Emociones Y Sentimientos En Manos De Dios
Siempre me han fascinado las emociones de los demás. Cuando alguien cercano a mí está triste o enfadado, no es raro que quiera arreglar la situación. Si esa persona está pasando por algo muy duro, a menudo le digo "No te preocupes, Dios se encargará de todo". Y aunque esto puede ser cierto, también es importante reconocer que las emociones son una parte de nuestra experiencia humana sobre la que no tenemos control, y tampoco definen nuestra espiritualidad.
- Sé siempre fiel a Dios con tus emociones.
- Tus emociones no son una medida de tu espiritualidad.
- Tus sentimientos y emociones más profundos son conocidos por Dios.
- Convierte tu dolor en oraciones de alabanza.
- Convierte tu ira en oraciones de adoración.
- Convierte tu ira en oraciones de adoración
- Conclusión
Sé siempre fiel a Dios con tus emociones.
No importa lo que suceda en la vida, siempre puedes encontrar consuelo y paz en el hecho de que Dios es fiel y nunca te dejará ni te abandonará (Deuteronomio 31:6). Tienes que ser fiel a Dios con tus emociones así como con cualquier otra parte de tu vida, incluyendo sentimientos, pensamientos, decisiones y acciones.
Tus emociones no son una medida de tu espiritualidad.
Nunca debes sentirte menos espiritual por tus emociones. Dios te ama y siempre está contigo, pase lo que pase. Dios te conoce más que nadie y sabe exactamente cómo ayudarte. También entiende que a veces es difícil para nosotros manejar nuestras emociones de una manera saludable, pero él está ahí para ayudarnos a través de cualquier cosa que estemos pasando.
Dios nunca te dejará o abandonará sin importar lo que ocurra en la vida - incluso si algo realmente malo ocurre como perder todo en un incendio o contraer cáncer (o cualquier otra cosa terrible), Dios seguirá estando ahí para nosotros cuando más lo necesitemos.
Tus sentimientos y emociones más profundos son conocidos por Dios.
Tú sabes cómo te sientes. Y Dios sabe cómo te sientes. A Él no le sorprenden tus sentimientos, y nunca los juzgará como correctos o incorrectos. Dios quiere ayudarte con cualquier emoción y sentimiento que pase por tu mente, porque pueden ser aterradores o confusos. No tienes que ocultárselos, ¡él ya los conoce!
Convierte tu dolor en oraciones de alabanza.
Los sentimientos de ira, resentimiento y amargura son respuestas naturales cuando hemos sido heridos por otra persona o grupo. Pero si permitimos que esos sentimientos nos controlen o dirijan nuestras acciones, nos impedirán experimentar el poder sanador de Dios en nuestras vidas y relaciones. Cuando te sientas enfadado o amargado con alguien que te ha hecho daño, empieza por rezar por esa persona.
Ora para que Dios le dé paz, sanidad y restauración (Romanos 12:19). Ora para que Él muestre su amor a través de su perdón y gracia (Efesios 2:4-5). Ora también por ellos para que sean bendecidos en sus propias vidas, y para que puedan encontrar la felicidad y la plenitud sin necesidad de herir a otros.
Convierte tu ira en oraciones de adoración.
La ira puede ser un poderoso motivador, pero también es una emoción que puede descontrolarse fácilmente. Si no sabes manejar tu ira de forma constructiva, inevitablemente empezará a controlarte. Cuando esto ocurre, las cosas que antes te hacían feliz empiezan a parecerte graves inconvenientes e incluso actos de injusticia. Entonces, ¿qué hacemos cuando nuestra ira nos hace olvidar quiénes somos? ¿Cómo podemos calmarnos cuando nuestras emociones se desbordan? He aquí una idea:
- Piensa en la misericordia de Dios hacia su pueblo (Salmo 103). Cuando estamos enfadados con otra persona o con nosotros mismos, es fácil que olvidemos lo mucho que Dios nos ama a nosotros y a toda su creación. Nos ha dado innumerables bendiciones; nos ha salvado la vida más de una vez; nos ha permitido entrar en su presencia cada día a través de la oración; y nos ofrece el perdón siempre que se lo pedimos, ¡incluso si alguien no nos ha perdonado todavía!
Convierte tu ira en oraciones de adoración
Cuando estés enfadado, convierte tu ira en oraciones de adoración. La adoración es una forma de expresar tu amor a Dios. También puede utilizarse como una forma de perdonarse a sí mismo o a los demás, o como una expresión de gratitud.
Conclusión
Es fácil señalar que Dios no está limitado por nuestras emociones, pero su presencia en nuestras vidas se siente a menudo a través de ellas. Cuando nos sentimos abrumados por la alegría, se siente como el cielo en la tierra.
Cuando estamos llenos de dolor por el sufrimiento y la pérdida de otros, sentimos la compasión de Dios fluyendo a través de nosotros como un río de lágrimas. Y cuando la ira surge dentro de nosotros ante la injusticia o el dolor infligido por otros... bueno, a veces esos sentimientos pueden llevarnos a una comunión aún más profunda con Dios, porque nos acercan a entender lo que debió sentir cuando tomó forma humana como Jesucristo.
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