No Dejes Apagar El Fuego En El Altar De Dios
El fuego en el altar de Dios no se ha apagado y no se apagará porque eso es lo que Dios quiere. Él quiere que seamos luz para los demás y que nuestras vidas brillen como estrellas en el cielo para que otros puedan ver cuánto amamos a Dios a través de lo que hacemos, decimos y somos.
Dios tiene fuego
El fuego de Dios es un fuego consumidor. Hebreos 12:29 dice: "Porque nuestro Dios es un fuego consumidor". El Señor nos ha dicho que es celoso por su pueblo y que no compartirá su gloria con otro (Jeremías 5:14). Esto significa que si Dios le diera a alguien más la misma posición que Jesucristo en Su plan de salvación, entonces le quitaría la grandeza a Jesucristo.
Por lo tanto, Dios no puede permitir que nadie sea exaltado por encima de Él o que se ponga en igualdad de condiciones con Él. Esto significa que sólo hay dos opciones: o puedes aceptar todo lo que Dios dice sobre Él (por ejemplo, "Soy un fuego consumidor"), o puedes rechazarlo de plano porque no tiene sentido para ti basado en el poco conocimiento que has obtenido a través de fuentes seculares. Así que, ¡elige sabiamente!
No dejes que se apague
No dejes que se apague. Eso es lo que dice Dios en Zacarías 14:18, y se aplica al fuego de Su altar tanto como a cualquier otro tipo de fuego. El fuego está en Su altar, pero no lo busques allí. No te distraigas con nada más. No dejes que tu atención se desvíe de lo que Él te llama a hacer, que es simplemente seguir alimentando ese fuego con todo lo que tienes y todo lo que se te ha confiado (1 Corintios 4:2).
No permitas que ninguna otra cosa ocupe el lugar del fuego de Dios ocupando demasiado espacio dentro de ti -un miembro de la familia que necesita tu ayuda, una adicción que necesita tu atención, un proyecto favorito que necesita tu tiempo o dinero o energía o amor- cualquier cosa que compita por el espacio dentro de nosotros debe ser vista claramente como una distracción idolátrica de nuestro principal propósito en la vida: servir a Dios a través de amar bien a los demás con todo lo que tenemos y todo lo que se nos da (Mateo 22:37-40).
El fuego está en el altar de Dios
El fuego es un símbolo de la presencia, el amor y el poder de Dios. También es un recordatorio de cómo juzgará al mundo por su pecado. El mensaje de este pasaje es que si estamos dispuestos a mostrar fe en Jesús obedeciéndole de todo corazón, nuestras vidas pueden ser cambiadas por su gracia y podemos ayudar a otros a hacer lo mismo.
Conclusión
Tenemos que mantener el fuego ardiendo en el altar de Dios y no dejar que se apague. La Biblia nos dice que cuando los sacerdotes no quemaron los sacrificios a tiempo y se corrompieron, Dios envió plagas sobre Israel. Es importante que mantengamos el fuego encendido para poder adorar a Dios sin preocupaciones.
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