10 buenas oraciones católicas para adultos a la hora de dormir

Las oraciones nocturnas se recitan a menudo como parte de la rutina antes de acostarse. Existen muchos tipos de oraciones tanto para niños como para adultos. He aquí diez oraciones católicas significativas para adultos a la hora de acostarse, que puedes añadir a tu rutina nocturna.

Oración para acostarse

Padre celestial, gracias porque tu palabra ilumina mis ojos, purifica mi alma y me preserva para la vida eterna. Al llegar al final de este día te agradezco las muchas bendiciones que me has concedido. Te pido perdón por los pecados que he cometido hoy. Te ruego que, mientras duermo, me devuelvas las fuerzas y me capacites para un nuevo día mañana. Señor, bendíceme y guárdame, haz que tu rostro brille sobre mí. Vuelve tu rostro hacia mí y dame paz. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración para restaurar mi fuerza

Rey de Reyes, Señor de Señores, gracias porque tu palabra reanima mi alma, da sabiduría a mi mente y produce alegría en mi corazón. Cuando me acuesto para dormir, me acuerdo de tu promesa de que los que esperan en ti verán renovadas sus fuerzas. Se elevarán con alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Lléname de toda la fuerza y la paz en la creencia, para que por tu poder pueda abundar en la esperanza. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración por el descanso y la paz

Padre fiel, gracias porque tu obra es perfecta, tus caminos son justos, eres un Dios de fidelidad. Al acostarme para dormir, me encomiendo a tu cuidado. Te pido que traigas paz a mi mente, descanso a mi cuerpo y restauración a mi espíritu. Tú eres capaz de hacer mucho más abundantemente que todo lo que pido o imagino, según tu poder que actúa en mí. A ti sea la gloria por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración de protección espiritual

Dios poderoso, gracias porque eres mi escudo y mi fuerza. Has prometido que todos los que están cansados y agobiados, deben acudir a ti, y tú les darás descanso. Te pido que me des descanso esta noche. Que la palabra de Cristo habite en mí en abundancia, enseñándome en toda sabiduría, y produciendo santidad en mi corazón para que pueda glorificarte en mi vida. Que pueda dormir con agradecimiento en mi corazón a Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración para velar por mí

Dios creador, gracias porque eres clemente y compasivo, lento para la ira y abundante en amor. Has sido fiel en velar y protegerme durante este día. Te pido que sigas velando por mí durante la noche. Tú eres el Dios de la paz. Haz que me santifique por completo y que todo mi espíritu, mi alma y mi cuerpo se mantengan irreprochables en la venida del Señor Jesucristo. Tú, que me has llamado, eres fiel hasta el final. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración de consuelo sobrenatural

Padre amoroso, gracias porque eres mi roca y mi fortaleza, siempre puedo encontrar refugio en ti. Vengo ante ti cansado por el día de hoy y te pido que restaures mi fuerza y mi espíritu mientras duermo. Vela por mí y concédeme el verdadero descanso en ti esta noche, Señor. Que el Señor Jesucristo, que me amó y me dio el consuelo eterno y la buena esperanza por medio de la gracia, conforte mi corazón y me establezca en cada paso que dé mañana. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración de fe sin miedo

Señor de las Naciones, gracias porque eres la luz del mundo, guiando mis pasos por tu camino. Me has guiado a lo largo de este día y te encomiendo que me guíes mañana. Que duerma tranquilo, seguro en tus manos. Sustituye mi miedo al futuro por la fe en tu providencia. Tú eres el Dios de la paz, el gran pastor de las ovejas. Que me equipes con todo lo bueno para que pueda hacer tu voluntad. Obra en mí, para que sea agradable a tus ojos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración de bondad

Dios omnisciente, gracias porque me conoces y me amas. Tú sabes todo lo que me ha pasado hoy, los altos y los bajos, la alegría y la tristeza. Mientras me acuesto para dormir, reflexiono sobre la bondad que me has mostrado. Mientras duermo, sigue velando por mí. Que el amor del Padre, la ternura del Hijo y la presencia del Espíritu, alegren mi corazón y traigan la paz a mi alma, hoy y todos los días. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración para un sueño reparador

Padre eterno, gracias porque nunca estoy solo, tu presencia calma el mar agitado de mi vida y habla de paz a mi alma. Elimina el estrés que arrastra mi día y ayúdame a descansar tranquilamente en la seguridad de tu mano. Bendíceme con un sueño reparador. Que tú, Dios de toda gracia, que me has llamado a la gloria eterna por Cristo Jesús, me hagas santo, fuerte y lleno de paz. A ti la gloria y el honor por los siglos de los siglos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Oración de no temer al mal

Consejero maravilloso, gracias porque eres perfectamente fiel; nunca olvidas, nunca fallas y nunca retiras una promesa. Me has prometido que, aunque camine por el valle más oscuro, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me reconfortan. Al mirar hacia ti, el buen pastor, que encuentre el verdadero descanso en tu cuidado. Que la paz de Dios me envuelva, el amor de Dios me sostenga y la sabiduría de Dios me controle. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.