizarse no le traerá la claridad a su camino, porque recuerde que tenemos un enemigo que es como un león rugiente.
Así como el hombre que nació ciego, estamos nosotros en la vida espiritual, sin embargo muchos, hemos podido encontrar la luz que es Jesucristo, no solo es la luz, él es el camino la verdad y la vida, y nos guía hacia al Padre Celestial, haciendo siempre su voluntad, usted puede llegar a Jesús sin intermediarios, solo pídale de corazón que necesita que llene su vida de luz.
Narra el evangelio de Juan, que Jesús escupió en la tierra y formo un lodo y se lo puso en los ojos aquel hombre, luego le mando a lavarse, le pregunto si usted tiene un familiar ciego de nacimiento y le ocurre lo mismo, usted dejaría que Jesús le pusiera lodo en los ojos, no consiente cien por ciento de quien es Jesús, oyendo lo mismo que todos los demás, obedecería usted también.
Sin embargo el hombre ciego obedeció y tal vez, y si había algún familiar del mismo, callo y confió en Jesús, ahora nótese que existe una palabra y acción, clave en todo esto, el hombre obedeció, necesitamos obedecer, no es lo que nosotros pensemos o queramos, es a la voluntad de Dios, que debemos obedecer sin escusas, por obedecer, el hombre recibió un milagro maravilloso.
Cuando estudiamos los anteriores milagros de Jesús, notamos que en todos se ha realizado algo que se llama obediencia, en la transformación del agua en vino, hubo obediencia, en la sanación del hijo del oficial, este pudo haber perseguido a Jesús hasta que fuese a su casa, sin embargo atendió a las palabras de este, allí hubo obediencia y fe, igual todos los milagros sucesivos.
Quieres un milagro en tu vida, obedece a Dios, desde la antigüedad, ya sea por medio de Elías, Moisés, Jacob, Noé, David, Salomón, Dios, ha mostrado su poder y gloria a todo aquel que le obedece, entonces parte del éxito está en obedecer a Dios, creamos en Jesús, obedezcámosle, porque él, el creador del cielo, la tierra y todo es para nuestro bien.
En otras oportunidades se ha mencionado que Jesús el hijo de Dios, vino a la tierra en carne y sangre, es decir vino hecho hombre, que tenía tentaciones como cualquier otro, pero tuvo siempre dominio propio y nunca peco, y siempre recalcaremos ese punto tan importante para todos, sin embargo cuando leemos la vida de nuestro Señor nos damos cuenta de que tenía amigos.
Y todo el que ha sido amigos, sabe que estos son piezas invaluables, las amas, respetar, enseñar con amor, conocemos algunos personajes bien amados por Jesús, fueron Lázaro y sus hermanas, ellos también sabían de los milagros de Jesús, se ha imaginado usted, vivir en esos tiempos y ser amigo de Jesús, el hijo de Dios en persona, vivir junto con él todo un mundo de experiencias.
Muchas veces deberíamos preguntarnos, cómo actuaríamos cada uno si de verdad, viviésemos esos tiempos de Jesús, cómo es usted con sus amigos, hacernos estas preguntas no ayudarían a mejorar nuestra fe en Jesús, ya que aunque no esté en físico, lo sentimos y es nuestro amigo más fiel, la hermana de confiaba en su poder y que se podría suscitar un milagro de Jesús.
Las hermanas de Lazaron tenían fe en Jesús, sabían que era el hijo de Dios, y podía curar a su hermano de esa afección tan fuerte, en Juan 11:3-4 “Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.”
De acuerdo al evangelio de Juan, Jesús no acudió de inmediato al llamado, pudo acudir al llamado de sus amados amigos, cuatro días después, si Jesús hubiese sido un amigo como nosotros, hubiese vivido una angustia extrema, por no poder llegar a tiempo, sin embargo esto era para, permitir que la gloria de Dios, se presentase como bien lo dijo, para que el hijo fuese glorificado.
Antes de que Jesús llegase al lugar donde se encontraban, ya sabía que Lázaro estaba durmiendo y en Juan 9:11-12-13 narra que: “Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; más voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.”
Una vez más Jesús nos enseña que debemos descansar en el Padre Celestial, todas nuestras angustias, enfermedades, porque solo Dios tiene el poder sobre el bienestar de cada uno de nosotros, de la vida y el día que debemos descansar, notamos que Marta sale al encuentro de Jesús y aun siendo una mujer de fe, le dice que si hubiese llegado antes Lázaro estuviera vivo.
Marta como mucho de nosotros confiaba en Jesús, en su poder y gloria, sin embargo, su nivel de confianza estaba coartada y pensó en la resurrección de Lázaro en el día postrero, y se lo hace saber a Jesús, y el evangelio de Juan nos dice que Jesús, se alegro por los presentes ya que debido a este suceso creerían más, y recuerda que él, es la resurrección y la vida.
Usted se preguntara, pero Jesús con todo su poder no pudo haber sanado a Lázaro a distancia, y en efecto el demostró ese poder con el hijo del oficial del rey, además que usted, y yo sabemos que él, podría hacer eso y más, pero no debemos olvidar que este milagro de Jesús fue hecho para que creyéramos más, y como él, le dijo a Marta en que cree en mi no morirá jamás.
En el evangelio de Juan 11:41-42 Jesús nos permite creer aun mas en su poder y gloria, “Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.”
Analicemos e internalicemos algo, para Dios y su hijo Jesús, no hay ni habrán limites, los limites los ponemos nosotros, nuestra fe debe y tiene que aumentar, si tan solo fuese del tamaño de una semilla de mostaza sería suficiente para conseguir grandes maravillas, pero no solo tener fe, es necesario ser agradecido, imitemos a Jesús, y nunca debemos olvidar que Dios nos oye.
En Juan 11:43 aconteció que: “Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!” nuestro Señor Jesús, la gloria y el poder del Padre y el hijo se manifestó nuevamente, porque en el evangelio de Juan nos indica que Lázaro salió de la tumba después de cuatro días de muerto, completamente regenerado y vivo.
Evidentemente Jesús es el hijo del Dios vivo, aunque vino en carne y sangre no peco, y por medio de sus milagros muchos vieron la gloria de Dios, el hecho de estar en el mundo como nosotros, nos demostró e invito a que fuésemos como él, es decir debemos ser santos como él es Santo, en la actualidad, por medio de la fe, muchos hemos visto la gloria de Dios, en nuestras vidas cada día.
La gloria de Dios, puede presentarse un una sola persona como el caso del hombre que nació ciego, o muchas como la alimentación de los cinco mil, o transformar la materia, todo lo podemos ver aun hoy día, si creemos en Jesús, si tenemos fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios, Jesús demostró no solo la fe en su Padre, también el agradecimiento por oírlo, hagamos lo mismo.
Tanto usted, como yo hemos visto miles de noticias en la actualidad, en donde se evidencia la gloria de Dios, terremotos incendios accidente en donde, humanamente hablando no nos explicamos como alguien, pudo haber quedado vivo e ileso, o médicos que narran, que el paciente clínicamente estaba muerto en el quirófano, pero vemos la respuesta de Dios a las oraciones hechas.
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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda
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