Estudio Bíblico De Hebreos 1:3

El autor de Hebreos tiene un mensaje para los primeros cristianos. Les dice que Jesucristo es superior a los ángeles, e incluso más poderoso que ellos. El autor dice que Jesús creó todo y lo sostiene mediante su poderosa palabra.

Índice de Contenido
  1. Primero, hay que decir que Jesús es el Hijo de Dios, no un ángel.
  2. Segundo, es a través de Jesús que Dios creó todo.
  3. Tercero, Jesús es el brillo de la gloria de Dios.
  4. Cuarto, Jesús es como un espejo perfecto.
  5. Quinto, Jesús sostiene toda la creación por medio de su poderosa palabra.
  6. Conclusión

Primero, hay que decir que Jesús es el Hijo de Dios, no un ángel.

En primer lugar, hay que decir que Jesús es el Hijo de Dios, no un ángel. Los ángeles son seres creados que adoran a Dios y le sirven. El Hijo, sin embargo, es eterno por naturaleza, y también por naturaleza divina (véase Juan 1:1-18; Colosenses 1:15-20).

Además, Jesús es superior a todos los demás ángeles en rango y poder (Hebreos 1:4-14) debido a su relación única con Dios en nuestra salvación. De hecho, los propios ángeles se asombran de lo que Jesús ha hecho por nosotros (Mateo 28:5-7).

Segundo, es a través de Jesús que Dios creó todo.

El segundo punto que señala este versículo es que es a través de Jesús que Dios creó todo. Para decirlo de otra manera, no fue Dios quien creó el universo, sino que fue Jesús.

Jesús es el creador de todas las cosas.

Primero, aprendemos que Jesús es el creador de todas las cosas:

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"Nos dio a conocer el misterio (o el secreto) de su voluntad según su beneplácito, que se propuso en él para una administración adecuada a la plenitud de los tiempos" (Ef 1:9).

En segundo lugar, aprendemos que Jesús es también nuestro salvador del pecado y de la muerte - a través de Su muerte en una cruz en la colina del Calvario, en las afueras de Jerusalén, donde derramó Su sangre por ti y por mí:

"Porque a cada uno le ha sido dado algo bueno por Dios" (1 Cor 7:7).

Tercero, Jesús es el brillo de la gloria de Dios.

Al leer Hebreos 1:3, es importante recordar que la gloria de Jesús nunca se perdió. Simplemente estuvo oculta durante un tiempo. De hecho, la gloria de Dios se revela a través de Jesús (Juan 1:14; Colosenses 2:9).

Jesús es la luz del mundo (Juan 1:4; 8:12; 9:5; 12:46; Isaías 42:6). Como ejemplo, veamos Juan 10:11-16 donde Jesús dice esto sobre sí mismo y sobre nosotros "Mi Padre me ama" porque guardo sus mandamientos y cumplo su propósito revelando su carácter a través de mis palabras y acciones. Del mismo modo, podemos compartir parte de esa misma gloria cuando caminamos con él (Mateo 5).

Cuarto, Jesús es como un espejo perfecto.

En cuarto lugar, Jesús es como un espejo perfecto que refleja quién es Dios y lo que Él quiso que fuera la creación. Así como el agua en un espejo no puede cambiar su reflejo, tampoco puede hacerlo Jesús.

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Él refleja perfectamente la gloria de Dios, su naturaleza, su carácter y su plan para la creación. La Biblia dice que "el Hijo (Jesús) ha heredado todas las cosas del Padre", lo que significa que todo le fue entregado por Dios Padre (Juan 17:1-3).

El trabajo de Jesús en la tierra fue reflejar lo que necesitamos ver sobre nosotros mismos, es decir, mostrarnos lo lejos que estamos de ser como Él en nuestros pensamientos y formas de vivir hoy. Como lo dijo Jesús:

"Pero ahora voy a vosotros; pero una vez más dejaré mi morada; para esto no quiero que me oigan ni mis enemigos. Pero hay algunas cosas que deben ser compartidas con vosotros antes de que me vaya de este mundo". (Evangelio de Tomás)

Quinto, Jesús sostiene toda la creación por medio de su poderosa palabra.

En quinto lugar, Jesús sostiene toda la creación mediante su poderosa palabra. El poder de la palabra de Cristo es eterno, es vida y verdad, amor y salvación, luz y poder. Cuando Jesús habla en estos versículos lo hace como Dios, el que creó todas las cosas (1:3). Y como Dios, sostiene todas las cosas con la palabra de su poder (Hebreos 1:3).

Conclusión

¿Cuál es la conclusión de todo esto? Nuestro Dios es mucho más de lo que pensamos. Él es poderoso y puede hacer cualquier cosa. Él creó todo y lo sostiene a través de su palabra. Y, como cristianos, debemos saber que Él también tiene un plan para nosotros: ¡se llama salvación por medio de Jesucristo!

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