Qué Podemos Aprender Del Salmo 75

En el pasaje de hoy del Salmo 75, David da gracias por la misericordia y la justicia de Dios. A menudo damos las gracias a Dios por las cosas buenas que ha hecho por nosotros, pero el pasaje de hoy nos recuerda que a veces debemos darle las gracias por las cosas difíciles de la vida, porque pueden ayudarnos a ser humildes y recordarnos que, en última instancia, Dios se asegurará de que se haga justicia.

Índice de Contenido
  1. ¿Qué pasa cuando ocurren cosas malas?
  2. Las aflicciones nos ayudan a mantenernos humildes.
  3. Algunas personas te van a envidiar.
  4. Dios se asegurará de que al final se haga justicia.
  5. Conclusión:

¿Qué pasa cuando ocurren cosas malas?

La mayoría de las veces, pensamos en agradecer a Dios cuando nos suceden cosas buenas. Le agradecemos por nuestra familia, nuestros amigos y nuestro trabajo. Le agradecemos por sus bendiciones y su protección.

¿Pero qué pasa cuando suceden cosas malas? ¿Qué pasa cuando algo va mal y no tiene nada que ver con nosotros o con nuestras decisiones? Aquí es donde el Salmo 75 es muy útil.

Nos encontramos en esta situación con demasiada frecuencia como cristianos que vivimos en un mundo imperfecto: tratando de averiguar cómo manejar situaciones en las que sentimos que todo se ha desmoronado a nuestro alrededor (o incluso sólo un poco).

En esos momentos es importante no sólo recordar que Dios es soberano sobre toda la creación, sino también que es bueno y que se puede confiar plenamente en todos los aspectos de nuestra vida, incluso en aquellos en los que no entendemos por qué las cosas suceden así.

Por último, si alguna vez hubiera una situación en la que necesitáramos que alguien que no fuéramos nosotros mismos nos sirviera la justicia en su propio plato (¡y sí!), ¡ahora sería uno de esos momentos!

Las aflicciones nos ayudan a mantenernos humildes.

Dios no nos da más de lo que podemos manejar. Si has pasado por la adversidad, Dios es capaz de ayudarte a superarla. Él se encargará de que al final se haga justicia y de que tus enemigos sean castigados o destruidos.

Hebreos 12:12 dice: "Levantad, pues, las manos que cuelgan, y las rodillas débiles;

Y haced sendas rectas para vuestros pies, para que lo que es cojo no sea desviado del camino, sino que sea curado".

Algunas personas te van a envidiar.

El salmista continúa diciendo que Dios es quien hará justicia (v. 2). No tenemos que preocuparnos de si nuestros enemigos acabarán cayendo, porque Dios lo hará por nosotros.

Este es un pensamiento muy reconfortante. Significa que, pase lo que pase en la vida, podemos estar seguros de que Dios lo tiene bajo control y se asegurará de que al final se haga justicia.

Eso no es todo lo que dice el salmista sobre el destino de sus enemigos: también dice que Dios los "desgarrará" (v. 3), lo que significa que literalmente los destrozará o los hará pedazos: ¡una interesante metáfora de su destrucción final a manos de Dios!

Dios se asegurará de que al final se haga justicia.

El siguiente verso del Salmo 75 dice: "Dios es justo; nos hará justicia". Dios se asegurará de que al final se haga justicia. No tenemos que preocuparnos de si nuestros enemigos acabarán cayendo, porque Dios les hará pagar por lo que han hecho.

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La Biblia nos enseña que podemos confiar en que Dios se ocupará de la injusticia y el mal en este mundo.

Cuando pienses en todas las cosas terribles que ocurren a nuestro alrededor -gente herida y asesinada, naturaleza destruida por la contaminación y la guerra-, ¡no te desesperes! Porque cuando lo miras desde la perspectiva de Dios, está claro que Él tiene un plan para cada uno de nosotros (Romanos 8:28). Y Él saca lo bueno de cada situación (Jeremías 29:11).

Conclusión:

Cuando pensamos en dar gracias a Dios, a menudo le damos las gracias por las cosas buenas que ha hecho por nosotros, pero el pasaje de hoy nos recuerda que a veces debemos darle las gracias por las cosas difíciles de la vida, porque pueden ayudarnos a ser humildes y recordarnos que, en última instancia, Dios se asegurará de que se haga justicia.

  • Dios se ocupará de nuestros enemigos.
  • Dios se asegurará de que al final se haga justicia.
  • Cuando pensamos en agradecer a Dios, a menudo le damos las gracias por las cosas buenas que ha hecho por nosotros, pero el pasaje de hoy nos recuerda que a veces debemos agradecerle las cosas difíciles de la vida, porque pueden ayudarnos a ser humildes y recordarnos que, al final, Dios se asegurará de que se haga justicia.

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