13 poderosas oraciones para aliviar el dolor

Índice de Contenido
  1. 2 Corintios 4:16-18
  2. Apocalipsis 21:4
  3. Romanos 8:17-18
  4. 2 Corintios 12:9-10
  5. Job 6:10
  6. 1 Pedro 5:9-10
  7. Salmo 50:15
  8. Salmo 147:3-5
  9. Salmo 6:2
  10. Salmo 68:19
  11. Salmo 18:2
  12. Hebreos 7:25
  13. Santiago 5:14-15

2 Corintios 4:16-18

Hermoso, ¡no me desanimaré por el dolor que siento! No, aunque exteriormente esté pereciendo, interiormente me renuevo cada día. Este sufrimiento temporal está produciendo para mí un peso eterno de gloria, mucho más allá de cualquier comparación. No miro a las cosas que puedo ver, sino a las que no se pueden ver, porque son eternas. Señor, este dolor es insignificante cuando me centro en Ti y en Tu gloria, Amén.

Apocalipsis 21:4

¡Aleluya a Tu precioso Nombre! Enjugarás toda lágrima de mis ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor cuando me reúna contigo en el cielo. ¡Todas estas cosas han desaparecido para siempre! Señor, bendigo Tu Nombre, a pesar del dolor que siento, porque sé que Tú me aliviarás de él, Amén.

Romanos 8:17-18

Dios del cielo, puesto que soy tu hijo, soy tu heredero, un heredero de tu gloria. Pero si he de compartir Tu gloria, también debo compartir Tu sufrimiento. Comprendo que el dolor y el sufrimiento son necesarios en este tiempo, pero lo que sufro ahora no es nada comparado con la gloria que Tú me revelarás más tarde, Amén.

2 Corintios 12:9-10

Señor bondadoso, tu palabra dice que tu gracia me basta: porque tu fuerza se perfecciona en la debilidad. Por eso, en mi dolor actual, glorificaré Tu Nombre porque el poder de Cristo descansa sobre mí Me complaceré en mis debilidades, en los reproches, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias por Tu causa: porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Declaro que el dolor que siento será aliviado en el Nombre de Jesús, Amén.

Job 6:10

Dios de la Paz, me consuela saber que, a pesar del dolor que siento, no he negado las palabras del Santo. Sigo apoyándome en Tu palabra y en Tu verdad. Te doy las gracias por guardarme y por sostenerme en mi dolor. Declaro la curación y el alivio del dolor en mi vida, pues Tú eres mi Asombroso Sanador. Seré libre del dolor que siento, Amén.

1 Pedro 5:9-10

Querido Señor, me mantendré firme en la fe, sabiendo que el mismo tipo de sufrimiento lo experimentan otros cristianos en todo el mundo. Aunque me sienta aislado por el dolor, no lo estoy. Y después de haber sufrido un poco, el Dios de toda gracia (Tú). que me ha llamado a Tu gloria eterna en Cristo, me restaurará, confirmará, fortalecerá y establecerá Amén.

Salmo 50:15

Dios justo, te invoco en tiempos de angustia. Ahora mismo, estoy en apuros, el dolor que siento es insoportable. El dolor que siento me ha mantenido atado durante demasiado tiempo. Pero sé que Tú me salvarás, que me aliviarás de mi dolor. Te doy las gracias por escuchar mi voz y por responder a mi oración Gracias por aliviar mi dolor y por llenarme de paz, Amén.

Salmo 147:3-5

¡Aleluya a tu precioso nombre! Tú curas a los corazones rotos y vendas sus heridas. Por Tu gracia estoy curado del dolor que siento y ya no estoy lisiado por él. Tú también cuentas las estrellas y nombras a cada una de ellas. Padre, Tú eres grande y muy poderoso. ¡No hay límite para lo que Tú sabes! ¡No hay límite para Tu poder! Amén.

Salmo 6:2

Ten piedad de mí, Señor, porque estoy desfallecido; sáname, Señor, porque mis huesos están en agonía. Tengo un dolor insoportable, pero decido acudir a Ti porque sé que sólo Tú puedes curarme. Sólo Tú puedes aliviar el dolor que siento. Te agradezco tu misericordia, te agradezco tu poder divino de curación, pues sin él no tendría el alivio del dolor que Tú me das gratuitamente, Amén.

Salmo 68:19

Creador asombroso, ¡mereces alabanza! Día tras día llevas mi carga, eres mi Dios que me libra. Sé que Tú me librarás del intenso dolor que siento. Lo sé porque eres un Dios que libera; el Señor, el soberano Señor, puede rescatar de la muerte. Me salvas de las angustias y me curas de mis quebrantos. Gracias por aliviarme también de mi dolor, Amén.

Salmo 18:2

Salvador eterno, tú eres mi roca, mi fortaleza y mi libertador Dios mío, mi roca en la que me refugio, mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi baluarte. El dolor que siento no puede superar el poder que Tú tienes en mi vida. Te busco a Ti, mi refugio y alivio del dolor. Gracias por ser mi fuerza y mi escudo en tiempos de gran dificultad, Amén.

Hebreos 7:25

Padre celestial, Tu palabra me dice que Tu hijo es capaz de salvar (curar y preservar) a los que acuden a Ti, porque Tú siempre vives para interceder por ellos. Sé que seré curado de mi dolor porque Tu hijo trabaja en mi favor para mi curación. Te doy las gracias por el trabajo continuo que haces para asegurar que pueda ser sanado a través de Ti, Amén.

Santiago 5:14-15

Precioso Señor, estoy enfermo y con dolor. Ahora mismo rezo sobre mi cuerpo y me unjo con aceite en el nombre del Señor, sé que mi oración de fe me hará sanar, seré aliviado de mi dolor; Tú me levantarás. Seré liberado de mi agonía porque lo he declarado mediante la oración. Guárdame en tus brazos divinos, quita todo el dolor de mi cuerpo, Amén.

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