Accionando Mi Sacerdocio. Predicación

El tema de hoy se llama “Accionando mi sacerdocio”. Nos llevaron a la iglesia desde nuestra infancia y nos sentamos en las mismas sillas en las que nuestros padres. Nos hicieron recitar el mismo catecismo, pero nunca explicaron por qué debemos recordarlo.

Nos dieron clases de comunión y confirmación, rezamos juntos las oraciones habituales, pero nunca se nos dijo para qué sirve. Decimos esta es mi tiempo de adoración, pero no sabemos por qué lo decimos. Y así pasó años, muchas veces sin obtener ningún beneficio espiritual o emocional. Pero hoy, con este estudio, eso va a cambiar.

Índice de Contenido
  1. Accionando mi sacerdocio: Participación de los miembros de la iglesia en la oficina del sacerdocio
  2. Cuando hablamos de un “Sacerdocio activo”, nos referimos a aquellos que desempeñan llamamientos.
  3. Existe más que participar como dirigente escogido para estar “activo”
  4. Se trata de estar activo al usar nuestro sacerdocio y sus bendiciones para servir a los demás.
  5. Este tipo de actividad no sólo aumenta su propia fe y fortaleza, sino también las de los demás.
  6. El Padre Celestial no eligió al apóstol Pablo porque ya hubiese hecho cosas grandes.
  7. Conclusión

Accionando mi sacerdocio: Participación de los miembros de la iglesia en la oficina del sacerdocio

Accionando mi sacerdocio

Se trata de uno de los principales factores que hacen que nuestra iglesia funcione tan efectivamente en todo el mundo. El sacerdocio es una actividad, que se refiere a la participación de los miembros de la iglesia en la oficina del sacerdocio.

Este servicio es necesario para que nuestra iglesia funcione y desarrolle su misión. El sacerdocio es activo, participativo y positivo: está en constante movimiento para servir a los demás, para ayudarles a entender mejor su propia vida.

La colaboración mutua ayuda a fortalecer las dimensiones sociales de nuestra religión: comunidad local (parroquias) y mundial (iglesia universal).

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Cuando hablamos de un “Sacerdocio activo”, nos referimos a aquellos que desempeñan llamamientos.

A menudo, cuando hablamos de un “sacerdocio activo”, nos referimos a aquellos que desempeñan llamamientos importantes en nuestras congregaciones. En el sacerdocio activo también nos incluimos a los miembros de más edad y al personal de la Iglesia que no se encuentra dedicado a una responsabilidad específica pero sigue cumpliendo con su llamado de servir a otros.

El sacerdote o la sacerdotisa pueden tener responsabilidades temporales o permanentes dentro del ministerio pastoral general. Por ejemplo, puede llamarle para dirigir una actividad temporal como un servicio por el ministerio del Evangelio; algunas veces estas actividades son proyectadas para durar una semana o dos semanas y otras veces duran un mes completo.

Las direcciones temporales son orientativas y no deben considerarse como parte del llamado permanente general dentro del ministerio pastoral general ni tampoco las funciones ministeriales individualmente definidas (véase D&C 107:99).

Existe más que participar como dirigente escogido para estar “activo”

Estar “activo” en el que ha actuado sobre el poder y la autoridad conferidos por la ordenación. El presidente Gordon B. Hinckley dijo:

“Ustedes son los dirigentes de la Iglesia en sus barrios y calles; ustedes son los pastores de sus familias; ustedes son responsables de las vidas de sus hijos y niños. En forma muy especial, ustedes tienen a su cargo las almas del pueblo al cual usted pertenece. Sus influencias se extienden mucho más allá de lo que se podría suponer”

Se trata de estar activo al usar nuestro sacerdocio y sus bendiciones para servir a los demás.

La respuesta a esta pregunta no es más que otra pregunta: ¿Cuál es la razón por la cual el sacerdocio es la autoridad que recibimos para servir a otros? La respuesta es que al recibir el sacerdocio, nosotros accedemos a una bendición. Más bien, se trata de estar activo al usar nuestro sacerdocio y sus bendiciones para servir a los demás.

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Como sabemos, muchas veces las personas poseen facultades y dones pero no los desarrollan; esta cualidad también puede encontrarse en aquellas personas que han sido ordenados pero no sirven como ministros de iglesia ni utilizan sus talentos en beneficio del bienestar de sus iglesias locales o nacionales. El apóstol Pablo dijo:

“Pero sin embargo mi primera diligencia ha sido por vosotros” (1 Corintios 2:3).

El Salvador mismo manifestó:

“He venido...para salvar al mundoanada más” (Juan 12:47).

Nuestro Señor Jesucristo se entregó por completo a su misión divina; él sirvió con entusiasmo y dedicación sin precedentes. Si queremos ser verdaderamente fieles comandantes en jefe del Reino de Dios sobre la Tierra, debemos vigorosamente luchar contra nuestras inclinaciones egoístas e indolentes.

Este tipo de actividad no sólo aumenta su propia fe y fortaleza, sino también las de los demás.

Tu poder y autoridad del sacerdocio están destinados a ser utilizados para servir a las personas que amas. Cuando sirves a los demás utilizando tu sacerdocio, aumentas su fe. Al ver que sus necesidades se satisfacen a través de tu servicio, esto construye su testimonio del Evangelio y les da fuerza para seguir adelante.

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El Padre Celestial no eligió al apóstol Pablo porque ya hubiese hecho cosas grandes.

Él estaba muy preocupado por la seguridad de su propia vida y la de sus amigos. No estaba dispuesto a sacrificarse por los demás. Pero cuando Dios le pidió que viajara al Asia Menor (Colegio Nacional) para predicar Su Palabra y obtener resultados milagrosos como un instrumento para ayudar a los creyentes en Jerusalén que habían sido perseguidos (Mateo 4:18–22), Pablo accedió sin esperar nada a cambio (Hebreos 11:26).

Conclusión

Pablo no tenía un sacerdocio activo cuando fue elegido para este llamamiento, pero se convirtió en un servidor fiel gracias al poder del Espíritu. Como miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ¿cómo puede usted utilizar el sacerdocio para servir a su familia, su congregación y las personas que lo rodean? De todos nosotros, el Señor espera que usemos nuestro sacerdocio para hacer el bien

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