La oportunidad de tu vida –  Qué significa estar firmes en Dios

La oportunidad de tu vida se presenta cuando tienes el privilegio de aceptar a Jesús como tu único y verdadero Señor y Salvador. De esta forma, el mundo es maravilloso para aquellos que permanecen firmes en Dios, pero cuántas oportunidades hemos dejado pasar en nuestras vidas, cuántas oportunidades nos va a dar Dios, nadie sabe cuántas oportunidades va a tener, porque llegará un momento en que se termina la oportunidad de arrepentirse, se termina la gracia, cuando Cristo vuelva ya no habrá más oportunidades.

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La oportunidad de tu vida –  Qué significa estar firmes en Dios

En las Sagradas Escrituras, en Apocalipsis 22:11 “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.” Es decir llega un momento en que ya no hay oportunidad en su vida y yo te pregunto, tu sabe hasta cuándo Dios, le va a dar oportunidades, no es mejor estar preparados.

Por ello hay que aferrarse firmemente a Dios, a nuestro Señor Jesucristo, para no equivocarnos y mantenernos imitando a Jesús, alejándonos del pecado. En Mateo 24:36 dice “Pero acerca de aquel día y hora, nadie sabe; ni siquiera los ángeles de los cielos, ni aun el hijo, sino sólo el padre”, es decir nadie sabe cuándo es la última oportunidad de su vida, nadie sabe cuándo regresará Jesús.

Si confiamos en Dios Él nos dará todo lo maravilloso que nos merecemos y nos corresponde, no pierda la oportunidad de aceptar a Jesús y buscar la palabra de Dios, enfóquese en Jesucristo, con todo su corazón y él reconfortará su vida. Cuando las personas planean las cosas sin incluir a Jesús, tarde o temprano lo planificado no saldrá como lo había deseado, porque falta la bendición de Dios.

En Gálatas 6:7-8 dice “No os engañéis Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción, más el que siembra para el Espíritu del Espíritu segara vida eterna”. Sembremos para nuestro Señor, para su ministerio sembremos el amor de Dios, en nuestras vidas esta es la gran oportunidad.

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Jesús, te puede cambia, su poder puede cambiar todo, porque es el hijo de Dios, grande en misericordia y poder, en las Sagradas Escrituras hablan de hombres como Moisés, Ezequías entre otros, los cuales permanecieron fieles a Dios, y por eso el Señor estuvo con todos ellos, les bendijo siempre, y es porque obedecer al Padre Celestial, tiene su recompensa una de ellas es tomar las oportunidades. 

Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” Dios te dice que no hay nada en tu vida que él, no pueda hacer. Siempre hay confusión cuando no escuchamos a Dios, por ello te sugiero, que estés atento a su voz, escucha tu corazón, y te verás aprovechando las oportunidades de la vida. 

Escuchar a Dios y esperar en él, es un principio básico en la vida cristiana. Si nos adelantamos a Dios, habrá dolor y dejaremos pasar las oportunidades que se nos presenten por no esperar su dirección. Hay que hacer lo que Dios, dice y no lo que dice el hombre. Pregúntese, dónde está Dios, en los planes de mi vida, y sino esta es hora de incluirlo, invítelo porque sin él, no somos nada, no aprovechará nada.

En Marcos 10:51-52 “Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.” Esta fe, esta certeza es la que Dios quiere que tengamos, pida y hoz se les dará, si tienes fe en Dios.

Para concluir le digo que hay oportunidades que Dios, manda a tu vida, en sí, todos los días son una nueva oportunidad, por eso es necesario que Cristo, viva en nuestro corazón y vida, seremos guiados por él, Espíritu Santo y aprenderemos a vivir en el espíritu para poder disfrutar de cada oportunidad y llevar frutos al reino de Dios, bendiga todo lo que Dios, le da porque es un regalo.

Mediante el Espíritu Santo Dios, nos sensibiliza, y leyendo la biblia, conocemos a Dios, y así aprendemos cuál es la voluntad. Al igual que Bartimeo, si usted llama a Jesús, le oirá y responderá, y no solo en situaciones carnales que son importantes sino en las espirituales que nos llevaran a la vida eterna con el Padre, por medio de Jesucristo, sin fe es imposible agradar a Dios, tengamos fe en Cristo.

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La vida es una oportunidad con Dios, y para Dios, al igual que pensó Bartimeo que esa podía ser su última oportunidad para recobrar la vista, estar vivíos hoy, puede ser la última oportunidad para ser salvo, no la dejes pasar, ve a los pies de Cristo y ofrécele tu corazón y vida. El hijo de Dios vino al mundo para reconciliarnos con el Padre, el momento es hoy y ahora no lo pierdas.

Recuerde hoy y siempre las oportunidades son en vida y todos debemos aprovechar primeramente la de salvar nuestras almas para la vida eterna con Jesucristo, su muerte en la cruz y su resurrección no deben pasar en vano, todo lo hizo para darnos una oportunidad, no la deje perder, porque cuando Cristo regrese, ya no habrá más oportunidades, allí él, vendrá a juzgarnos.

No sabemos cuándo vendrá el hijo de Dios, de nuevo, en sí, nadie lo sabe solo el Padre, que está en los cielos, y no crea en insinuaciones, ni adivinos, pero si en la biblia que te dice que los tiempos están cerca, que la profesáis se están cumpliendo, y que el hijo de Dios, vendrá como ladrón en la noche, aprovechemos la oportunidad de salvar nuestras almas en el nombre de Jesús.

Le sugiero que antes de pedir tantas cosas que le son necesarias en el mundo, vaya a un lugar a solas con Jesús, pídale perdón por sus pecados, sí, por sus pecados porque todos pecamos, dígale que quiere que entre a su corazón como su único Señor y Salvador, que escriba su nombre en el libro de la vida y no lo borre jamás, si aprovecha esta oportunidad, las demás vienen por añadidura.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda

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