Estudio Bíblico De Jeremías 33:3
¿Qué significa la expresión "Clamar a mí" en Jeremías 33:3? ¿Sólo es el llamado de Dios para orarle? ¿O hay algo más que podemos hacer cuando clamamos a nuestro Padre celestial? En esta conferencia, Pastor José Luis Medrano desarrolló un breve estudio bíblico de Jeremías 33:3.
Estudio bíblico de Jeremías 33;3
En esta conferencia, Pastor José Luis Medrano desarrolló un breve estudio bíblico de Jeremías 33:3. Esta parte del libro es una promesa de la restauración de Israel y sus hijos después de haber sido cautivados por seiscientos años. La profecía continúa el panorama histórico que ya hemos abordado en los capítulos anteriores. El autor nos informa que Dios no permitirá que su pueblo sea destruido totalmente y que no abandonará la tierra santa (v.1)
Varios significados.
- El Espíritu Santo. Es el que nos conduce, el que nos alienta y nos da la habilidad para cumplir con lo que Dios habla en nuestras vidas.
- La Vida Abundante. Es la vida de Cristo en nuestro interior, es entregarle cada paso de nuestra vida a Él porque sólo Él tiene una respuesta para todo lo que le pasa a cada uno de nosotros desde el momento que nacemos hasta el momento en que muramos.
- Testificar de Cristo Jesús es hacer conocer su nombre y obrar sus milagros a través de nuestros actos diarios; es decir, testificar con la vida no con las palabras pues muchas veces bastan muchas palabras para engañarnos y pensar que somos mejores personas pero si no tenemos práctica del bien no podemos ser testigos ejemplares del Señor Jesucristo porque sin practica no hay testimonio verdadero ni genuino; comportarse como hijos espirituales es mostrar los frutos del Espíritu Santo en nosotros mismos mediante acciones buenas y generosidad; estoy convencido que la iglesia necesita más gente buena para demostrarle al mundial (mundial) comunidad interreligiosa (interreligiosa), Este mundial sociedad (sociedad) secularizado secularizado globalizado globalizado modernista modernista
El Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, y el que nos revela a Dios. Él nos da vida eterna. Es la única fuente de salvación para los hombres (Juan 6:63).
El Espíritu Santo es quien da testimonio a nuestros corazones de que Jesús es el Hijo de Dios (Romanos 8:16).
La gente necesita ser bautizada en nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; porque así como está escrito: “En un día entró en su morada” (Hechos 2:38).
Vida abundante.
La vida abundante es una vida en abundancia en todo. No hay nada que le falte a aquel que tiene la vida abundante. El Espíritu Santo le da a cada uno de nosotros diferentes talentos, dones y capacidades para servirle con plenitud. La oración es el medio por lo cual los dones y talentos se manifiestan en nuestras vidas. Cuando oramos estamos invocando el poder del Espíritu Santo para que Él nos ayude a hacer su voluntad y traiga bendiciones sobre nuestras familias, trabajos, ministerio y hogares (ver 1 Corintios 14:2).
No podemos siempre ver las recompensas físicas de nuestro reino espiritual como por ejemplo la salud o prosperidad financiera; pero tenemos evidencia de su presencia cuando vemos el resultado de su obra en nuestras relaciones personales o profesionales o cuando vemos los frutos del amor y la bondad que brotan de nosotros (Hechos 20:35-38).
Testificar de Cristo
El testimonio que debemos dar de Cristo es el de vivir la fe. Esto no significa que nosotros debamos ser gente que se enorgullezca y diga: “Yo soy cristiano”, pero significa hacer lo que dice la Biblia en 1 Juan 5:3, 4, ‘Estas cosas os he escrito para que sepáis que sois hijos de Dios, y para que conozcáis la verdad y guardéis su mandamiento.
El testimonio que debemos dar de Cristo es hacer la voluntad de Dios. Es estudiar la palabra de Dios y entender su voluntad con respecto a nosotros como personas e iglesias locales (Romanos 12:1-2), luego obedecerla (Efesios 6:6).
El testimonio que debemos dar de Cristo es ser buenos amigos con los demás, servirles a ellos (1 Tesalonicenses 4:9-12), ayudarles si están malheridos o necesitados (Lucas 10:25-37).
- Gracias por su oración y sus dones espirituales. Estoy agradecido por estar aquí hoy, compartiendo con ustedes la palabra de Dios en forma de un estudio bíblico sobre Jeremías 33:3.
- El versículo 3 dice: "Y he aquí que yo estoy para cumplir la promesa que les di, dice el Señor; pues en ti me hallé cuando te llamé" (Jeremías 33:3).
Conclusión
En esta conferencia, Pastor José Luis Medrano desarrolló un breve estudio bíblico de Jeremías 33:3, demostrando que él es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos trae “vida abundante” (Jn. 10:10), que Él es el mismo Espíritu que Dios dio a Jesús (Hch. 2:33), y que Él es quien da testimonio de Cristo en nuestros corazones (Rom. 8:16).
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