Emprende Hoy El Camino Hacia La Realización Personal Con Dios
El camino hacia Dios no es un único camino, sino muchos caminos. Esto se debe a que hay muchas maneras de alcanzar el mismo objetivo. La meta de todos estos caminos es la autorrealización o la iluminación, que equivale a conocerse a sí mismo tal y como es. Encontrarás este conocimiento a través de cualquier número de prácticas que te guíen en tu camino.
Dios
Dios es el ser supremo y creador de todo. Es el sustentador, preservador y destructor de todo lo que existe. En el cristianismo y el judaísmo, Dios también es llamado Dios creador, pero tiene muchos otros nombres en las diferentes religiones del mundo.
Dios creó a los seres humanos con libre albedrío para que pudieran elegir su propio camino en la vida. Esto significa que tenemos poder sobre nuestras acciones; podemos elegir lo que queremos hacer en cualquier momento, ya sea bueno o malo.
Conocimiento
El conocimiento es la clave de la liberación. Cuanto más te conozcas a ti mismo, más cerca estarás de entender a Dios. El conocimiento de uno mismo nos lleva a conocerle a Él y a su universo; el conocimiento de los demás nos permite conocernos a nosotros mismos; el conocimiento de nuestro mundo nos ayuda a entender por qué estamos aquí en la tierra y cuál es nuestro propósito en la vida.
No hace falta ser un científico o un erudito para adquirir este tipo de sabiduría; en realidad es mucho más sencillo que eso. Puedes aprender de tus experiencias cada día observando a la gente que te rodea, escuchando atentamente cuando alguien habla, observando cómo las diferentes cosas afectan a tus sentimientos o acciones (y cómo afectan a los que te rodean).
Realidad
El primer paso en el camino de la autorrealización es comprender que Dios es la realidad suprema. Dios es todo, y todo lo demás existe en relación con Él. Él es la única realidad; todas las demás cosas existen gracias a Él y dependen de Él para su existencia.
El segundo paso es darse cuenta de que Dios es el creador y sustentador de todas las cosas. Como nuestro Creador, nos ha creado con un propósito para estar aquí en esta tierra: a cada uno de nosotros se nos han dado talentos y habilidades (por Su gracia) que podemos usar para Su gloria, ¡o no! Y como nuestro Sustentador, Él proveerá lo que necesitamos para que alcancemos nuestro pleno potencial como seres humanos; sin embargo, depende de nosotros si aprovechamos o no esas oportunidades o las desperdiciamos. La Biblia dice:
"Quiero que en todas partes la gente que oiga hablar de mí -todo el que oiga mi nombre- diga siempre cosas buenas de mí".
Esto significa confiar en él sin reservas; poner tu fe sólo en él; descansar con seguridad sólo en su palabra; aferrarte firmemente a través de cada tormenta hasta que llegues por fin a puerto seguro. El tercer paso consiste en darse cuenta de que Dios sabe todo lo que se puede saber sobre todo lo que nos rodea, ¡incluidos nosotros mismos!
Esto significa que, por mucho que intentemos ocultar algo a los demás (o incluso a nosotros mismos), nada escapa a su conocimiento porque lo ve todo a la vez: ¡¡el pasado, el presente y el futuro, todo a la vez! Y si no lo crees entonces solo pregúntate ¿Quién hizo TU cerebro? ¿Quién te dio la vida? ¿Quién sostiene TU existencia momento a momento? ¿Por qué estas preguntas parecen tan naturales pero cuando se preguntan sobre 'dios' de repente parecen saltos tan grandes hacia algún tipo de espacio desconocido donde nadie ha ido antes?
Oración
La oración es una forma de comunicarse con Dios. Es un medio de mostrar nuestra devoción y amor por Dios, junto con la expresión de agradecimiento por todo lo que ha hecho por nosotros. La oración no son sólo palabras, sino también acciones. Cuando rezamos, le decimos a Dios lo que necesitamos, le pedimos que nos ayude en los momentos de dificultad o dolor y le expresamos nuestra gratitud porque nos ha dado todo lo que necesitamos para sobrevivir en esta vida en la tierra.
La oración puede rezarse en cualquier momento del día -a la hora de acostarse o antes de las comidas o mientras se conduce el coche- y no hay límite en cuanto a la frecuencia con la que debe pronunciarse: siempre que tenga ganas de volver a hablar con Dios, sólo tiene que abrir la boca (o el corazón) y empezar a hablar. No hay una forma correcta o incorrecta en lo que respecta a la oración: cada creyente encuentra su propia y única voz a través de la cual se expresa ante su Salvador."
