Aviva en el fuego del Espíritu Santo – Los dones del Espíritu Santo
Aviva en el fuego del Espíritu Santo, siempre ha sido el deseo de todo cristiano, pero lo más importante es que pase de ser un deseo a que lo llevemos a nuestra realidad, a nuestras actividades del día a día, para Cristo Jesús, cuando estamos trabajando con Cristo, y Cristo, forma parte de nuestra vidas, él, está en nuestro corazón, entonces aceleramos ese fuego del Espíritu Santo.
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Aviva en el fuego del Espíritu Santo – Los dones del Espíritu Santo
En Lucas 11:13 dice: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” El Espíritu Santo de Dios, nos los ha dejado Jesucristo como nuestro guía, él es Noble, Puro, Santo y es precisamente quien nos da los dones, y tiene el poder de darlos como él quiere.
Deseamos tener tales o cuales dones, consideras que podrás desarrollarlo para la honra y Gloria de Dios, entonces pídele a Jesús, para que el Espíritu Santo de Dios, te dé, ese don que deseas y que vas a llevar a tu realidad del día a día para la obra del ministerio de Cristo, y el objetivo será la multiplicación de los frutos para ese ministerio Divino.
Ante esta solicitud, debemos ser astutos y siempre pedir discernimiento a Jesucristo, y al Espíritu Santo mismo, ya que en el mundo hay muchos falsos maestros que buscan engañar al hombre haciéndoles ver o cree, que ellos pueden interceder para que esos dones del Espíritu Santo sean entregados, el Espíritu Santo es el único que da los dones y como él, quiere.
Cuando el Espíritu de Dios nos escoge para una misión u obra nos prepara aunque, en algunas ocasiones no, nos sintamos actos para dicha tarea, en Hechos 13:2-3 dice: “Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.” Cuando el Espíritu Santo le da un don es irrefutable, actívelo.
Seguro que usted, como Cristiano ha pedido dones a Dios, y le ha rogado al Espíritu Santo que le bendiga con un don en específico, y allí fallamos no es lo que nosotros queramos, el don o los dones lo dará como él, quiere, debemos estar preparados para cuando nos los dé, seamos multiplicadores de ese maravilloso don, el cual nos acercará más a Dios.
Es importante leer la biblia, ya que en ella se menciona nueve dones que puede darnos el Espíritu Santo, y sería extraordinario si pudiésemos tenerlos todos y además activarlos en nuestras vidas para la honra y gloria de Dios Padre, los dones no son una pieza que compramos en la tienda y guardamos, el don se usa todos los días, para Glorificar el nombre de Dios, y obtener frutos.
Para pedir se necesita humildad, y saber para qué se pide, que hará con ello, entonces debemos saber o recordar que nuestro amado Espíritu Santo tiene nueve dones para nosotros, como son Sabiduría, Ciencia, Fe, Sanidad, Milagro, profecía, discernimiento de espíritu, lengua y interpretación de lengua, y a cada uno que se nos dé, sé desarrollara en espíritu.
Como vemos hay diversidad de dones, ministerios y operaciones, pero el Espíritu Santo, el Señor, y Dios, son los mismos por todo una eternidad, sus promesas y mandatos no pasarán, recordemos que todo lo que hagamos en la tierra, debemos hacerlo en el espíritu, porque estamos trabajando para la obra de Dios, para que muchos obtengan la vida eterna con Cristo.
Quien es el Espíritu Santo
El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios Todopoderoso, recordemos que son Tres Divinas Personas en una, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, que nos aman, nos guían y viviéramos con ellos por toda una eternidad si aceptáramos a nuestro Señor Jesucristo en nuestro corazón como único Señor y Salvador, ante ello el Espíritu Santo toma el control de nuestras vidas, todo cambia en nosotros.
Cuando estamos llenos del Espíritu Santo de Dios, todo cambia tu carácter, lo impulsivo que algunas veces somos, la manera de actuar o pensar, hasta el lenguaje todo ello conlleva a proceder de acuerdo a los designios de Dios, pero quién sino el Espíritu conoce como piensa y actúa Dios, y cuando esto ocurre, nuestra vida es plena, con una gozo y paz única del Espíritu de Dios.
Cómo entristecer y alejar de nuestra vida al Espíritu Santo
Antes de hacer conocer todos estos detalles que están muchas veces en nuestra vida ya sea por patrones de conductas o por moda, sí, por moda muchas veces actuamos porque así se está manejando en nuestra sociedad, me permito ponerle un ejemplo imaginativo que no se compara con el Espíritu de Dios, pero es para que nos ubiquemos en quién está en nuestras vidas.
