Estudio Bíblico De Salmo 70

Es fácil descartar el Salmo 70 como un salmo más sobre David. Pero no es así. De hecho, es uno de los salmos más importantes de las Escrituras. En él encontramos la oración de un hombre que fue perseguido y reprimido por sus enemigos, pero que seguía teniendo fe en que Dios le libraría de todo mal. Al leer este salmo, anímate al ver cómo Dios respondió a su oración y cómo quiere hacer lo mismo por ti hoy.

Índice de Contenido
  1. Resumen del Salmo 70
    1. Antecedentes del Salmo
    2. La petición del salmista a Dios
    3. La fe del salmista La fe del salmista
    4. La fe del salmista La importancia de la liberación de los problemas
  2. Conclusión:

Resumen del Salmo 70

El Salmo 70 es una oración de liberación y confianza en Dios. El salmista, que se ha visto profundamente turbado, suplica a Dios que le libre de sus enemigos (v. 1). Confía en que Dios castigará a los que le han perjudicado (v. 12), y alaba a Dios por haberle librado de sus manos (v. 18).

Antecedentes del Salmo

El Salmo 70 es un canto de acción de gracias. Fue escrito por David y sirvió como oración tras su victoria sobre los filisteos y amalecitas (1 Sam 17). En este salmo, David declara que Dios ha cumplido las promesas que le hizo.

El Salmo 70 también incluye otros acontecimientos históricos en los que Dios libró a su pueblo de sus enemigos, como cuando fueron atacados por Asiria y Siria.

La petición del salmista a Dios

En el versículo inicial, el salmista comienza con una oración que podría rezar si no fuera por la gracia de Dios: "Líbrame, Señor, de labios mentirosos y de lengua engañosa".

Esta es una oración inusual por varias razones. En primer lugar, es raro que alguien pida a Dios que le libre de algo o de alguien más (aunque hay excepciones).

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Lo más común es que la gente ore para que le libere de cosas como las necesidades físicas, como la comida y el agua; las necesidades emocionales, como la soledad o la depresión; las necesidades relacionales, como las familias rotas o las relaciones con los amigos; etc.

Sin embargo, aquí vemos que el salmista ora específicamente por la liberación de labios mentirosos y lenguas engañosas. Un aspecto aún más inusual de esta petición es que la fe en Dios no es suficiente para la protección contra estos problemas particulares.

El salmista cree que sólo a través de Su intervención será protegido contra estas cosas que parecen tan frívolas pero que pueden ser tan dañinas.

El siguiente versículo continúa esta línea de pensamiento con una súplica aún más emotiva: "Guarda también a tu siervo de los pecados deliberados", subrayando de nuevo su confianza en la capacidad de Dios para protegerlo a pesar de cualquier debilidad por su parte.

La fe del salmista La fe del salmista

La fe del salmista es fuerte, y no sólo en un sentido momentáneo. Su confianza en Dios es inquebrantable porque ha aprendido a confiar plenamente en Él y a darse cuenta de que sólo Dios puede realizar lo que hay que hacer.

La fe del salmista también es lo suficientemente fuerte como para resistir la prueba del tiempo. No se debilitará con el tiempo, pero tampoco se endurecerá hasta convertirse en una terquedad inflexible que le impida considerar nuevas verdades o cambiar de opinión cuando se disponga de nueva información.

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La fe del salmista La importancia de la liberación de los problemas

Lo primero que hay que decir de este salmo es que es un canto de alabanza. Alaba a Dios por su liberación de los problemas y también por su protección contra los enemigos. El salmista alaba a Dios por ser capaz de librarnos de los problemas, del pecado, de la muerte e incluso de la tumba.

Este salmo nos muestra que hay momentos en los que necesitamos ayuda de los demás, especialmente cuando tenemos problemas en la vida o sufrimos a causa de nuestros pecados.

¿Pero qué sucede cuando estos problemas son tan grandes que nadie puede ayudar? Entonces es el momento de invocar a Dios, el único que puede salvarnos.

Conclusión:

Si estás experimentando persecución, lo mejor que puedes hacer es acudir a Dios. Él te librará, cubrirá tus necesidades y te protegerá. El salmista David lo sabía, y por eso escribió

"¡Libérame, Dios mío, sálvame según tu amor constante! Porque en la muerte no hay recuerdo de ti; en el Seol, ¿quién te dará gracias? Salmo 6:5-6".

Espero que este estudio del Salmo 70 te haya animado a correr hacia Dios cuando estés bajo persecución. Todos necesitamos un Salvador, y todos necesitamos la liberación de los problemas. Puedes encontrar ambos en el Señor Jesucristo, que es nuestra justicia y paz.

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