Viviendo En Los Principios De La Fe

Es fácil subestimar el poder de los Diez Mandamientos. Después de todo, sólo son un puñado de reglas, ¿verdad? Pero si pasas suficiente tiempo estudiándolos, te darás cuenta de que son más que una serie de leyes. Son principios que pueden guiarnos por la vida y ayudarnos a llevar una vida feliz y productiva. Así que aquí tienes algunos consejos para vivir según estos principios.

Viviendo En Los Principios De La Fe

Índice de Contenido
  1. Fe
  2. Acción
  3. Aguantar con paciencia
  4. Esperanza
  5. Virtud y castidad
  6. Bondad fraternal
  7. Caridad
  8. Vivir en todos estos principios
  9. Conclusión

Fe

La fe es creer en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo. La fe es creer en las escrituras y en los profetas que han testificado de Cristo. La fe es creer que la expiación de Cristo fue suficiente para que todas las personas sean salvadas del pecado si se arrepienten de sus pecados y se bautizan. La fe no es sólo tener un testimonio o una opinión; requiere acción de su parte. Requiere que usted actúe sobre lo que sabe por fe para que las bendiciones lleguen a su vida.

Acción

La acción es la única manera de hacer las cosas. Es la única manera de hacer que las cosas sucedan. Es la única manera de conseguir objetivos y marcar la diferencia en tu vida, en tu familia, en tu comunidad y en la sociedad en general. La acción es también el principio más importante porque sin ella no se puede conseguir nada más.

Aguantar con paciencia

Para vivir una buena vida, necesitamos aguantar con paciencia. La paciencia es la capacidad de esperar pacientemente a que las cosas sucedan. Aguantar con paciencia significa:

  • Ser capaz de tolerar las dificultades;
  • Ser capaz de tolerar los errores de los demás;
  • Ser capaz y estar dispuesto a esperar algún resultado bueno de tu acción;

Esperanza

La esperanza es una parte esencial de nuestras vidas. Es una virtud que nos ayuda a superar retos y dificultades, a ser pacientes y a perdurar. Cuando tenemos esperanza en algo o en alguien, significa que creemos que algo sucederá o existirá. La esperanza también significa que crees que tu futuro será mejor de lo que ha sido o podría ser tu pasado. Gracias a la esperanza, seguiremos haciendo cosas buenas aunque no haya resultados todavía, ¡porque pronto llegarán!

Virtud y castidad

En el Catecismo de la Iglesia Católica, la virtud se define como "la disposición habitual y firme de hacer el bien". La castidad o pureza implica dominar nuestros apetitos sensibles siguiendo el plan de Dios para nosotros. La Iglesia enseña que la castidad implica una elección positiva de abstenerse de todo tipo de actividad sexual fuera del matrimonio, no sólo para los adolescentes o los que no están casados. La primera vez que oí hablar de esto, pensé que tenía sentido, pero me pregunté por qué debería importar si estabas casado o no.

La castidad significa mantenernos puros ante Dios y los demás en mente y cuerpo: debemos mantener nuestros sentidos bajo control para que no nos lleven a la tentación (CIC 2331). Esto se aplica tanto a los solteros como a los casados. La castidad incluye la autodisciplina y el respeto a uno mismo; significa respetar el cuerpo de los demás y el propio. Significa usar nuestra sexualidad de manera que muestre amor a Dios y a los demás, en lugar de egoísmo o promiscuidad, por lo que es importante para todos.

Bondad fraternal

La bondad fraternal es un principio sorprendente. Significa ser amable con otras personas, amarlas y tratarlas con respeto. Podemos ampliar este principio siendo amables no sólo con los que están a nuestro alrededor, sino también con los que no están presentes.

Por ejemplo, si estuvieras en la habitación de un hospital solo con un amigo que está enfermo y necesita ayuda para desplazarse, ¿le ayudarías? ¿Te desvivirías por hacer cosas que le facilitaran la vida? Si es así, ¡estás practicando la bondad fraternal!

También podemos aplicar este principio en nuestros propios hogares, siendo amables y respetuosos con los miembros de nuestra familia (padres o hermanos). Deberíamos tratarnos bien unos a otros porque hace que nuestro hogar sea un lugar más agradable para vivir cuando todos se tratan bien en lugar de ser malos o groseros todo el tiempo.

Caridad

La caridad es el amor puro de Cristo, que tenemos hacia Dios, y que Dios tiene hacia nosotros. Es, sin duda, una de las mayores virtudes, ya que brota del amor sobrenatural a Dios, nuestro Creador. La caridad nos une a Dios de una manera que ninguna de las otras virtudes puede hacer por sí sola:

La caridad no es sólo una virtud teologal, sino también "el vínculo de la perfección". De hecho, es el vínculo necesario que une la mente del hombre con la Verdad y el Amor de Dios. Sin la caridad no habría forma de conocer o entender nada sobre la fe, porque todo conocimiento viene sólo de Dios a través de su Amor expresado por nuestra relación con Él a través de Jesucristo como su Hijo y Cabeza (1 Corintios 13).

Vivir en todos estos principios

Estás llamado a vivir según los principios de la fe. Estos principios incluyen:

  • Vivir según el principio del amor
  • Vivir según el principio de la humildad
  • Vivir según el principio de la alegría
  • Vivir según el principio de la paz
  • Vivir según el principio de la esperanza

También debes vivir según todas estas otras cosas que conforman el vivir según la voluntad de Dios: la paciencia, la virtud y la castidad, la diligencia, la tolerancia y el perdón hacia los demás.

Conclusión

Así que has llegado al final de este artículo y esperamos que hayas aprendido algo nuevo sobre los principios de la fe. Esperamos que hayas disfrutado de su lectura tanto como nosotros al escribirlo. Ahora que sabes qué son, cómo funcionan juntos y por qué son tan importantes en nuestras vidas.

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