La naturaleza del tiempo de Dios – En qué consiste

La naturaleza del tiempo de Dios nos hace comprender que su tiempo es distinto al de nosotros, ya que su tiempo no es terrenal ni temporal sino que es un misterio.

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Por lo cual debemos esperar en él y tener la certeza de que Nuestro Señor tiene el control de todas las cosas y que su tiempo es perfecto. Al respecto la palabra nos señala lo siguiente: “Más, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” (2 Pedro 3:8)

De esta manera, el tiempo de Dios encierra un misterio que nuestra mente finita y natural no puede comprender a totalidad. Sin embargo como hijos de Dios estamos llamados a esperar en él y confiar en su perfecta voluntad.

Índice de Contenido
  1. La naturaleza del tiempo de Dios – En qué consiste
    1. 1.- La naturaleza del tiempo de Dios afecta nuestra vida
    2. 2.- Dios actúa eternamente
    3. 3.- Redime a sus hijos hasta la eternidad
  2. Cómo se presenta Dios – Cuál es su naturaleza
    1. 1.- Dios es soberano
    2. 2.- Dios es Santo
    3. 3.- Dios es Omnipotente
    4. 4.- Dios es Omnisciente
    5. 5.- Dios es inmutable
    6. 7.- Dios es amor

La naturaleza del tiempo de Dios – En qué consiste

La noción del tiempo para nosotros en este mundo se basa en lo que hemos conocido de él como algo que se puede medir, por esta razón resulta difícil comprender la naturaleza del tiempo de Dios con nuestra mente finita.

Sin embargo, Jesucristo cuando ascendió al Reino de los cielos, nos dejó el Espíritu Santo y a través de él nuestros ojos espirituales son abiertos y de esta forma podemos conocer a Dios y sus misterios.

En este sentido, para comprender la naturaleza del tiempo de Dios es importante analizar diferentes conceptos que nos permitan aprender más sobre este tema tan interesante, tales como los siguientes:

1.- La naturaleza del tiempo de Dios afecta nuestra vida

El apóstol pedro nos expone una advertencia clara acerca de aspectos que debemos considerar para comprender la naturaleza del tiempo del Señor, y es el hecho de la influencia que Dios ejerce en nuestras vidas, tal como lo expresa el siguiente pasaje:

“Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3:8-10)

En esta cita, el apóstol Pedro  una la frase “para con el Señor” para hablarnos no solo de la incidencia del tiempo de Dios hacia sí mismo y sus acciones, sino que además se aplica para todos aquellos que deciden vivir su vida con él y abrirle un espacio en su corazón, para aquellos que deciden caminar diariamente en su presencia.

Es significativo saber que Nuestro Dios es hermoso y que no estamos solos, que no andamos errantes en este mundo y que la naturaleza eterna de su tiempo recae en cada uno de sus hijos.

En la biblia podemos ver cómo Dios estuvo con el pueblo de Israel siempre y los sacó de la esclavitud que vivían en Egipto. Dios se manifestó con Poder y Gloria y respaldó a su pueblo en todo momento y se mostró como una columna de nube para darles dirección y como una columna de fuego en la noche para alumbrarles y nunca se apartó de ellos, esto lo podemos apreciar en el siguiente pasaje:

“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego” (Éxodo 13:21-22)

La naturaleza del tiempo de Dios
La naturaleza del tiempo de Dios

Así como Dios estuvo de forma permanente con el pueblo de Israel, de la misma manera está con sus hijos actualmente, y a través de su Santo Espíritu nos conduce a toda verdad. Es nuestra luz en medio de la oscuridad y nuestra nube que nos da sombra y nos guía. Nos ayuda a seguir por sus senderos de justicia, espera el tiempo de Dios, el cual es perfecto.

2.- Dios actúa eternamente

Resulta difícil comprender que cada momento que estamos en este mundo con Dios, tenemos el poder de trascender por la eternidad, cuánto nos cuesta comprender que nuestras decisiones y acciones puede ser decisivo para la concreción de nuestro propósito en este mundo.

Dios siempre estará con nosotros, él es eterno y su tiempo también lo es. Sin embargo vivimos en este mundo y aquí el tiempo avanza rápidamente, por lo cual debemos aprovechar cada instante al máximo y prepararnos para el gran día en el cual veremos a Cristo cara a cara, y estando en su presencia tendremos la paz infinita.

