Es Amor Lo Que Damos A Los Niños

Cuando se trata de educar a los hijos, no hay una sola forma correcta de hacerlo. Mientras ames a tu hijo y lo trates bien, puedes estar seguro de que estás haciendo lo mejor para él, ¡incluso si eso significa disciplinarlo con dureza o no disciplinarlo en absoluto!

Necesitamos disciplinar a nuestros hijos de manera amorosa.

En la Biblia se nos dice que la disciplina es importante para los niños. Necesitan la disciplina para aprender a comportarse. La disciplina les ayuda a tomar buenas decisiones y a respetar a los demás. También les enseña a respetarse a sí mismos, lo que les ayudará en su vida cuando se conviertan en adultos.

A menudo es difícil para los padres recordar esto cuando están disciplinando a sus hijos porque a veces puede ser estresante o frustrante. Pero recordar estas cosas te ayudará a mantener la calma y a no gritar a tus hijos cuando no te hagan caso.

Si disciplinas a tus hijos con dureza y sin amor estás yendo en contra de Dios.

Cuando pensamos en la disciplina, tendemos a pensar en el castigo. La disciplina no es algo bueno, es algo necesario. Si disciplinas a tus hijos con dureza y sin amor, estás yendo en contra de la voluntad de Dios para tu familia. Él quiere que criemos a nuestros hijos con amor, bondad y respeto por todas las personas.

Si pegas a tus hijos con ira y sin amor estás yendo en contra de Dios.

Nunca debes pegar a tus hijos. Tus hijos deben entender que se trata de un acto de amor, no de violencia. Siempre debes mostrarles cuánto los amas antes de mostrarles cuánto quieres ayudarlos a comportarse mejor.

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Ama a tus hijos y demuéstrales cuánto los amas, sean malos o buenos.

Es importante mostrarles amor a tus hijos, incluso si son malos, e incluso si son buenos. Cuando das amor incondicional a tus hijos, les muestras que pueden acudir a ti para cualquier cosa. Si hay algo malo, o si hay algo bueno, ven a hablarlo conmigo y te escucharé. Siempre trataré a mis hijos de la misma manera: con amor y cariño.

Habrá consecuencias que el niño necesita para ver los efectos de su elección, no la ira de los padres

Cuando los padres disciplinan a sus hijos, no deben hacerlo con ira o con dureza. En lugar de golpear al niño, los padres deben mostrar afecto a su hijo y explicarle por qué lo que hizo estuvo mal. Los padres también pueden dar ejemplos de cómo las personas de la Biblia han hecho cosas mejores que las que hizo el niño. Los padres deben mostrar amor y afecto hacia sus hijos porque eso es lo que Dios quiere y espera de nosotros como cristianos.

Conclusión

Todos cometemos errores, pero es importante que aprendamos de ellos e intentemos no repetirlos en el futuro. La mejor manera de hacerlo es asegurándote de que tu hijo sabe que le quieres pase lo que pase. Esto les enseñará lo importante que es el amor y les ayudará a no volver a cometer esos mismos errores en la vida (si es posible).

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