Piedad Y Compasión. Estudio Bíblico

En este artículo hablaremos de dos cualidades muy importantes en el cristianismo: piedad y compasión. Si se le preguntara a una persona normal sobre la misericordia, probablemente obtendría una respuesta del tipo "Es un acto de compasión o de perdón mostrado hacia alguien a quien se puede castigar o dañar". En otras palabras, es no recibir lo que se merece.

Cuando pensamos en la misericordia tal y como se define arriba, la mayoría de nosotros piensa automáticamente en Dios y en sus acciones hacia nosotros. Esta definición, sin embargo, no es del todo exacta. Sí, Dios muestra misericordia en el sentido de que retiene el castigo contra nosotros (Romanos 3:23-25). Sin embargo, es sólo en un sentido secundario que la palabra puede ser usada para describir el perdón y la compasión mostrados por Dios hacia la humanidad.

Piedad Y Compasión

Índice de Contenido
  1. El samaritano misericordioso
  2. La bondad del samaritano
  3. Piedad y compasión
  4. Tratar a los demás con piedad y compasión
  5. La bondad y la generosidad.
  6. Dios nos da piedad y compasión cuando la pedimos
  7. Conclusión

El samaritano misericordioso

Podrías pensar que te voy a contar la historia de cómo ser más compasivo, pero en realidad te voy a contar la historia de la compasión. La historia se llama El samaritano misericordioso, y es una de las parábolas de Jesús en la que nos habla de un hombre que es golpeado, robado y dado por muerto en el camino entre Jerusalén y Jericó (Lucas 10:25-37).

El hombre no tiene amigos ni familiares cerca, por lo que muere solo sin nadie que lo cuide. Un sacerdote pasa por allí, pero no se detiene porque está ocupado con sus obligaciones en el templo. Luego pasa un levita, pero tampoco se detiene porque está de camino a casa después de hacer negocios en otra ciudad.

Finalmente, Jesús dice: "Un samaritano que bajaba de Jerusalén se cruzó con él". Iba simplemente caminando cuando de repente vio a este hombre tendido, indefenso y golpeado, sin ayuda a la vista. Esto debe haber sido un espectáculo sorprendente para él, ya que los samaritanos solían ser despreciados como no creyentes que no seguían a Dios como los judíos; incluso eran considerados como traidores por algunos judíos porque vivían en Samaria y no en Israel.

La bondad del samaritano

El amable samaritano era un extranjero, y sin embargo mostró compasión al judío. También era un marginado en su propia comunidad, por lo que se podría decir que tenía muchas razones para no ayudar a otra persona. De hecho, ¡el samaritano era un sacerdote en su propio templo! Probablemente tenía más responsabilidades que la mayoría de nosotros hoy en día. Pero a pesar de todo esto, sacó tiempo de su ajetreada vida para atender a otra persona que lo necesitaba más, y ¡mira qué agradecido estaba Jesús por ese acto de misericordia!

Piedad y compasión

La piedad es la cualidad de ser misericordioso, o la capacidad de perdonar. También se define como ser compasivo y mostrar bondad. La misericordia es una cualidad de la que muchas personas sienten que carecen, pero puede aprenderse, y es importante aprender esta habilidad porque la misericordia es esencial para vivir una vida plena.

La misericordia significa tener compasión por los demás, aunque no lo merezcan. Cuando mostramos misericordia hacia los demás o hacia nosotros mismos, estamos dando a los demás una segunda oportunidad para mejorar y perdonar los errores del pasado. Al hacerlo, permitimos que se conviertan en mejores personas de lo que eran antes; ¡creando así más vibraciones positivas en nuestro mundo!

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Tratar a los demás con piedad y compasión

La misericordia es la expresión activa de la compasión. Puedes tener misericordia con los demás siendo amable, generoso y misericordioso. También puedes ser compasivo e indulgente con los demás. Además de estas expresiones activas de la misericordia, también hay formas pasivas en las que puedes mostrar misericordia hacia otras personas. Por ejemplo:

Puedes ser paciente con los demás: puedes tolerar su presencia en tu vida (e incluso amarlos) a pesar de sus defectos y carencias. Puedes ser indulgente con los demás: les perdonas cuando cometen errores o hieren tus sentimientos (o los suyos).

Puedes ser útil a los demás, ya sea como voluntario en un comedor social o ayudando a alguien a cambiar una rueda de su coche por la noche para que no se quede atrapado en medio de la nada sin poder volver a casa esta noche... ¿me entiendes?

La bondad y la generosidad.

Tu capacidad de ser amable y generoso te convierte en una persona más atractiva en todos los aspectos de la vida. En las relaciones, la amabilidad y la generosidad ayudan a crear confianza; cuando alguien ha sido amable o generoso con usted, le hace más digno de confianza.

La amabilidad y la generosidad también son importantes para llevarse bien con los demás en el trabajo, por ejemplo, ayudando a los compañeros a hacer mejor su trabajo u ofreciendo elogios cuando son necesarios.

La amabilidad y la generosidad pueden hacer de su lugar de trabajo un sitio mejor; también ayudan a que la gente se sienta bien consigo misma, lo que conduce a una mayor felicidad. Cuando la gente hace algo bueno por ti sin esperar nada a cambio (y sin que se lo pidas), se crea un vínculo emocional entre vosotros que dura mucho más que cualquier regalo material.

¡Cuando alguien está dispuesto a dar su tiempo y energía por la bondad de su corazón y no como parte de algún motivo ulterior como ganar dinero o recibir algo a cambio más tarde en el camino, realmente muestra lo mucho que se preocupan por la felicidad de los demás porque quieren que todos a su alrededor sean felices también! Esto tiende a crear relaciones de confianza entre personas que de otro modo no confiarían en los demás si no fuera por esos pequeños gestos de vez en cuando cuando (ascensores).

Dios nos da piedad y compasión cuando la pedimos

Dios ofrece su gracia a todos los que están dispuestos a aceptarla, pero debemos pedirla en el nombre de Jesucristo. La misericordia de Dios está disponible para todos los que la piden en el nombre de Jesús.

Conclusión

La misericordia es la cualidad de la bondad. Es el cuidado y la compasión, como una madre cuando ve a su hijo temblando en el frío, le dará lo que necesite. Tener misericordia es sentir compasión por alguien que está sufriendo o en problemas. Es más fácil mostrar misericordia que sacrificio o perdón. Pero Dios requiere los tres. Y cada cristiano debe estar dispuesto y ser capaz de realizar cada uno.

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