Nuestra relación con Dios nos ayuda a capacitar a otros - A quiénes llama Dios a capacitar
Nuestra relación con Dios nos ayuda a capacitar a otros, y esto se debe a que esa relación con Dios, la cual es amorosa, obediente, permanente y con toda la disponibilidad del mundo, nos permite poner en orden todo lo relacionado con Dios aquí en la tierra, para ello no hay evaluación o clasificación académica ni económica, solo el deseo de servir a Jesús.
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Nuestra relación con Dios nos capacita para capacitar a otros.- A quiénes llama Dios a capacitar
Primeramente es importante saber que ante los ojos de Dios, ninguno estaríamos calificados por sí mismos para capacitar a otro cristiano, el único que puede calificarnos es Dios, para cualquier actividad o ministerio que él considere, o en diferentes tareas ya sean difíciles o fáciles, él nos llamará y de una vez por medio de su Espíritu Santo nos capacitara, en lo que él diga.
La capacitación que nos da Dios, siempre es para realizar buena obras, debemos tener presente que a todo aquel que Dios, llama será capacitado por él, y contara siempre con toda su gracia, ya que no podemos hacer nada en el ministerio de Dios, sin la ayuda de Dios mismo, y consciente de su orden divino sabremos que usará una estrategia para cada creyente u toda una iglesia.
Posición que ocupa el creyente en la capacitación de Dios
El creyente debe tener presente sus capacidades, y si no las conoce debe pedirle a Dios que le ayude en ese proceso, una vez consciente de ellas ponerlas delante de Dios, para su servicio, ya que nuestra relación con Dios nos capacitara para que capacitemos a otros creyentes así como ocurrió con Pablo y con Tito por ejemplo, debemos mantenernos en comunión con Dios.
Es como si usted fuese un entrenador de deporte, por ende conoce a cada uno de sus jugadores sus debilidades y fortalezas, esos hace que en un momento determinado usted, decida poner al frente a un jugador y no al que todos pensaba que iba a poner, y eso lo hace porque sabe del juego y que esa persona elegida, será la que se deje capacitar en la tarea asignada.
A quiénes llama Dios
En 1 Corintios 1:26 al 28 “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es”
Dios llama a su ministerio a los seres menospreciado, a los mansos y a los humildes todos aquellos seres a los cuales el mundo considera poca cosa, cuando leemos la biblia nos damos cuenta de que Dios llamo a gente depreciada, como por ejemplo los pastores, familias muy humildes a todos los que el mundo considera nada, para que nadie se jacte en su presencia.
Cuando Dios, nos llama a una misión, él se encarga de capacitar al individuo no actúa nuestra inteligencia ni nuestra fuerza, todo lo hace Dios, es decir Dios nos capacita para capacitar a otro. En Juan 15:5 dice: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
Cómo abordar al mundo de hoy
Todo cristiano debe estudiar y aprender la palabra de Dios, y la única forma que la entendamos es pidiéndole al Espíritu Santo que nos dé discernimiento para ello, Jesús no miente, y su palabra es veraz, aunque al mundo le cueste entenderlo no debemos decaer, ni tener miedo, si Dios nos da el impulso y la capacitación, tenemos todas las condiciones para predicar el evangelio.
En la actualidad todas las personas quieren servir a Dios a su manera, con sus lineamientos, formas de ser y de pensar, sin embargo en otras oportunidades ya se ha mencionado que todo en el reino de Dios, tiene un orden, lineamientos de conductas, no las impuestas por el hombre que al final entorpecen el camino para la capacitación de un creyente, sino las que Dios tiene que son perfectas.
Qué debemos hacer como creyentes
Cuando un individuo está en el mundo cristiano debe escuchar la voz de Dios, y como se mencionó anteriormente, estar consciente de cuáles son sus cualidades, este discernimiento lo da el Espíritu Santo de Dios, ya algunas personas, son mejores que otra en tal o cual actividad o tarea, es decir tal vez usted sea un excelente maestro y pueda capacitar a otros en la obra de Dios.
Una vez más, se exhorta a escuchar la voz de Dios, para que el ministerio pueda tener buenos frutos, todos en la vida tenemos dones y solo serán revelados si usted está en comunión con Dios, y así, puedan ser usados para la obra de Cristo multiplicando lo que se le ha dado, una señal clara de que está siendo usado por Dios es que tendrá pasión y alegría, por servir a Dios.
De repente usted, dirá que hace lo que puede, o que lucha con todas sus fuerzas, para agradar a Dios, y que hace múltiples cosas en el mundo para él, pero resulta que por nuestras propias cuenta no impresionamos a Dios, claro, el mundo le alabara y ya, no hay fruto, sin la ayuda de él o del Espíritu Santo, está trabajando en la carne y recibimos la recompensa de la carne.
Cuando trabajamos en la carne, nunca obtenemos frutos de nuestra labor, y eso no es lo que queremos, deseamos agradar a Dios, y si él nos capacita para capacitar a otros, estaremos utilizando el don que nos ha dado en obras y obtención de frutos para su ministerio, el Espíritu de Dios nos impulsara hacer cosas que nunca imaginamos que lograríamos, siendo la gloria y la honra de él.
Cuando trabajamos bajo la voluntad de Dios decimos y sentimos como el salmista en el Salmo 115:1 “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad.” Porque como se ha dicho, trabajamos para él y por él, no para que seamos glorificados nosotros por el mundo sino para que el mundo reciba el evangelio de Cristo y sus obras.
En conclusión todo lo que tenemos y lo que disfrutamos en todos los sentidos es creado por Dios, es necesario que nos centremos y entendamos para que Dios nos los ha dado, si tan solo para disfrutar o si podemos hacer algo más con ello, por ejemplo multiplicar su belleza y solo lo podemos lograr si estamos siendo guiados por él, ya que solo él sabe lo que necesita para su obra.
Esperemos que esta investigación le lleve a preguntarse si Dios, le tiene asignada una tarea, que estamos seguros de que es así, porque de esa manera usted, se pondrá en manos del creador, él hará su gran obra no importando si usted es pobre o rico, flaco o gordo, Dios nos ayuda para capacitar a otros de alguna manera, solo déjese guiar, relájese y escuche su voz.
En la vida necesitamos de la pasión y amor que Dios nos da, nosotros debemos relajarnos, y escuchar al llamado que nos hace Dios, para estar dispuestos hacer todo lo que esté en nuestras manos, deposite su confianza en él y verá como lograra cosas que nunca pensó que lograría y otras que nunca pensó que haría las hará, porque él, es fiel y hace lo que no podemos hacer.
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Dra. Mercedes Sarrameda
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