Mujeres Extraordinarias de Biblia - Ejemplos a seguir
Las mujeres extraordinarias de la Biblia sobresalen por su entrega y fidelidad al Señor donde se muestran como un ejemplo a seguir porque marcaron la diferencia en ese tiempo tan lleno de prejuicios y perjuicios, donde los hombres eran los que dominaban al mundo.
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Por eso vale la pena exaltar a estas mujeres que muchas veces expusieron su propia vida para cumplir el propósito de Dios en su vida. Además todas estas mujeres eran de origen humilde pero que llegaron a ser extraordinarias porque fueron perfeccionadas por la voluntad perfecta del Señor.
Mujeres Extraordinarias de Biblia - Ejemplos a seguir
La Palabra del Señor posee diferentes ejemplos de mujeres temerosas de Dios que dejaron huellas significativas en los tiempos bíblicos. Esas mujeres se destacaron en un mundo hostil lleno de machismo y de tantas injusticias. Aquí mostraremos una lista de mujeres extraordinarias de la biblia que son dignas de ser conmemoradas, tales como:
1.- Sara
Esta gran mujer fue la esposa de Abraham y madre de Isaac. De acuerdo al libro de Génesis, su nombre original era Sarai pero el Señor lo cambió a «Sara» antes de hacerle el milagro de tener un hijo a la edad de 90 años. Sara era un nombre que se usaba para mujeres distinguidas y Sarai significa princesa.
Siendo ya anciana y estéril, y deseando que se cumpliese la voluntad del Señor respecto a la descendencia de Abraham, Sara le propuso que tuviera un hijo con su esclava Agar. Sin embargo más tarde, luego del nacimiento milagroso de su propio hijo Isaac, botó a la mujer y a su hijo Ismael.
En este orden de ideas, Sara es la única mujer en la palabra de Dios en la cual Dios le habla directamente. Su esposo Abraham admiraba mucho su don de profecía y su inteligencia, escuchando todos sus consejos, así que consideraba la palabra de su mujer porque la amaba mucho.
Sara es una mujer que estaba llena de fe, era hermosa, respetuosa, tenía dones del Señor y fue escogida por Dios y por eso recibió la promesa del Señor. Ciertamente no era perfecta y cometió el error de impacientarse al esperar ser madre y por eso le dio la esclava a su esposo.
Pero Dios conocía su corazón y por eso estaba de su lado, y aunque ya estaba mayor, abandonó todo para vivir el resto de su vida en tiendas de campaña. Ella siempre apoyó y estuvo siempre al lado de su esposo, Abraham. Sara le creyó a Dios, y con 90 años, vio realizado su sueño de tener un hijo por eso su corazón de alegría: “Dios me ha hecho reír, y todos los que se enteren de que he tenido un hijo se reirán conmigo” (Génesis 21:6)
2.- Miriam
Esta mujer era la hermana mayor de Moisés, era profetisa, líder de alabanza, inteligente. Nació y creció como esclava en Egipto. Cuidó de su hermano Moisés cuando él era solo un bebé. Ese es el mismo Moisés a quien Dios usó de forma sobrenatural para liberar al pueblo de la esclavitud. Además de ser líder de alabanza, y además era muy respetada por el pueblo hebreo.
Miriam les cantaba de esta forma: “Canten al Señor, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes” (Éxodo 15:21)
3.- Rajab
Era una mujer valiente, creyente del Señor, tuvo el coraje de esconder a los espías arriesgando su vida para salvar a su familia. Ésta era una prostituta que a pesar de su condición y pecado, se ganó un lugar entre el pueblo de Israel, y llegó a ser uno de los antepasados de Jesús y obtuvo un puesto entre los héroes de la fe.
Por la fe de esta prostituta su familia fue salva y alcanzó la misericordia del Señor. Esto lo podemos apreciar en el siguiente pasaje: “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz” (Hebreos 11:31)
4.- Débora
Débora era una mujer extraordinaria, era profetisa, Jueza, líder de guerra en Israel cuando no había rey. Ella convocó el ejército y animó a los guerreros a derrotar a los opresores, y gracias al liderazgo de esta mujer, Israel tuvo paz durante 40 años, esto lo podemos ver en el siguiente pasaje: “Los guerreros de Israel desaparecieron; desaparecieron hasta que yo me levanté. ¡Yo, Débora, me levanté como una madre en Israel!” (Jueces 5:7)
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5.- Rut
En el libro de Rut podemos encontrar la historia de un hombre llamado Elimelec, quien era de Belén de Judá y emigró junto con su familia al país de Moab porque en Belén había escasez de alimentos, y esto lo hicieron sin consultarle al Señor. Su esposa era Noemí y sus hijos Quilión y Majlón. Al morir Elimelec, sus dos hijos se casaron con Orfá y con Rut que eran de Moab.
Tiempo después murieron Quilión y Majlón, y Noemí decidió regresar a Belén de Judá junto con sus dos nueras. Pero Rut, que era fiel, decidió quedarse con Noemí, y mostró lealtad hacia ella, aunque ella pidió a ambas que regresaran con sus familias a Moab.
Así que Rut decidió quedarse con su nuera por amor a ella, se mostró noble y aceptó al Señor de corazón, y siendo Moabita, sintió compasión por una mujer israelita y adoptó sus creencias por amor. Esto lo podemos visualizar en este pasaje: “Pero Rut respondió: ―¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios” (Rut 1:16)
Viviendo las dos juntas ya en Belén, Rut se puso a trabajar en el campo de Booz recogiendo los granos sobrantes de la cosecha, y se esforzaba mucho. Luego Rut se casó con Booz que era un pariente lejano de Elimelec y así pudo aumentar su descendencia y tuvo un hijo llamado Obed, quien más tarde fue el abuelo del rey David.
