Discípulos de Cristo – Misión de un discípulo

Discípulos de Cristo, todos quisiéramos ser, sin embargo, podríamos decir qué estamos caminando en esa vía, en verdad hemos madurado a nivel espiritual para ser llamados discípulos de Cristo, lo cual es una misión en donde dejas todo, para trabajar en la obra de Jesucristo, es aprender a negarse a uno mismo, sin el interés de lo que revinaras sino por obedecer a Dios.

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Discípulos de Cristo – Misión de un discípulo

Para poder precisar y aprender cuál es la misión de un discípulo de Cristo es necesario leer las Sagradas Escrituras ya que es allí, donde tenemos todas y cada una de las instrucciones a seguir, es el único libro que nos servirá como guía, porque Jesús, nos da las herramientas, todo está allí de manera explícita, para importante tarea solo se requiere del querer que existe en cada corazón.

En Juan 8: 31-32 Jesús dijo: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” No se aferre a religiones y doctrinas que el hombre ha impuesto, pídale discernimiento a Dios, y lea las Sagradas Escrituras, Dios, le manda a escudriñarlas hágalo.

Atendiendo al llamado de Dios

Todo ser humano es llamado a ser discípulo de Cristo solo que existe una novedad, y es que no todos, escuchan la voz, y existe el que si la escucha, pero decide no atender al llamado, ante ello, alguno podrían pensar que Dios, debe y tiene que estremecer a este ser, y obligarle por su bien a estar en esta carrera de ser discípulo de Cristo, pero para Dios, nada es obligado.

Todos y cada uno tenemos algo que se llama libre albedrio, y es dado por el mismo creador, entonces cómo él, podría contradecirse, por lo tanto usted y yo, tenemos la capacidad de tomar decisiones, usted decide si quiere seguir a Cristo en espíritu y verdad, avanzar en la obra de Cristo, trabajar con él, y para él, creceré y madurar en el espíritu o ser un creyente pasivo, sin avances.

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Juan 10:26-28 dice: “pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Estemos atentos a la voz de Dios, reconozcamos su voz y sirvámosle, no por interés de la carne y sangre, sino por amarle, complacerle siempre.

Manténgase firme siendo discípulo de Cristo

En Juan 15: 9-11 Jesús nos dice: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.” 

Y es en su amor que podemos ser discípulos de Cristo, y mantenernos firmes como tal, para amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, pero si no hay amor, nada de esto podemos realizar, es necesario amar a Cristo, incondicionalmente, en espíritu y verdad, recuerde que nadie puede engañar a Dios, esto no es por religión, o bellas palabras, esto es de corazón puro y real.

Ese amor incondicional como el de Cristo, lo llevará a ser fuerte, a no caer ante las adversidades y mantenerse siempre firme como discípulo de Cristo, para cumplir la siguiente misión, diciéndole al Padre Celestial aquí estoy Señor para servirte, porque te amo sin limitaciones, al analizar con el amor terrenal nos damos cuenta que si se puede, imagínese con el amor espiritual y puro.

Para concluir, cuando aceptamos a Cristo como nuestro único Señor y Salvador, estamos dando uno de los pasos más importantes de nuestras vidas, pero debemos crecer debemos ser discípulos de Cristo, honrando su llamado, con este paso le demostramos si de verdad estamos dispuestos a seguirle a dejar el pecado, los placeres de la carne, amarle, amarnos y amar.

Ha llegado la hora de crecer, no solo escuche su palabra escudríñela usted también, cuando usted ama, a un hombre o una mujer, usted quiere conocerle estar siempre a su lado, complacerle, cuánto no más puede o desea hacer para su creador, es necesario crecer no pude seguir jugando a ser un bebe en los caminos de Cristo, es necesario crecer para ser su discípulo o imitador de Dios.

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Seamos verdaderos discípulos de Cristo, oremos si cesar, es necesario y elemental leer la Sagrada Escritura, obedezcamos los mandamientos de Cristo, y la fuerza que nos permite cumplir con los mandamientos de Dios, es el amor este nos lleva a entregarnos por completo al servicio de Cristo, su obra de esa manera seremos libres en espíritu y verdad.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda

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