Principales Parábolas De Jesús. Explicación

Aquí veremos un  poco de cada una de las principales parábolas de Jesús. La parábola de la oveja perdida, también conocido como el Parábola del Pastor Bueno, es una de las parábolas más famosas del Nuevo Testamento. Es posiblemente las historias más famosas en toda la Biblia y es considerada como "un clásico entre los clásicos".

Traducido literalmente desde el griego al español moderno, este pasaje dice: “El reino de los cielos puede ser comparado a un pastor que tiene cien ovejas. Una de ellas se extravió fuera del rebaño. Entonces él se fue a buscarla hasta que pudo encontrarla.

Luego, regresó a su casa con su nueva oveja sobre sus hombros y gritó alegremente: ¡Hemos encontrado una oveja perdida! Con esto yo te digo que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos."

La parábola del sembrador

La parábola del sembrador, de Mateo 13:1-9, es una de las más famosas y conocidas por todos los cristianos. Es una parábola sobre la forma en que Dios siembra el evangelio en nuestra vida. La palabra “parábola” deriva de la palabra latina para significar “un discurso que se compara a otro algo”.

Por ejemplo, cuando decimos que la vida es un viaje o que “la fortuna está lanzada” en algo que nos pasa (como lo hace un dado), estamos usando dos cosas conectadas por la comparación entre ellas como metáfora para explicar algo más complicado. En el Nuevo Testamento, Jesús usó este tipo de comprensión simbólica a menudo para explicar ideas abstractas relacionadas con su propia persona y el plan divino para salvar a los hombres.

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Este tipo de lenguaje desempeña un papel importante en cualquier comunicación religiosa; sin embargo no lo vemos mucho hoy día debido a nuestro mundanal pragmatismo y materialismo secularizados (que incluyen nociones tales como "léase" literalista).

La parábola de los talentos

La parábola de los talentos es una de las más importantes enseñanzas de Jesús. Es una de las más conocidas y citadas por los creyentes cristianos. La historia de la parábola de los talentos se encuentra en el capítulo 19 del Evangelio según San Mateo:

"Al otro día, después que hubo subido al templo, le llamaron a sí sus discípulos y les dijo: «¿Os habéis enterado cómo caerán sobre este monte gigantes? Pues si no escucháis estas cosas que hoy os digo ello será por vuestra culpa»."

La parábola del hijo pródigo

El padre de un hijo mayor y una hija menor tenía granja, pero era muy avaro y no repartía sus beneficios con sus hijos. El mayor trabajaba duro para el padre y el menor sólo pensaba en divertirse. Un día, el muchacho decidió viajar lejos con sus amigos para festejar. Ellos lo invitaron a comer y beber mucho alcohol antes de irse, y él quedó ebrio por lo que se gastaron toda su herencia en una sola noche de diversión.

Cuando el chico despertó al día siguiente sin dinero ni posesiones, se vistió con ropas desgastadas y salió a buscar trabajo en la granja del vecino para tener algo que comer hasta que pudiera volver a casa e intentar convencer a su padre de lo equivocado de su conducta anterior.

Después de varios meses trabajando junto a los animales en la granja vecina, se hizo íntimo amigo del vecino; espiaban juntos a los rebaños del otro y compartían secretamente la comida después del trabajo diario. El joven pronto encontró ganas de ser responsable y decidió volver a su casa para hablar abiertamente con su padre acerca de las cosas que había aprendido durante este tiempo apartado de él.

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La parábola de las monedas perdidas

La parábola de las monedas perdidas es una de las parábolas más importantes de Jesús. En esta parábola, Jesús nos revela que el Reino de Dios es como un dinero (piedras preciosas) que ha perdido y encuentra en un campo. La palabra griega para "dinero" es lepton, que también significa piedra preciosa.

Esta palabra se traduce a veces como malaquita o piedra semipreciosa (en lugar de diamante). Es importante notar que la Biblia no dice cuántos centavos eran estas monedas; simplemente nos señala que son semipreciosas y valen algo más que no tienen valor propio por sí mismas y necesitan ser refinadas antes de ser útiles para el propósito para el que fueron creados por su dueño original

La parábola del buen samaritano

Jesús comienza a hablar de la parábola del buen samaritano:

• "Un hombre iba de camino a Jerusalén, y cuando estaba cerca de Ephraim, le salió al encuentro un hombre que venía de Galilea. Le preguntó: '¿Vas a Jerusalén?' Él le dijo: 'Sí, he ido'. El otro le preguntó: '¿Me harías favor? Te voy a dar cinco panes; lleva este bulto hasta tu casa; y yo me volveré por otra parte. Y el que se fue con él respondió: 'Hombre, no puedo hacerte ese favor porque tengo prisa'. Pero el Samaritano dijo piadosamente al hombre que lo había detenido: 'Dame el bulto y tú ve enseguida a tu casa; pues yo te digo que no podrás llegar allá mientras no hayas comido y descansado un poco'. Entonces el hombre tomó los cinco panes y los otros dos peces echándolos en un zurrón para llevarlos después al mercader."