El Espíritu Santo es un ser Puro, Limpio, Santo, Bueno, ante un ser así, visitando su casa malamente, usted tendrá todo desordenado y sucio, cuando nos vista nuestra madre, hacemos todo lo humanamente posible para agradarlas, ya que sabemos que a todas las madres les encanta el orden la limpieza etc. Cuánto no más al Espíritu Santo de Dios.
En Efesios 4:30-31-32 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Como nos indica la biblia la amargura, el enojo con nosotros mismos y con los demás, maldecir que hoy día, es una moda muy común en las personas, esa malicia que vemos en algunas ocasiones para actuar y proceder, con causas que lo entristece, y cómo puedes entristecer a su invitado más perfecto, amoroso y comprensivo, pues estemos alerta con estos detalles.
Un embajador de Cristo, debe tener en su vida, corazón mente, y alma al Espíritu Santo porque aparte del honor de tenerlo en nuestro templo él, ha sido enviado por Dios, para guiarnos por ello en Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;”
Pero no solo de la amargura debe cuidarse el cristiano en Mateo 5:22 Jesús nos exhorta: “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” estos comportamientos nos puede alejar de la vida eterna.
Al gritar a nuestro prójimo estamos maltratándolo con toda la mala intención, solamente imagínese un momento en que alguien le grite, la primera reacción es desestabilizadora y seguro luego viene una reacción no recomendada, que pudiera despertar en ira ya sea en usted o en su prójimo en Efesios 4:26-27 dice: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo” debemos cuidarnos para no dar poder al maligno.
Al diablo que Jesucristo, lo reprenda le conviene que la amargura, la ira, los gritos el enojo permanezcan en nuestra vida, para de esa manera tenernos débil sin la protección de Dios, pero debemos ser valientes y fuertes y combatir al maligno, porque hemos entregado nuestras vidas a Cristo y todo este comportamiento hostil con Cristo ya no nos atormentara.
Todos estos detalles que no nos benefician en lo carnal y mucho menos espiritualmente, son causas para entristecer al Espíritu del Dios, ninguno desea entristecerlo, porque somos hijos de Dios, por lo tanto, nuestra tarea es avivar el fuego del espíritu Santo, para ello oremos siempre a Jesús, para que esté en nuestras vidas, permitiéndonos estar alineados con el Espíritu Santo.
Cómo avivar el fuego del Espíritu Santo
Debemos orar sin parar, para mantener nuestra comunión con Dios y su Espíritu en Judas 20:20 dice: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,” hay un punto muy interesante, e importante que es la fe, la cual es un don del Espíritu Santo y recordemos que sin fe es imposible agradar a Dios.
Por medio de la oración nuestra comunión con Dios, se hace más fuerte, y avivamos al Espíritu Santo, al avivarlo en nosotros se presentan unos cambios cada día más significativos porque entonces él, sabe que deseamos estar en todo lo relacionando al Padre, y de hacer su voluntad, es él, el que hace que aumente nuestra pasión por las cosas de Dios.
Para concluir quisiera sugerirte que le pidas a nuestro Señor Jesucristo, por medio de la oración que te aleje cada día más del pecado, de todo aquello que entristece a su Espíritu Santo, y que a su vez, te llene y bautice con su poder y Espíritu, comprométete con Jesucristo, para que todo lo que hagas sea para su ministerio y no para vanagloriarte.
Si oramos sin parar, tendremos una excelente recompensa para trabajar con el don o los dones que el Espíritu Santo, nos quiera dar, ya sea para la obra, ministerio, donde Dios, nos ponga a servirle, y cuando Cristo, venga y nos llame por nuestros nombres, esa será nuestra primera y más hermosa recompensa, saber que viviremos con él, por toda una eternidad.
Si eres un prójimo que aún no sabes cómo hacer para vivir una eternidad con Cristo, te invito o sugiero que vayas a un lugar donde puedas estar a solas con Jesús, y te sinceres con él, le pidas perdón por tus pecados consciente e inconscientes, y le digas que, lo aceptas en tu corazón como tu único Señor y Salvador que escriba tu nombre en el libro de la vida y no lo borre jamás.
Al hacer esta bella y potente oración has estado en comunión con el único camino, verdad y vida que nos conduce al Padre Celestial, quiero darte la bienvenida a una vida eterna con Cristo, y quiero decirte que las tentaciones continuaran porque somos humanos, pero a partir de hoy eres hijo de un Dios vivo, y vencerás todos los retos si te mantienes en comunión con él.
Dra. Mercedes Pérez Sarrameda
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