Servicio de sacrificio
El camino del servicio es el camino del amor. El que sirve con amor siempre es recompensado por Dios y su creación. El camino del servicio es el camino del sacrificio. Si sacrificamos nuestro tiempo, dinero o esfuerzo por los demás, seremos bendecidos de muchas maneras.
El camino del servicio es el camino de la devoción. Cuando nos dedicamos a servir a los demás con sinceridad, nuestros corazones se vuelven más puros y divinos cada vez que los servimos desinteresadamente; esto nos ayuda a crecer tanto espiritual como emocionalmente.
El camino del servicio es el camino de la acción desinteresada: porque cuando servimos a los demás sin esperar nada a cambio de ellos o de cualquier otra persona, entonces nos resulta más fácil practicar el desapego de las cosas mundanas (placeres materiales), ¡lo que nos lleva más cerca de alcanzar la liberación espiritual a través de la realización de Dios en nuestro interior!
Quitar los velos de Maya
Empecemos por definir el término "Maya". Maya es el velo de la ignorancia que cubre la luz divina de Dios y nos impide verla. Maya puede traducirse como ilusión, engaño o magia. Es un obstáculo que bloquea nuestro camino hacia la autorrealización y un recordatorio constante de que estamos separados de Dios por este velo.
Cuando quitamos los velos de maya, nos desenganchamos de nuestra dependencia de las cosas externas (por ejemplo: el dinero, el poder) para acercarnos a Dios y experimentar su presencia en nuestro interior; eliminando el egoísmo y el egocentrismo mientras aprendemos a amar incondicionalmente; entregándonos finalmente por completo en este viaje hacia la iluminación, comprendiendo que todo sucede por una razón aunque a veces no lo parezca
El camino del desapego y la renuncia
El camino del desapego y la renuncia es el camino de la autorrealización. El camino del desapego y la renuncia es el camino de la realización de Dios. El camino del desapego y la renuncia es el camino de la autorrealización con Dios.
Desapego significa no identificarse con nada, incluyendo nuestros cuerpos y mentes, que son todos transitorios. Renuncia significa no dejar que nuestros deseos nos controlen o dirijan nuestras acciones en la vida para que podamos estar libres de sufrimiento y alcanzar la paz dichosa en todo momento, incluso en los momentos en los que somos maltratados por otros o sufrimos dolor físico por una enfermedad o lesión.
El camino del amor y la devoción
El amor es la fuerza más poderosa del universo. Es más poderoso que el odio, la ira, los celos y el miedo. El amor es un estado mental; es una actitud que eliges adoptar. Y podemos elegir el amor independientemente de nuestras circunstancias porque el amor no es condicional, ¡simplemente es! El amor no requiere nada de nosotros, excepto que nos abramos a él eligiéndolo por encima de todo lo demás.
El amor también es un verbo; es una palabra de acción que implica dar y recibir intencionadamente entre dos personas que sólo quieren la felicidad del otro. Una verdadera relación no puede existir sin el amor como base, porque las verdaderas relaciones consisten en personas que aprenden a dar lo mejor de sí mismas sin esperar nada a cambio (bueno... al menos nada material).
El camino de la acción
El camino de la acción es el camino del servicio desinteresado a los demás, a Dios o a la humanidad. El servicio desinteresado es una forma de expresar tu amor por los demás y acercarlos a Dios. Servirles te ayuda a ser más consciente de sus necesidades y de cómo satisfacerlas. También te ayuda a desarrollar la compasión, así como a comprender lo afortunado que eres en comparación con muchos otros en el mundo que tienen menos de lo que necesitan o desean.
El camino de la meditación y el conocimiento
La meditación es un camino de autorrealización. Es el camino hacia la paz y la felicidad. La meditación es el camino hacia Dios. No es necesario ser una persona religiosa para practicar la meditación; puede practicarla cualquier persona, independientemente de su fe o sus creencias.
El objetivo de la meditación no es simplemente la relajación o la reducción del estrés, sino que busca aquietar la mente para que puedas experimentar una visión de ti mismo y de tu lugar en el universo, a la vez que experimentas una unidad con todas las cosas, un sentimiento conocido como iluminación.
Todos los caminos conducen a Dios
El camino hacia Dios es la meta de todos los caminos. A medida que tu relación crece, te encontrarás viajando por caminos que te llevan a través de experiencias que te cambian y te ayudan a prepararte para donde Dios quiere llevarte. Por eso es tan importante seguir avanzando en tu viaje de fe, porque todos los caminos llevan a Dios.
Conclusión
Espero que este artículo haya podido darte una comprensión básica de algunos de los diferentes caminos que conducen a Dios. No importa en qué camino estemos, la meta es siempre la misma: la autorrealización con Dios. Y mientras sigamos trabajando hacia nuestra meta con amor y devoción, ¡algún día alcanzaremos la iluminación!
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