6.- Ana
Ana fue una mujer de oración, fiel, adoradora y madre del profeta Samuel. Ella no podía tener hijos, pero confiaba en el Señor y oró con fe por uno. Cuando Dios se lo dio, ella se lo presentó como muestra de todo su agradecimiento. Así que Dios la bendijo en gran manera porque este hijo llegó a ser un gran profeta a quien llamó Samuel, quien se crió en el templo y le sirvió al Señor por largos años.
Ana hizo una oración con toda su alma, ya que se sentía muy afligida porque Penina siempre la molestaba y la hacía sentir mal porque el Señor no le había permitido tener hijos. Por eso un día, luego de comer, Ana se levantó de forma silenciosa y se fue al santuario y el sacerdote Elí estaba allí.
Ana estaba muy tribulada y lloraba mucho mientras oraba al Señor y le hizo una promesa a Dios: “Señor, Todopoderoso, mira lo triste que estoy. ¡Acuérdate de mí! No me olvides. Si me concedes un hijo, te lo entregaré a ti. Será un nazareo: no beberá vino ni bebidas embriagantes, y nunca se cortará el cabello” (1 Samuel 2)
Ante esta hermosa petición Dios se acordó de ella y le dio no solo un hijo, sino que le dio un profeta del Señor, porque su oración era sincera y por eso halló Gracia delante de Dios. Esa fe es de admirar y es un ejemplo a seguir porque en medio de la necesidad y aflicción tenemos que tener la confianza en Dios y hacer oraciones pidiendo con fe, con la misma fe de Ana que pudo ser madre a pesar de ser estéril.
7.- Ester
Ester era una mujer hermosa, inteligente, sensata y valiente. Era israelita y conquistó el corazón del Rey de Persia Asuero y llegó a ser la Reina de Persia. Tal como lo podemos ver en el siguiente pasaje: “Al rey le gustó Ester más que todas las demás mujeres, y ella se ganó su aprobación y simpatía más que todas las otras vírgenes. Así que él le ciñó la corona real y la proclamó reina en lugar de Vasti” (Ester 2:17)
Ella fue muy valiente y arriesgó su propia vida para salvar a su pueblo de una gran masacre en contra de sus hermanos israelitas. Pero Dios le dio belleza, gracia e inteligencia a Ester para que ella pudiera proteger a su pueblo. Tal como lo vemos en esta cita:
“Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: 16 Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester” (Ester 4: 15-17)
Solo una mujer fuerte, guerrera y valiente puede arriesgar su propia vida para defender a su pueblo. Eso es digno de ejemplo y representa a una de las mujeres extraordinarias de la biblia, dejando en alto a las mujeres de aquella época.
8.- María
María, la madre de Jesús resulta ser una de las mujeres extraordinarias de la biblia porque tuvo que ser fuerte en medio de un momento tan difícil como lo fue tener que ver cómo masacraban, humillaban a su propio hijo. Esto es digno de admiración porque estuvo con Jesús hasta el final y tuvo la fortaleza para estar siempre a los pies del Señor aunque su corazón estaba quebrado.
Además esta mujer era humilde, obediente y pensadora, que fue escogida para esta gran misión, la cual no rechazó ni por un instante, sino que fue valiente y la aceptó porque sabía cuál era su propósito: “―Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho” (Lucas 1:38)
9.- Priscila
Esta mujer era una profesora, valiente, cooperadora y además fue líder en la iglesia. Representa un ejemplo del trabajo en equipo. Ella trabajaba junto con su marido, Aquila, predicando la palabra de Dios. Ellos eran amigos de Pablo y fundaron una iglesia en su casa. Priscila y Aquila además enseñaron y prepararon a un hombre llamado Apolos para el servicio del Señor. Tal como lo observamos en este pasaje:
“Saluden a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús. Por salvarme la vida, ellos arriesgaron la suya. Tanto yo como todas las iglesias de los gentiles les estamos agradecidos” (Romanos 16:3-4)
10.- María Magdalena
Esta mujer ha sido muy cuestionada tanto en aquella época como en la actualidad, donde se tergiversa la relación entre Jesús y ella, llegando a profanar el nombre de nuestro Dios. Sin embargo, si estamos llenos del Espíritu Santo, él nos lleva a toda verdad y lleva toda oscuridad a la luz.
Esta mujer alcanzó misericordia y gracia delante de Jesús, ya que siendo una prostituta a punto de ser apedreada, Dios no la condenó, sino que la levantó, la limpió y la perdonó y la exhortó a no seguir pecando, tal como se observa en su palabra:
“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8: 7-11)
María Magdalena no solo alcanzó el perdón sino que fue liberada y de ella Jesucristo expulsó siete demonios y luego, fue llevada a la misericordia de Jesucristo, y se convirtió en una de las mujeres extraordinarias, guerreras y valientes que asistían a Jesús. Esto lo observamos en esta cita:
“Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, 2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios” (Lucas 8: 1-2)
Además fue la primera persona a la que Cristo habló luego de su resurrección. Por eso, observamos en esta mujer un ejemplo a seguir, ya que siendo pecadora halló misericordia, fue perdonada, limpiada y transformada y se mantuvo a los pies del Señor hasta el final.
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