Disciplinas Que Producen Felicidad Según La Biblia
Hoy hablaremos de las disciplinas que producen felicidad. La felicidad es el objetivo de muchas personas. Algunas personas buscan la felicidad en las cosas materiales o en las relaciones, pero la Biblia enseña que la verdadera felicidad proviene de tener una vida espiritual sana. La Biblia contiene muchas lecciones sobre cómo ser feliz, y si seguimos estas enseñanzas, encontraremos alegría en nuestras vidas independientemente de lo que ocurra a nuestro alrededor.
- Confiesa tus pecados.
- Ora sin cesar.
- Piensa positivamente.
- Levántate temprano.
- Haz algo bueno por alguien.
- Pasar tiempo con Dios.
- Deja de intentar controlar a los demás y deja que Dios se encargue.
- Deja ir el pasado, no te detengas en los errores cometidos ayer o la semana pasada, o el mes pasado o el año pasado.
- La felicidad proviene de la salud espiritual y de las actitudes positivas.
- Conclusión
Confiesa tus pecados.
¿Conoces esa sensación cuando tienes que pedir un favor a alguien? Tal vez sea tu jefe o un amigo. Tal vez necesitas ser perdonado por algo y no sabes cómo hacerlo. La Biblia dice: "Confiésense sus pecados unos a otros... y oren unos por otros (Santiago 5:16b)". No dice: "confiesa tus pecados a ti mismo". Por eso no debemos tener miedo de pedir ayuda a Dios cuando pecamos. Es como pedir perdón después de tener problemas con alguien: ¡nos sentimos mejor una vez que lo hacemos!
Ora sin cesar.
La Biblia nos dice que debemos orar sin cesar, y luego da algunos ejemplos de por qué debemos orar. (1 Tesalonicenses 5:17-18)
- Ora por ti mismo. Ora para que Dios te dé sabiduría y conocimiento para conducir tu vida de manera que puedas glorificarlo. Ora para que te dé la fuerza para vencer la tentación cuando se te presente, y la fortaleza para soportar las circunstancias difíciles. Reza para que te ayude a ver con claridad cuando otros tratan de alejarte de lo que es bueno o correcto, para que no caigas en el pecado por seguirlos en lugar de la guía de Dios (Santiago 1:5).
- Ore por los miembros de su familia -su cónyuge o pareja; hijos; padres; hermanos- y pida a Dios que los bendiga con lo que necesiten en sus vidas en este momento: salud y prosperidad, crecimiento espiritual a través de la comunión con otros creyentes en la iglesia (1 Timoteo 3:15), etcétera.
- Si hay personas fuera de tu familia inmediata que Dios ha puesto en tu corazón como necesitadas de apoyo en oración hoy -amigos que necesitan ánimo porque están luchando con una adicción; alguien cuyo trabajo ha sido afectado por los despidos debido a la recesión económica- ora específicamente sobre esas cosas mientras le pides a Dios cómo quiere responder mejor a esas oraciones a través de su gente aquí en la tierra que ha venido al lado de estos individuos ofreciendo ánimo o necesidades materiales como cupones de alimentos hasta que se recuperen.
Piensa positivamente.
- Agradece lo que tienes.
- Céntrate en lo positivo.
- Evita las personas, los pensamientos y los medios de comunicación negativos (televisión, radio).
- Evita en la medida de lo posible las situaciones negativas, especialmente las que te hacen sentir mal contigo mismo o con tu vida en general (como las críticas de los demás).
- 5. Evita las conversaciones negativas: si hablas de lo difícil que es perder peso o de lo difícil que es estudiar para un examen, esos pensamientos se arraigarán más en tu mente y serán más difíciles de eliminar.
Levántate temprano.
Sé que es difícil levantarse temprano. He pasado por ello. Soy un búho nocturno y, en mis años de formación, me resultaba más fácil salir hasta tarde que volver a casa y acostarme a una hora razonable. Pero entonces -y esta es la parte clave- empecé a levantarme cada vez más temprano hasta que finalmente llegué a la rutina de levantarme antes de las 7 de la mañana casi sin falta (lo cual es menos impresionante si se tiene en cuenta que vivo en Los Ángeles).
