Venciendo Las Dificultades Con La Ayuda De Dios

Tener dificultades con Dios es una parte normal del ser humano. Todos tenemos luchas y tentaciones que pueden hacernos la vida difícil, pero si estamos dispuestos a confiar en Él y a depender de su fuerza, Él nos ayudará a superar nuestras dificultades.

La Biblia dice en 2 Corintios 12:7-10: "Y para que no me envanezca a causa de la extraordinaria grandeza de las revelaciones, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás para que me acosara y no me envaneciera. Tres veces supliqué al Señor que me dejara, pero me dijo: "Te basta mi gracia, porque la fuerza se perfecciona en la debilidad". Así que ahora me alegro de presumir de mis debilidades, para que el poder de Cristo resida en mí."

Venciendo Las Dificultades Con La Ayuda De Dios

Índice de Contenido
  1. Ten confianza en Dios
  2. Pregúntate a ti mismo: ¿Estoy siendo egoísta?
  3. ¿Te estás aferrando a algo que te impide avanzar?
  4. Busca la sabiduría y la dirección
  5. Busque apoyo y estímulo
  6. Agradece aunque sea difícil
  7. Sé honesto contigo mismo y con Dios
  8. Pensamientos finales

Ten confianza en Dios

Muchas veces nos cuesta confiar en Dios en situaciones difíciles. Muchas veces nos resulta difícil confiar en Dios en situaciones difíciles. Cuando nos enfrentamos a una dificultad, es normal que nos sintamos ansiosos y preocupados por el futuro.

Es nuestra naturaleza humana cuestionar la bondad de Dios cuando nos enfrentamos a tribulaciones y dificultades. Podemos preguntarnos: ¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? ¿Qué he hecho mal? ¿Cómo afectará esto a mi vida?

Debemos recordar siempre que nuestras circunstancias terrenales no nos definen ni determinan nuestro valor como seres humanos; sólo determinan dónde vivimos, con quién vivimos, qué tipo de trabajo o empleo tenemos, etc., pero no determinan quiénes somos como personas ni cuánto nos ama Dios. A menudo surgen estas preguntas:

  • ¿Por qué me pasa esto a mí?
  • ¿Por qué tiene que pasar esto ahora?
  • ¿Cómo voy a sobrevivir si...

Pregúntate a ti mismo: ¿Estoy siendo egoísta?

El egoísmo no es un pecado, pero puede ser destructivo. Es una tendencia humana natural y debemos tener cuidado de no dejar que se interponga en nuestra relación con Dios o con los demás.

Pregúntate a ti mismo: ¿Estoy siendo egoísta? ¿Es algo que realmente necesito? ¿Me ayudará o me perjudicará? ¿Intento ganar algo para mí a costa de los demás? Si es así, ¿por qué lo hago? (Haz lo que le plazca).

¿Te estás aferrando a algo que te impide avanzar?

Todos tenemos cosas que nos frenan, y pueden ser cualquier cosa, desde emociones negativas como la ira o el miedo, hasta una relación poco saludable con otra persona. Estas cosas suelen aparecer en nuestras vidas cuando intentamos hacer un cambio para mejorar. Incluso pueden parecer buenas razones para no avanzar porque nos hacen sentir cómodos o nos mantienen seguros en nuestra situación actual. Pero si las ignoramos, seguirán apareciendo una y otra vez hasta que las afrontemos de una vez por todas.

Busca la sabiduría y la dirección

El siguiente paso es buscar la sabiduría y la orientación de Dios. Esto es lo que llamamos oración. Dios nos ha concedido un don asombroso al poner este poder dentro de cada creyente. Cuando te sientas abrumado por tus problemas o dudas, ¡reza por ellos!

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También puedes pedir consejo sabio a otras personas de tu vida, como tus familiares, amigos o incluso un pastor o líder espiritual de la iglesia (si asistes). También puedes pedir consejo a alguien que haya tenido grandes experiencias vitales, como un mentor o un entrenador, especialmente si ha superado con éxito dificultades similares en el pasado.

Busque apoyo y estímulo

  • Busca el apoyo de tus amigos y familiares. Las personas que te rodean estarán emocionadas por tu nueva vida, pero no siempre sabrán cómo ayudarte. Si hay algo que alguien pueda hacer para ayudar, pídalo. Por ejemplo, si necesita que le lleven en coche o que le ayuden con las tareas domésticas porque es demasiado para usted en este momento de su recuperación, hágaselo saber para que puedan ofrecer su tiempo.
  • Busque el apoyo de Dios. Si tiene alguna duda sobre el amor de Dios por usted durante este tiempo difícil, hable con él al respecto y busque su consuelo a través de la oración o la meditación de pasajes de las Escrituras como el Salmo 103:1-5 (NVI): "Alaba al Señor, alma mía; todo mi interior alabará su santo nombre".
  • Busque el apoyo de un consejero profesional si lo necesita - ya sea en la iglesia o en otro lugar (las personas mayores suelen ser grandes oyentes), los servicios de asesoramiento existen específicamente para proporcionar oídos que escuchen mientras ayudan a guiar a las personas en los momentos difíciles de sus vidas.

Estos consejeros no son necesariamente religiosos, pero podrán escuchar sin juzgar respetando cualquier tradición de fe que tenga más sentido para cada cliente individual que busque ayuda - incluso aquellos que no creen en nada en absoluto, más allá de tal vez sólo sentirse de alguna manera afortunados de estar vivos en este momento después de pasar por lo que se siente como un infierno en sí mismo la mayoría de los días debido simplemente a estar vivo cuando otros ya no lo están.

Agradece aunque sea difícil

El agradecimiento es una elección, una actitud y una disciplina. El agradecimiento es una actitud que nos ayuda a mantenernos positivos incluso en medio de las dificultades. Cuando damos gracias a Dios por todo lo que ha hecho, cambia nuestra perspectiva y nos hace más agradecidos por todo lo demás en la vida. La gratitud también nos da fuerza porque nos recuerda que Dios siempre está con nosotros y se preocupa por cada detalle de nuestras vidas. Agradecimiento significa:

  • Estar agradecidos por lo que tenemos ahora mismo.
  • No estar enfocados en lo que no tenemos -
  • Darse cuenta de lo mucho que Dios me ama

Sé honesto contigo mismo y con Dios

Nunca podrás superar tus problemas si no eres sincero contigo mismo. Tienes que saber cuáles son tus problemas, de dónde provienen y cómo te afectan. Entonces podrá comenzar el proceso de superación. Sin embargo, para tener éxito en esta empresa, es vital que también seas completamente honesto al comunicar estas cosas con Dios a través de la oración.

Pensamientos finales

Si estamos caminando en la fe, los tiempos difíciles pueden ser usados por Dios para traernos una mayor comprensión y confianza en su voluntad para nosotros.

  • Dios hace todas las cosas para el bien de los que le aman.
  • Dios está con nosotros en nuestros momentos de dificultad.
  • Dios es bueno y nos ayudará en los momentos de dificultad.
  • Dios no nos dejará solos ante nuestras dificultades.
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Espero que esto te haya servido de estímulo y que, como resultado, hayas podido dar algunos pasos prácticos hacia adelante. Mientras sigamos esforzándonos por estar más cerca de Dios, nuestra relación con él se fortalecerá.

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