Luego de que Dios sacara al pueblo de Israel de Egipto, decidió que era tiempo preciso de establecer leyes y normas claras a seguir para que el pueblo alcanzara todas las promesas que se le habían otorgado a Abraham, Isaac y Jacob, y además tomó la decisión de encontrarse cara a cara con Moisés en el monte Sinaí para hablarle al pueblo y a través de Moisés les señaló diferentes mandatos que debían obedecer.

En este orden de ideas, Dios estableció en primer lugar que solo debíamos adorarle y exaltarle a Él, y que no debemos tener dioses ajenos hechos por el hombre, ya que nadie puede estar por encima de su nombre y poder.

Así que nadie ni nada puede ocupar el puesto que Dios debe tener en nuestra vida y en nuestro corazón porque solo él es que tiene el control de todas las cosas y permanece firme con nosotros hasta el fin de nuestros días aquí en la tierra y hasta la eternidad.

3.- Redime a sus hijos hasta la eternidad

Como hijos de Dios tenemos la oportunidad de ser redimidos por medio de la sangre de Cristo quien nos limpia y redime de todo pecado y nos permite la entrada al Reino de los cielos.

Debemos entender que el tiempo de Dios no se puede explicar porque es un misterio que no se puede descifrar teniendo una mente limitada y carnal. Por eso debemos escudriñar las Sagradas Escrituras y pedirle discernimiento al Espíritu Santo.

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En este mismo orden de ideas, Dios es eterno al igual que su amor y su misericordia.  Para los que estamos en Dios nuestras acciones bien sean buenas o malas hechas, repercuten por la eternidad, pero también las acciones hechas en el pasado pueden ser transformadas en un día, por medio de la sangre de Cristo.

Cómo se presenta Dios – Cuál es su naturaleza

Mientras más conozcamos y tratemos de imitar al Señor, nos estaremos acercando al propósito que él tiene para cada uno de sus hijos.  Además tendremos la certeza de que tenemos en nuestra vida a un Dios vivo que permanece para siempre con nosotros a pesar de nuestras debilidades. Eso resulta ser el mayor gozo y alegría en nuestra vida. Esto lo podemos apreciar en el siguiente pasaje:

“Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. 18 ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar” (Isaías 48:17-18)

Por esta razón cuando disponemos nuestro corazón y nos acercamos cada día más a él, obtendremos las bendiciones y alcanzaremos el reino de los cielos conforme a su perfecta voluntad. Al respecto la palabra nos dice lo siguiente:

“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:44; 17:3)

En este sentido, conocer la naturaleza del Señor, implicar conocer su amor incondicional para con sus hijos, implica tener la certeza de que él tiene el control de todo y está dispuesto a ayudarnos en los momentos más difíciles de nuestra vida.  Para conocer la naturaleza de nuestro Padre debemos comprender lo siguiente:

1.- Dios es soberano

Dios es Soberano, él hace como quiere, cuándo quiere y como quiere, no se sujeta a nadie ni recibe órdenes de nadie, tal como lo expresa la palabra:  “Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho” (Salmos 115:3)

Su Soberanía expresa su autoridad por derecho, si estudiamos en detalle los pasajes tales como Isaías 40 y Job 38-42, encontramos que el Señor reclama el derecho a gobernar porque él es el eterno, único y es nuestro creador.

El gobierno de Dios es universal, no se limita no a espacios ni tiempo. El Señor gobierna soberanamente las naciones. Él no causa las acciones pecaminosas del hombre y de las naciones, ni hace que las personas actúen de determinada manera, ya que cada quien decide el camino que va a seguir.

De esta forma que la manera en la que gobierna Dios resulta ser un misterio, pero sabemos que él es quien controla todas las cosas y se hace presente en las naciones de diferentes formas.

“Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:26-27).

2.- Dios es Santo

Santo es un vocablo que usa la Biblia, el cual denota “apartado.” Dios está apartado de todas las cosas, y es 100% puro totalmente. Él está apartado por lo que Él es. Sus atributos lo apartan de todo lo demás como Único y la Santidad, es en esencia y representa un atributo central.

