Seamos como el águila - Cualidades según la biblia
Como hijos de Dios debemos ser como el águila que ante las circunstancias, recobra las fuerzas y se renueva en su totalidad para enfrentar los nuevos retos de la vida. El águila es el rey de los pájaros y es un ejemplo de cómo nuestro Señor nos trata.
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Como el águila aprendamos a volar - Reflexiones
La Biblia hace mención de este pájaro varias veces. El águila es el rey de los pájaros representa ser un ejemplo de cómo Dios trata con cada uno de sus hijos. Para aquellos que conocen y confían en el Señor, él les promete que se alzarán alto como las águilas.
De la misma forma en la que mamá águila les enseña a sus aguiluchos a volar dejando la seguridad de su nido, igualmente Dios aumenta nuestra fe permitiéndonos pruebas y adversidades en nuestras vidas.
Sin embargo es fundamental que dependamos solo de él, porque cuando pensamos que podemos hacer las cosas por nuestras propias fuerzas, nos daremos cuenta que nada podemos hacer en este mundo sin su presencia.
Al respecto la palabra señala lo siguiente: “Aquellos que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas, levantarán alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40:31)
En este sentido, debemos ser como las águilas y renovar nuestras fuerzas cada día, pero para ello debemos pasar por un proceso difícil de renovación donde quizás tengamos que perder muchas cosas para ganar otra más valiosa, que es la salvación y la victoria.
Antes de alcanzar la renovación debemos seguir el ejemplo del águila, y el primer paso que debemos considerar es que los aguiluchos tienen que aprender a volar.
Luego de que nace la cría del águila, solo come y duerme, pero una vez que sus alas comienza a crecer, la mamá águila se encarga de que el nido ya no sea un lugar tan cómodo de manera que el aguilucho desee salir de ahí para aprender a volar.
Sin embargo, este es un proceso que puede resultar ser abrumadora, pero la mamá mantiene una pequeña vigilancia sobre su cría de manera que si corre el riesgo de caer, ella vuela por debajo y lo recoge sobre sus alas para que no se lastime.
Finalmente el aguilucho aprende a volar, pero esto implicó todo un proceso de aprendizaje donde se tuvieron que atravesar etapas difíciles de superar, pero el resultado fue victorioso y ahora puede volar alto en los suelos así como lo hizo su madre.
Cualidades del águila - Cómo podemos renovar las fuerzas como el águila
Una vez que el águila ya aprendió a volar, tendrá igualmente muchos retos que enfrentar. Este hermoso pájaro no vive en los lugares bajos, el águila fue creada para volar en lugares altos, y pueden volar tan alto que no pueden ser percibidos por el hombre, ni pueden ser alcanzados por el rifle de un cazador. De igual manera, estamos llamados a volar en lugares altos.
De esta manera, nuestra mente puede ser renovada cuando logramos comprender a profundidad los propósitos del Señor para cada uno de sus hijos.
En este sentido, podemos ser libres de toda atadura, de pensamientos malos y conductas que no son agradables a Dios. Él quiere que seamos santos y lleguemos a ser como Jesucristo su Hijo. Pero para ello debemos pasar por un proceso al igual que las águilas y dejar nuestro lugar de confort, salir del nido y volar alto.
Siguiendo este mismo orden de ideas, es importante resaltar que este pájaro tan especial y espléndido posee muchas cualidades que debemos considerar para aprender de él, dentro de las cuales encontramos las siguientes:
Cuando las águilas viven libres son las aves más limpias, pero cuando están en cautividad son las más sucias.
1.- Las águilas se remontan
En lugar de emplear sus propias fuerzas y batir sus alas como lo hacen otras especies de pájaros, utilizan las corrientes de los vientos para poder extender su vuelo al máximo. Cabe destacar que antes de remontarse, este pájaro analiza el viento y se posa sobre una roca.
Una vez que considera que el tiempo es perfecto sale y se eleva con sus grandes alas. Esto lo hace sin sentir ningún esfuerzo, solo expande sus alas y busca elevarse cada vez más alto.
En este sentido, cuando lo relacionamos con la vida espiritual de un creyente, se debe resaltar el hecho de que la biblia hace alusión al Espíritu Santo de Dios como un viento. Nosotras podemos cooperar con el Espíritu Santo y permitir que la Palabra del Señor nos acerque más a Jesús.
Como hijos de Dios tendremos muchas luchas en el camino, pero si nos remontamos como las águilas estaremos por encima de los problemas porque cuando estamos con Cristo, nada nos puede alejar de nuestro propósito en esta vida.
2.- Las águilas atraviesan un periodo de renovación
Cuando este pájaro logra tener la edad de sesenta años de edad, requieren un tiempo de renovación, y por eso el águila busca un lugar secreto arriba en las montañas, donde empieza a arrancarse las plumas que han sido dañadas por años y esto le causa un gran sangrado. Pero este animal, espera pacientemente a que los rayos del sol le sanen.
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Cuando el águila pasa por este proceso de renovación, se libra del peso muerto de sus plumas y permite un lugar para un nuevo crecimiento. Si no pasara por este proceso para limpiarse y obtener alas nuevas, no podría vivir tanto como lo hace, ya que puede llegar a los 120 años.
De la misma manera que las águilas, nosotros también en algunos momentos, necesitamos pasar por un proceso de renovación, donde necesitamos apartarnos y librarnos de todo aquello que nos pesa y nos ata, y no nos deja crecer espiritualmente. Así que cuando el Señor nos renueva, él comienza a quitarnos cosas que no nos permite avanzar en los caminos de luz.