La parábola de la red

La parábola de la red es una narración que se utiliza para explicar lo establecido por Jesús sobre los misterios del reino. En la parábola, un pescador cree que puede ganar dinero con su negocio de capturar peces en la mar. Él lanza su red al agua y espera que las presas se aparezcan en ella. De esa manera, el pescador haría lo que siempre había hecho: pescar con una red de pesca.

Había pasado mucho tiempo sin lograr sacar nada del mar; estaba preocupado por no tener nada que comer y no saber qué hacer con su familia si las cosas continuaban así. De repente, vio un gran tiburón dentro de su red; trató de sacudirlo fuera, pero el animal era demasiado grande y no podía salir solo. El hombre tiró del anzuelo hasta arriba y fue arrastrando el animal desde donde estaba hasta el lugar donde habían atracado sus barcos (que eran pesqueros).

Pusieron al gigantesco tiburón en un barril lleno de agua salada y se prepararon para marcharse después de verificar si habían capturado algo valioso en sus redes durante la jornada laboral. El dueño del barco contó cuatrocientos denarios entre los demás compradores —el equivalente a un mes de salario— antes de irse a casa contento.

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La parábola del trigo y la cizaña

• La parábola del trigo y la cizaña es una parábola de Jesús sobre la división del Reino de Dios. Esta parábola se encuentra en el Evangelio del gran (Evangelium Magnum), que es uno de los cuatro evangelios canónicos, aunque también puede encontrarse en otros textos pertenecientes al Nuevo Testamento (por ejemplo, en las cartas de Clemente).
• En esta historia, Jesús explica cómo tratarán los hombres con quienes no son creyentes del camino correcto: "Como el sembrador siempre arroja primero su semilla y luego va a buscarla para separarla de la cizaña".
• El sembrador representa al Señor y sus fieles discípulos (ver Juan 18:36). A continuación se describe a estos discípulos como gente sencilla que hace actividades comunes en su vida diaria y vive su fe sin ostentación ni adulación exagerada (ver Mateo 6:1-4). Un día Jesús les preguntó si ellos querían seguirle; él les explicó claramente que este camino no sería fácil porque entre sus miembros habría personas que seducirían con falsas doctrinas para alejarles del verdadero sendero espiritual; pero ellos contestaron con entusiasmo afirmativo diciendo: "Sí!".

La parábola de la oveja descarriada

La parábola de la oveja descarriada es una parábola de Jesús. Es una parábola sobre la salvación. En esta parábola, hay tres personajes: el pastor, las ovejas y el ladrón. El pastor es Dios, que es un buen pastor y cuida a sus ovejas como siempre ha hecho desde los tiempos del Antiguo Testamento.

Las ovejas son todos nosotros: los humanos que no tenemos ningún poder para salvar nuestras almas por nosotros mismos porque somos pecadores (pero aún así necesitamos ser salvados). El ladrón representa Satanás o el diablo, que quiere matarnos porque no queremos vivir en su mundo lleno de maldad.

Las más importantes enseñanzas principales de Jesús

Las parábolas de Jesús son una gran fuente de enseñanzas y consejos. Aquí están algunas de las más importantes:

• La parábola del sembrador: explica cómo se deben sembrar las buenas nuevas de Dios en el mundo. Unas pocas semillas caen lejos del camino; otras, entre la maleza; otras, en los caminos; otras no llegan a tierra fértil sino a la roca dura. Pero cuando el sol calienta la tierra y esta germina y da frutos agradables y sabrosos.
• La parábola del hijo pródigo: contiene una lección sobre el perdón que necesitamos para ser salvados por Dios. La historia narra que dos hermanos tuvieron la misma madre e idéntico padre biológicamente hablando pero no tenían las mismas oportunidades económicamente hablando ya que uno era rico y otro era pobre (el hermano mayor). El primero se fue a vivir lejos de su casa para emprender un negocio propio llevado por su amor propio mientras que el menor permaneció en casa trabajando quizás porque les gustaba ayudar a sus padres (comerciantes) con su labor diaria para poder tener mayores ganancias comerciales dentro de ese medio familiarizado con ellos mismos.

Conclusión

Las parábolas son una forma muy efectiva para comunicarlo. Simplemente leía las parábolas de Jesús y reflexionaba sobre los temas principales, como el amor y la compasión. Puede que no haya nada nuevo que aprender aquí, pero tal vez valga la pena volver a pasar por ellos con estos pensamientos en mente.

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