Milagros de Jesús según el evangelio de Juan Segunda Parte - Milagros sobrenaturales

Los Milagros de Jesús según el evangelio de Juan segunda parte, es la continuación de algunos de los milagros más relevantes que hizo Jesús cuando vino a este mundo, y todo con el objetivo de que el hombre creyese que él era el Cristo el hijo de Dios todopoderoso, de esa manera cada individuo tendrá vida eterna en su nombre, además que con todos estos milagros sobrenaturales de Jesús, solo podían ser realizados por el hijo de Dios, de lo contrario nunca se hubiera visto.

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En este evangelio de Juan podemos observar dos milagros sobrenaturales que realizó Jesús, aunque no hubo sanación de enfermos, si hubo vieron a Jesús caminando sobre el mar y una multiplicación de los alimentos, son milagros o situaciones que ningún hombre podría hacer y que demostró que como hijo de Dios, podía hacer estos milagros y muchos más.

1.- Alimentación de los cinco mil

Estando Jesús en la tierra predicando el evangelio, haciendo milagros a la humanidad, llego un momento en que mucha gente le seguía, porque querían saber más de Dios y a su vez necesitaban ser sanados, estas acciones fueron difundidas por todos lados, a tal extremo que llego un momento en que había tal cantidad de gente que Jesús realizo uno de sus milagros sobrenaturales.

Hemos leído de los milagros realizados por Jesús, relacionados con transformaciones de la materia, o milagros relacionados con la obtención de la salud, de acuerdo al evangelio de Juan, pero observamos Jesús, realizo milagro que le permitió demostrar aún más, el poder que tiene el hijo de Dios, y fue la multiplicación de los alimentos de una manera sobrenatural.

En Juan 6:5 “Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos?” sí analizamos esta pregunta notamos que era imposible que los apóstoles pudieses resolver esta situación, eran demasiadas personas, pero la pregunta fue hecha para que una vez más, se viera el gran poder de Jesús y su gloria.

Pero además de lo sobrenatural del milagro, narrado en el evangelio de Juan, analizaremos los eventos que se desarrollaron para que esto se suscitase, debemos mejorar nuestra manera de confiar en Dios, el apóstol Felipe, le comunicó a Jesús que solo tenían doscientos denarios, esa actitud, no presento descanso en Jesús, ni fe en su poder, así somos muchos.

Sin embargo, apóstol Andrés se podría ver más diligente, porque sabía que en las manos de Jesús, estaba la solución, así que le indicó que un joven tenía cinco panes y dos peces, descansando esa angustia en nuestro Señor Jesús su poder y gloria, él no sabía cómo lo iba a hacer, pero si sabía que él solucionaría ese inconveniente, a eso le llamamos fe, confianza.

Por otro lado el joven de los cinco panes y los dos peces, pudo haberse comido en silencio su alimento, pero él, decidió entregar todo a Juicio de Jesús, y esté multiplico cada pan y cada pez a tal extremo que comió una multitud de cinco mil hombres y sobro, este tipo de milagros de Jesús permite tener en cuenta que aunque veas, que es poco o mucho solo hay que confiar en Jesucristo.

En Juan 6: 11-12 dice: “Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada” Obsérvese la fe y confianza del hijo hacia su Padre.

Jesús tomó los alimentos y dio gracias porque él sabía, que ese alimentó sería multiplicado por su Padre, a esta confianza inquebrantable se le llama fe, descansar en el todopoderoso, cuando nuestra comunión con Dios alcanza el nivel que tiene Jesús, ocurren milagros en nuestras vidas como los que se narran en el evangelio de Juan y de los que todos queremos vivir.

Cuántas veces ha agradecido usted a Dios, por el aire que respira, porque pude ver, oír, caminar, muchas veces se nos olvida y otras ni lo hacemos, esto debe ser una necesidad en nuestras vidas así como respiramos, Dios nos dibuja todos los días un paisaje nuevo, acaso lo disfruta usted, despertamos, tenemos salud, a pesar de tantas enfermedades, que existen en el ambiente.

Si comparásemos este milagro con nuestro diario vivir nos daríamos cuenta de que muchas veces nos angustiamos con problemas grandes o pequeños en vez de poner todo en manos de Jesús, se imagina cuántos milagros sobrenaturales podría experimentar en su vida, y esto sería porque para nuestro señor Jesucristo no existen límites, él es el hijo de Dios.

Pongamos nuestras vidas, talentos, dones en manos de Dios, él sabrá que hacer con ellos, como guiarnos para que multipliquemos cada uno de ellos en las obras, del Señor hagamos todo esto con fe, esperanza, amor, porque para Dios no hay límites de nada, todo esto dará testimonio de su poder demostrando que es el todopoderoso, ayer, hoy y siempre.

2.- Jesús camina sobre el mar

En Juan 6:18-19-20 “Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. Mas él les dijo: Yo soy; no temáis.” Este quinto milagro de Jesús es imposible de realizar dentro de lo que son las leyes de la física, pero para Dios, no hay imposibles.

Si bien se narra que Jesús no estaba en la barca con sus discípulos, que ellos tuvieron miedo al verlo caminar por las aguas, también se narra que al final llegaron a puerto seguro con Jesús en la barca, ahora veamos este milagro sobrenatural en nuestras vidas, en ese día a día que nos atormenta, las rutinas, la depresión, las finanzas mal planificadas, el desamor, la soledad.

Todo lo nombrado y mucho más, son tormentas que vivimos cada ser humano, al igual que los discípulos, y notemos que los discípulos con esa tormenta tuvieron miedo, al igual que nosotros, sin embargo aquí vemos reflejado uno de los milagros de Jesús, y este se puede repetir en nuestras vidas si dejamos que Jesús, entre a nuestros corazones, él tomará el control en esas tormentas.

Cuando Jesús no está en nuestras vidas y corazones, las tormentas del diario vivir nos destruyen, nos acosan, son ese enemigo que esta como león rugiente pendiente para devorar a su presa, pero cuando nosotros le pedimos a Jesús que entre a nuestra vida, esas tormentas pasan a ser pequeñas, y no nos asustan, ni nos hacen daño, porque Jesús nos defiende, da paz y confianza.

Para concluir debemos tener siempre presente que Jesús es el hijo de Dios, que es el único que puede hacer milagros sobrenaturales en nuestras vidas, desde ayer, hoy y siempre, estos milagros de Jesús fueron y son maravillosos en cada ser humano y no solo lo podemos espera de una manera tacita como sucedieron, todos los días el hijo de Dios puede obrar en su vida de esa forma.

Para Dios no hay ni habrá límites, los límites los pone usted, y para que no se presenten en su vida, usted debe tener fe, en que él, va a obrar de una manera maravillosa y sobrenatural, descansemos en el Señor, hagamos silencio, y pase lo que pase, no tengamos miedo porque Jesús, está en nuestra barca, él es la luz y cuando esto sucede, no hay tormenta que él no pueda controlar.

Pongamos nuestras vidas y corazones en las manos del Gran Yo Soy, y veremos su gloria en nosotros suceder, además que haremos cosas maravillosas para su ministerio y su luz nos guiara siempre y por siempre.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda

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