Al principio me parecía un esfuerzo, pero ahora que lo he hecho durante tanto tiempo, abrir los ojos cada día antes de las 7 de la mañana me parece normal, y lo que es más importante, ¡salir de la cama a tiempo se ha convertido en una de mis partes favoritas del día!
Haz algo bueno por alguien.
- Hacer algo bueno por alguien.
- Invitar a alguien a cenar.
- Comprar un regalo a alguien.
- Ayudar a alguien con sus deberes (un niño, una persona mayor o cualquier persona que necesite ayuda).
- Dar un abrazo a alguien.
- Escribir una carta a un viejo amigo, o simplemente escribir algo bonito en la arena de la playa.
También puedes considerar:
- Llamar a alguien que sea importante para ti y coger su llamada aunque te resulte incómodo (o viceversa).
- Enviar una tarjeta o nota de ánimo/aprecio a alguien que haya sido amable contigo recientemente
- Hacer una donación a tu(s) organización(es) benéfica(s) favorita(s) (esto puede hacerse a través de tu empresa) o a otra(s) organización(es), como las que se enumeran a continuación en "Recursos".
Pasar tiempo con Dios.
No se puede ser mucho más intencional que eso: Una relación con Dios es una gran manera de tener una vida feliz. Si quieres vivir una vida llena de alegría y paz, entonces es esencial que pases tiempo en Su presencia todos los días. Esto no sólo nos da fuerza, sino que también nos ayuda a evitar el estrés y la depresión (que son dos fuentes muy comunes de infelicidad).
Es tan fácil que nuestra vida diaria se llene de responsabilidades y tareas que nos olvidemos de pasar tiempo a solas con Dios, lo que puede llevarnos a sentirnos abrumados o desanimados cuando las cosas no salen exactamente como las habíamos planeado, ¡y esos sentimientos no acercan a nadie!
Deja de intentar controlar a los demás y deja que Dios se encargue.
Como alguien que trata de controlar todo, ésta es probablemente la más importante. Todos vamos por ahí intentando controlar a los demás, los acontecimientos e incluso el tiempo. Pero ese no es el trabajo de Dios. Él tiene un plan para cada uno de nosotros que incluye un resultado final que no puede ser controlado o manipulado por el hombre (o la mujer).
Si quieres la felicidad en tu vida, date cuenta de que tu papel no es controlar a todos los que te rodean, sino ayudarles a encontrar su propio camino en la vida. Esto significa dejar de lado tu necesidad de que las cosas vayan siempre a tu manera, lo que llevará a las personas más cerca de Dios y las hará más felices también.
Deja ir el pasado, no te detengas en los errores cometidos ayer o la semana pasada, o el mes pasado o el año pasado.
Deja atrás el pasado, no te quedes con los errores cometidos ayer o la semana pasada, o el mes pasado o el año pasado. Todos cometemos errores y es importante reconocer que no podemos cambiar el pasado. Así que, ¿por qué molestarse en pensar en ello? En su lugar, concéntrate en ser feliz hoy con lo que tienes ahora en tu vida, aquí y en este momento. De este modo, no te verás frenado por lo que ya ha ocurrido en tu vida, sino que avanzarás con confianza hacia tus objetivos y ambiciones futuras.
La felicidad proviene de la salud espiritual y de las actitudes positivas.
La Biblia nos dice que la felicidad proviene de una actitud positiva y de la salud espiritual. También proporciona algunos consejos prácticos y sencillos sobre cómo desarrollar estas cosas en nuestras vidas, incluyendo:
- Cuidar las relaciones con los demás.
- Desarrollar buenos hábitos y ser consistente en tus acciones.
- Hazte preguntas sobre tus propias actitudes para poder cambiarlas y convertirte en una persona más positiva.
Conclusión
Seguro que se te ocurren otras cosas que añadir a esta lista. Lo más importante es que entiendas que la felicidad proviene de la salud espiritual y de las actitudes positivas. Así que, si sientes que tu vida tiene alguna carencia y estás buscando formas de mejorarla, entonces prueba una o más de estas sugerencias y ¡verás cómo te funcionan!
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