Al respecto el libro de Apocalipsis 15:4 dice de Dios lo siguiente: “…Solo Tu eres Santo.” Moisés, en su canción dice “…Quien entre los Dioses es como Tu, O SEÑOR…majestad en Santidad.” La eternidad será una celebración gozosa del Señor Santo. Vislumbramos una escena en el cielo mediante las visiones de Isaías y el gran apóstol Juan:

“Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir” (Apocalipsis 4:8)

En la palabra se nos señala claramente que Nuestro Señor es Santo por sobre todas las cosas y nosotros como sus hijos estamos llamados a ser santos y a mantenernos limpios delante de él.

3.- Dios es Omnipotente

Nuestro Señor es Todopoderoso, tiene el control de todas las cosas y puede hacer todo lo que desee. Su voluntad es perfecta, su poder es eterno y su manifestación la podemos ver actualmente en la vida de sus hijos a través de milagros, prodigios y maravillas.

En la palabra podemos encontrar el siguiente pasaje que nos revela el poder de Dios: “Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti”  (Job 42:2)

La historia de Job reflejada en la biblia nos puede resultar algo fuerte de escuchar porque nadie quisiera estar en el lugar de Job. Sin embargo, también podemos ver el poder de Dios en esta prueba que tuvo que atravesar este siervo de Dios. Al final obtuvo la victoria y Dios le dio su merecida recompensa.

4.- Dios es Omnisciente

Dios sabe todo, todo lo conoce. Por lo cual no podemos esconder nada de nosotros, ya que Dios tiene el poder Absoluto de todo y conoce todo de nosotros. Él tiene conocimientos de nuestros pecados, deseos, propósito, sentimientos, entre otras cosas de nuestra vida que no podemos ocultarle.

 De igual forma, el Señor también tiene presciencia que se refiere a un concepto que encierra dos aspectos: presciencia y pre-conocimiento. El preconocimiento está relacionado a que el Señor está al tanto de los eventos, situaciones, y personas en general, antes de que existan en este mundo. Esto lo podemos ver en la siguiente cita:

“He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias”  (Isaías 42:9)

Por otro lado, el Preconocimiento tiene que ver con la presciencia personal que tiene el Señor de su pueblo. Él los conoce en un sentido personal, los conoce y sabe todo de ellos.  Esto lo podemos apreciar en el siguiente pasaje:

“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5)

En esta cita podemos apreciar que ya Dios sabía y conocía todo del profeta Jeremías y conocía todo de él antes de que fuese formado en el vientre de su madre. Así que Dios tiene el control de nuestra vida en su totalidad y ya sabe cuál es nuestro propósito en esta vida. Solo debemos dejarnos guiar por él.

5.- Dios es inmutable

Dios no cambia, es inmutable, es el mismo de ayer, de hoy y por los siglos. Por eso debemos conocer las promesas que él nos ha dejado y saber que toda palabra se cumplirá y que nosotros como sus hijos estaremos bajo su resguardo porque su misericordia es para siempre y no cambia. Al respecto la biblia señala lo siguiente:

“del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder” (Efesios 3:7)

En este sentido, estamos viviendo bajo la gracia del Señor, la cual no cambia y nos da el poder para llevar a cabo la obra de Dios aquí en la tierra, ya que somos Ministros con un propósito determinado.

7.- Dios es amor

Dios es amor y nadie puede practicar el amor sin conocerlo. En la actualidad se habla mucho acerca del amor pero el amor del Señor sobrepasa nuestro entendimiento.

El amor de Dios es realmente más que solo un atributo, ya que forma parte de su esencia. Así que Dios ama a toda su creación. Este amor del Señor es eterno, y nunca cambia.

El mayor acto de amor fue el haber enviado a su único hijo Jesucristo a este mundo a morir por nosotros, dándonos la oportunidad de obtener la salvación y poder entrar al Reino de los cielos. Este es el gran amor de Dios, y es que nos amó primero a nosotros.

En este sentido, la naturaleza del tiempo de Dios tiene que ver con el hecho de conocerlo en todos los ámbitos y tener conocimientos de sus atributos porque ciertamente resulta un gran misterio. Por eso debemos esperar siempre en él y tener la certeza de que las cosas se darán conforme a su perfecta voluntad.

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