El hombre rico que se engañó así mismo - Reflexiones

El hombre rico que se engañó así mismo, es una lección que nos enseña el valor de las cosas. En la vida muchos viven como el hombre rico, confiando en sus propias posibilidades, fuerzas e inteligencia el ego que arropa a este tipo de personas no les permite sentir o discernir que Dios, está por encima de todas las riquezas existentes en este mundo, el ego tan elevado que les domina les venda los ojos con ignorancia y egoísmo.

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Índice de Contenido
  1. El hombre rico que se engañó así mismo - Reflexiones
  2. Las decisiones que desea Dios que tomemos
  3. Cuánto nos falta para tener la vida eterna que todos deseamos

El hombre rico que se engañó así mismo - Reflexiones

En Marcos 10:24 “Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!” este versículo se ha basado en un encuentro que tuvo Jesús con un hombre rico que deseaba ser salvo y se entristeció y afligió cuando Jesús, le dijo que vendiera todo y diera a los pobres.

En la biblia se narra que este hombre tenía muchas posesiones, las cuales podríamos interpretar como mucha cosas a las que se encontraba atado, todas relacionadas con las riquezas, a pesar de que él, cumplía con los mandamientos de la ley de Moisés, desde su juventud, fue incapaz de dejar todo, para seguir los caminos de Dios.

Para seguir el camino que conduce a Dios, es necesario, primeramente seguí a Jesús porque él, dijo que él, es el camino, por otro lado se requiere confianza en el creador, ya que cuando el hombre confía en Dios, sus fuerzas e inteligencia, pasan a otro plano y es Dios quien coordina, todo en la vida de este individuo para su bien y así, deja de ser un hombre rico que se engaña.

Las decisiones que desea Dios que tomemos

Es necesario que entendamos que Dios, es íntegro y lo ideal es que nosotros le retribuyamos de la misma manera en Mateo 6:24 nos dice: "Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y amará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas." Amar a las riquezas es como si estuviésemos amando a otro dios, y eso es traición a Dios.

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El hombre rico que se engañó así mismo
El hombre rico que se engañó así mismo

Existe una diferencia significativa en tener dinero o riquezas para solventar alguna dificultada o para satisfacer necesidades ya sean personales o de algún prójimo al que Dios, le ponga en su corazón que debe ayudar, a pensar que el dinero en abundancia o riqueza, le hará feliz, sin la presencia de Dios, esto es ser un hombre, que se engañó así mismo, y está en el camino de la perdición.

Los caminos del Señor son rectos, y cuando decidimos seguir a Jesucristo, debemos estar claros que es, para hacer su santa voluntad y cambiar nuestra manera de compórtanos en la vida, dejando el egoísmos y buscando cada día a saber más de Dios y su justicia, posiblemente las personas con riquezas, piensa que pueden servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo.

En la palabra de Dios, se nos aclara que esto no es posible, es por ello que se deben tomar decisiones, o se sirve a Dios, o se sirve a las riquezas, debe pedir a Dios que le quite el velo de los ojos, y así dejara de ser el individuo que se engaña así mismo, y se aleja del Dios, lo cual hará que pierda la vida eterna.

En nuestras vidas como cristianos, encontraremos muchos jóvenes ricos que desearan obtener esa paz que solo Cristo da, sin embargo cuando se dan cuenta de que al seguir los caminos de Jesucristo esa parte de su diario vivir como la mentira, el beneficio propio, sin importar el daño que se le hace al prójimo, debe ser abandonado, la situación se les complica y no avanzan.

Y esto ocurre porque muchos actúan, como el hombre rico, que desea servir a Cristo, pero no están dispuestos a dejar sus riquezas, es necesario que el individuo se arrepienta de todo corazón le entreguen sus pecados a Jesucristo y siga sus pasos, borrando de su vida, el egoísmo y muchas malas actitudes que hace, hasta sin darse cuenta y que las mismas, le atan al pecado y muerte.

Todo individuo que se asemeje al joven rico, suele engañarse porque piensa que sus riquezas llenarán todo en su vida, y a medida que va transcurriendo su existir se dan cuenta de que están vacíos que necesitan algo más, para ellos y para todos los humanos, Jesús siempre ha estado ofreciendo su ayuda, porque él es el hijo de Dios, es decir, él, es el camino para llegar al Padre.

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Cuánto nos falta para tener la vida eterna que todos deseamos

Es una pregunta que debemos hacernos, como seres humanos que deseamos obtener la vida eterna y estar con nuestro Señor Jesucristo por toda la eternidad, de verdad creemos que hemos hecho lo que Dios nos pide, o por el contrario somos como el hombre rico que se engaña así mismo pensando que por sus obras será salvo, de ser así, debemos cambiar de pensar ya.

Para ser salvo y tener una vida eterna en el cielo con nuestro Señor Jesucristo la biblia dice en Hecho 16:30-31 “y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” Es el primer paso que debemos colocar en nuestras vidas y ejecutarlo, ya sea que seamos ricos o pobres debemos creer en él y obedecer.

Nuestro Señor Jesucristo nos mando amar a nuestro prójimo como a nosotros mismo, ya sea usted rico o pobre este mandamiento en realidad pocas veces se cumple y por lo general el humano vive sumergido en un mundo egoísta, tal cual como el hombre rico que se engañó, creyendo o penando que por sus múltiples obras seria salvo, sin pensar que este galardón requiere de algo más.

Con relación a ser salvos por las obras que hacemos, en las Sagradas Escrituras Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” ya que al comparar ricos y pobres los últimos estarían aparentemente en desventajas al realizar obras, además que el camino de Dios es espiritual.

Como ya se sabe que tan solo con las obras que se realizan no es suficiente, para alcanzar la salvación de su alma, entonces necesita dejar el engaño así mismo que ha mantenido durante toda una vida, es necesario ubicarse en el terreno espiritual en el que Dios quiere que estemos y es momento de dejar todo por él, hacerlo sin ningún tipo de ataduras, más bien felices de servirle.

En conclusión cuando hablamos de un hombre rico, podemos estar mencionando a alguien que tiene mucho dinero, pero cuando leemos el contexto espiritual, es un hombre que necesita de la paz de Dios y está mal enfocado en su búsqueda y aunque tenga la oportunidad de obtenerla y cambiar, le cuesta dejar todo lo material que pueda tener para servir al Señor.

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El hombre rico que se engaña así mismo, en nuestro diario vivir puede ser una persona con muchas riquezas, que piensa que con ellas podrá conseguir la vida eterna y la salvación de su alma y a ellos los vemos todos los días, también un hombre rico es aquella persona que no tiene dinero, pero cree que con su inteligencia y propios medios podrá salvar su alma.

Si bien Jesús dijo que era más fácil que un camello entrara por el ojo de una aguja que un rico, al reino de los cielos, también es cierto que en la biblia se narra de hombres de Dios, que fueron muy ricos y esta situación nos se presentó, entonces este análisis no es solo para aquel que es rico en dinero, sino para todo hombre que se engaña y no sigue a Jesús como se le ha dicho.

Debemos arrepentirnos de nuestros pecados, pedirle a nuestro señor Jesús que nos perdone, amar a Dios por sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, si hacemos esto dejaremos de ser un hombre rico que se engaña así mismo, porque estamos justo donde Dios quiere que estemos y a partir de esos pasos decirle a Dios heme aquí señor para servirte.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda.

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