9 poderosas oraciones de limpieza y protección

Cuando sentimos que estamos en una batalla espiritual en la vida, buscar la protección del Señor puede ofrecernos alivio. Estas poderosas oraciones de limpieza y protección te recordarán que Dios siempre tiene el control.

Querido Señor, por favor, lávame completamente de mi iniquidad y límpiame de mi pecado. Padre, pretendo ser como Tú, pero el pecado me ha alejado de Ti. Te ruego que me limpies de mi pecado y me perdones por lo que he errado. Límpiame espiritual, emocional y físicamente para que pueda ser un mejor embajador de Cristo. Señor, te ruego que me dejes menos a mí y más a Ti, para que pueda ser pura a tus ojos. Amén.

Salmo 51:2

Dios de Amor, confieso mis pecados porque tu palabra me dice que eres fiel y justo para perdonar mis pecados y limpiarme de toda maldad. Purifícame con el hisopo (como hacían los antiguos hebreos) y quedaré limpio; lávame y quedaré más blanco que la nieve. Elimina todo pensamiento, motivación o intención impía que resida en mí. Límpiame para que pueda ser hecho justo. En el nombre de Jesús, amén.

1 Juan 1:9 y Salmo 51:7

Oh, Señor, crea en mí un corazón limpio y renueva un espíritu firme dentro de mí Escucha los gritos de mi corazón en este momento, pues la impureza que me rodea es lo que el enemigo ha intentado utilizar contra mí para matarme y destruirme. Declaro que, por Tu poder soberano y la fe que tengo en Ti, seré limpiado porque soy Tuyo y has venido para que pueda tener vida en Ti más abundantemente. Amén.

Salmo 51:10

Aleluya, ¡qué Salvador! Porque en este día se hará expiación por mí para limpiarme; proclamo que quedaré limpio de todos mis pecados ante Ti, Padre Eterno. Tú enviaste a tu Hijo unigénito para que, por medio de Él, no perezca, sino que sea salvado por el lavado de mis pecados mediante la sangre de Jesucristo. Soy indigno de esto, pero te doy las gracias por permitir que Jesús sea mi abogado y por mostrarme una gran gracia. Amén.

Levítico 16:30

Guerrero poderoso, Tú eres mi escondite. Me protegerás de los problemas y me rodearás con cantos de liberación. Gracias por limpiarme para que pueda ser liberado y protegido por Ti. Gracias por ser mi refugio y mi fuerza, una ayuda siempre presente en los problemas. Te busco en mis momentos de angustia porque sé que no hay mayor protector, tampoco hay nadie que se mantenga invicto como Tú Jehová-Nissi. ¡Padre, Tú reinas en la victoria! Amén.

Salmo 32:7 y Salmo 46:1

Padre Santo, te pido tu protección divina; que sea evidente en todos los ámbitos de mi vida. Declaro que ninguna arma formada contra mí prosperará y refutaré toda lengua que me acuse. Esta es la herencia de ser Tu siervo, y esta es mi reivindicación de Ti. Gracias de antemano por asegurar que no me hará daño el adversario que merodea como un león rugiente buscando a quién matar o destruir. Amén.

Isaías 54:17 y 1 Pedro 5:8

Padre celestial, Tú eres mi protección, pues me has dado el escudo de tu salvación; tu mano derecha me ha sostenido, tu mansedumbre me ha engrandecido. Has ensanchado el camino debajo de mí, para que mis pies no se duerman Señor, incluso te ocupas de mis enemigos. He perseguido a mis enemigos y los he alcanzado; no he retrocedido hasta destruirlos. Te aseguras de que ningún plan (o intención de una persona) para perjudicarme llegue a buen puerto. Amén.

Salmo 18:35

Dios eterno, magnifico tu nombre porque eres mi impresionante defensor y eres el vencedor invicto Tu palabra me dice que Tú lucharás por mí; sólo necesito estar quieto. Qué asombroso es que me permitas estar quieto en tiempos de batalla ¡Qué maravilloso es que me permitas tomar asiento mientras Tú vas delante de mí y me permites recibir la victoria aquí en la tierra! Amén.

Éxodo 14:14

Hermoso, toda la creación se inclina ante Tu gran nombre. Me inclino ante Ti, Señor, porque aunque envejezca, aunque me salgan canas, Tú eres mi Dios, Tú eres el que me sostendrá. Tú me has hecho, y Tú me llevarás; Tú me sostendrás y me rescatarás por Tu naturaleza. A través de Ti soy salvado, limpiado y protegido, te agradezco por lo que eres. Amén.

Isaías 46:4