Temas Para Predicar En Estos Tiempos

Esta pandemia ha provocado un malestar y una incertidumbre como nunca antes habíamos visto, por lo que ahora es el momento de proponernos de nuevo predicar un mensaje de consuelo y esperanza, un mensaje que no es nuevo, pero que se necesita en este momento.

Muchos evangelistas se han centrado en temas de salud, riqueza y felicidad durante años; pero ahora que la nación se enfrenta a desafíos sin precedentes, los cristianos necesitan desesperadamente una palabra de Dios que hable explícitamente de estas pruebas. Creo que Dios me ha dado una palabra especial para estos tiempos. Aquí hay algunos temas que puedes usar cuando prediques durante la pandemia:

Índice de Contenido
  1. La gente busca consuelo y ánimo tras la pandemia de COVID-19.
  2. La gente necesita esperanza en este momento.
  3. Predicar en el tiempo de Dios, no en el nuestro.
  4. En estos tiempos inciertos necesitamos oír hablar del amor firme de Dios.
  5. Para llevar: Mientras nos enfrentamos a una nueva normalidad, nuestro mensaje no debe ser nuevo, sino que debe ser reconfortante y esperanzador.
  6. Conclusión

La gente busca consuelo y ánimo tras la pandemia de COVID-19.

La muerte de millones de personas, la pérdida de prestigio e influencia mundial, el aumento de la violencia doméstica e incluso el suicidio, son sólo algunas de las formas en que el COVID-19 ha dejado su huella en nuestras vidas. Puede ser difícil de creer ahora, pero todavía nos estamos recuperando de esta pandemia.

Las personas a las que se predica buscan consuelo y ánimo. Quieren esperanza en medio de sus penas; quieren una forma de dar sentido a toda esta devastación. En estos tiempos, usted puede darles lo que necesitan predicando sermones que les ayuden a encontrar la curación sólo a través de la gracia de Dios.

La gente necesita esperanza en este momento.

La gente necesita oír hablar del amor inquebrantable de Dios por ellos. La gente necesita oír hablar del amor de Dios por ellos. La gente necesita oír hablar del amor de Dios por el mundo, y necesita saber que Dios ama a la Iglesia y a su pueblo en ella. También necesitan saber que Dios tiene un plan para el futuro, ahora mismo, y que nosotros formamos parte de él.

Predicar en el tiempo de Dios, no en el nuestro.

El tiempo de Dios es el mejor tiempo. El único tiempo real, de hecho.

La Biblia dice que Dios está fuera de nuestro tiempo y espacio. Eso significa que puede ver lo que ocurre en el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo.

Cuando Jesús resucitó de entre los muertos el domingo de Pascua, dijo a sus discípulos: "Se me ha dado toda la autoridad en el cielo y en la tierra". Como Dios creó todas las cosas y las mantiene unidas por su poder (Colosenses 1:16), tiene autoridad sobre todas las cosas, ¡incluida tu vida! Él sabe exactamente cuándo lo elegirás o lo rechazarás; por lo tanto, ¡puede planear con anticipación lo que se necesitará para tu salvación antes de que siquiera pienses en tomar la decisión de querer o no a Cristo como tu Salvador!

En estos tiempos inciertos necesitamos oír hablar del amor firme de Dios.

En estos tiempos de incertidumbre, necesitamos oír hablar del amor firme de Dios.

El amor de Dios es inmutable. No cambia en función de nuestras acciones o sentimientos. No depende de nosotros, sino que nosotros dependemos del amor de Dios por nosotros.

El amor de Dios es incondicional. Dios nos ama sin importar lo que hagamos o cómo nos sintamos, y esto debería inspirar en nosotros una eterna gratitud y asombro por la maravilla del sacrificio de Cristo en nuestro favor.

En estos tiempos de incertidumbre, puede ser fácil olvidar que realmente hay un Dios amoroso que se preocupa profundamente por cada uno de nosotros individualmente y conoce íntimamente cada detalle de nuestras vidas... un Dios que no desea otra cosa que lo conozcamos personalmente a través de su Hijo Jesucristo (ver Juan 17:3).

Para llevar: Mientras nos enfrentamos a una nueva normalidad, nuestro mensaje no debe ser nuevo, sino que debe ser reconfortante y esperanzador.

La lección más importante que saqué de este ejercicio es que debemos ser muy cuidadosos en la forma de predicar en estos tiempos. El mundo en el que vivimos es nuevo para todos nosotros, pero hay una razón aún más apremiante para predicar con cuidado: muchas personas están dolidas y ansiosas como resultado de la pandemia del COVID-19. Nuestro mensaje no debe ser nuevo, sino que debe ser reconfortante y esperanzador. Estamos llamados a proclamar el amor inquebrantable de Dios por los que sufren (Salmo 145), y a recordarles que Él sigue siendo su refugio en el dolor (Salmo 46).

También debemos recordar que la predicación no consiste sólo en pronunciar sermones, sino en todo el proceso del ministerio del que surgen los sermones. La predicación tiene lugar cuando los pastores escuchan lo suficientemente bien lo que oyen de los demás durante los servicios de adoración, de modo que puedan ayudar a la gente a entender lo que Dios podría estar tratando de decir a través de esas experiencias, y luego comenzar a trabajar en las formas en que pueden transmitir esos mensajes de manera efectiva.

Conclusión

Esperamos que estos ejemplos le sean útiles. Oramos para que la Palabra de Dios traiga sanación y esperanza a su congregación. Si tiene alguna pregunta o desea más información, no dude en ponerse en contacto con uno de nuestros pastores asesores en The Journey Network.

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