Por eso debemos pasar por muchas pruebas donde tendremos que enfrentarnos contra el enemigo que busca afligirnos y desviarnos del propósito que tenemos como hijos de Dios que somos. Al respecto la palabra nos señala lo siguiente: “Todas las cosas ayudan para bien de aquellos que aman a Dios” (Romanos 8:28).
3.- El águila tiene que morir
Cuando este pájaro está cerca de su muerte, vuela a su lugar favorito de la montaña, abre sus alas alrededor de sí mismo, mira los rayos de sol y muere. De la misma manera, cuando conocemos al Señor, puede morir con dignidad y con una maravillosa esperanza.
Al respecto el Salmo 116:15 señala lo siguiente: “Preciosa es a los ojos de Dios la muerte de sus santos”. El tema de la muerte puede resultar algo perturbador, pero como creyentes debemos tener claro que estamos en este mundo de forma temporal.
Por esta razón, Jesucristo nos enseña con su ejemplo la forma de vencer la muerte y tener entrada a la vida eterna al Reino de los cielos. Ante esto el Señor le dice a sus discípulos antes de morir lo siguiente:
“No se preocupen ni sufran. Si confían en Dios confíen también en mí. Allá donde vive mi Padre hay muchas moradas y voy a prepararlas para cuando vayan. Cuando todo esté listo, volveré y me los llevaré a ustedes, para que estén siempre donde yo esté” (Juan 14:1-4).
Así como el águila mira el sol en su lecho de muerte, nosotros también podemos mirar al Señor cuando nos llegue el tiempo de partir de este mundo. Pero podremos morir con la esperanza puesta en Cristo, confiando en sus promesas eternas: “Yo soy la resurrección y la vida, aquellos que creen mi, vivirán, aunque mueran y aquel que vive y cree en mi jamás morirá” (Juan 11:25-27)
En este sentido, la palabra de Dios nos muestra que existe vida más allá y ahora debemos prepararnos para ese viaje hacia la eternidad. Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan 14:6) Así que como las águilas, algún día nos remontaremos hacia las alturas para vivir con Dios para siempre.
El águila presente en la biblia
La primera referencia que encontramos en la Biblia, la encontraremos en el libro de Éxodo 19:4, en donde Dios le dice al pueblo mediante su siervo Moisés cómo Él actuó contra los egipcios y cómo los sacó de Egipto y “cómo los tomé sobre alas de águilas, y los he traído aquí”
En este sentido, Dios está describiendo un suceso en el mundo espiritual, mientras liberaba al pueblo de Egipto, con una simbología que relata lo que sucedió en el mundo terrenal.
Y señala esto mencionando a este pájaro como una simbología que hace alusión a lo que significa la libertad, y está diciendo esto, mientras está con Moisés en la cima del monte Sinaí, en las alturas: “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí” (Éxodo 19:4)
Por otro lado, el águila se menciona en la biblia como uno de los mandamientos y ordenanzas con respecto a los alimentos puros e impuros, sobre aquellos que son comestibles y no comestibles, y el águila aparece como un ave impura que no se puede comer, tal como lo vemos en el siguiente pasaje: “Y de las aves, estas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el azor” (Levítico 11:13)
Esta ave en las Sagradas Escrituras es considerada como una “abominación” que no es apta para ser consumida por las personas, ya que es aborrecible e inmunda.
En otro orden de ideas, el águila aparece en la biblia como una de las maldiciones a la desobediencia del pueblo a los mandamientos, estatutos y ordenanzas que el Señor implementó en la Toráh, en la cual Él promete que traerá “una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como el águila” (Deuteronomio 28:49).
Esta referencia al águila puede contrastar lo que se señala cuando Dios declara que sacó a su pueblo “sobre alas de águilas”, y aquí les da una promesa al pueblo de Israel que promete que traerá una nación extranjera, lejana, del extremo de la tierra, que vuele como el águila.
En este sentido, podemos apreciar el doble significado que puede tener un símbolo en el lenguaje profético del Señor, donde un mismo símbolo puede tener un significado tanto positivo como negativo, dependiendo del contexto: “Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas” (Deuteronomio 28:49)
De esta manera, en la biblia podemos encontrar diferentes significados relacionados con este pájaro, donde Dios nos quiere transmitir un mensaje. En el libro de Deuteronomio 32:11 podemos apreciar un cántico profético de Moisés, en el cual describe a Jehová como un águila sobre su nido, que cuida a sus polluelos, los protege y los lleva sobre sus plumas, por lo cual Él es el guía de su pueblo:
“Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas”
De igual forma podemos encontrar al águila en otro cántico profético de David en el cual relaciona a este pájaro con los leones, donde describe al águila como aves que señorean en el cielo, mientras que los leones son considerados bestias:
“Saúl y Jonatán, amados y queridos; Inseparables en su vida, tampoco en su muerte fueron separados; Más ligeros eran que águilas, Más fuertes que leones” (2 Samuel 1:23)
Aquí se describen a las águilas como pájaros que vuelan ligeros y con rapidez, y a los leones como animales que atacan con ferocidad y fuerza.
En este sentido, Dios menciona al águila en su palabra para enseñarnos sus destrezas y su estilo de vida, el cual es un digno ejemplo para nosotros los creyentes que tenemos que pasar por pruebas y adversidades para obtener la victoria, de la misma forma que las águilas deben superar retos para alcanzar alturas no percibidas por el hombre.
Dios quiere que seamos como el águila en el buen sentido, que seamos resistentes y capaces de soportar el dolor y las pruebas para poder ser renovados, obteniendo nuevas fuerzas y nuevos retos conforme a la voluntad de Dios.
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