Las Verdades de la Cruz - Aspectos importantes a considerar

Las Verdades de la Cruz nos muestran las diferentes razones que tuvo el pacto divino de Cristo en la Cruz del Calvario, donde llevó nuestras cargas, pecados, iniquidades, maldad, siendo inocente y puro. A través de este pacto obtuvimos la salvación por gracia, ya que tuvo que haber un sacrificio que anulara toda acta de los decretos que nos señalaban:

“anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo” (Colosenses 2:14-17)

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De esta manera, ahora vivimos bajo la gracia y ya el enemigo no nos puede acusar porque tenemos a nuestro mejor abogado y ese es Jesucristo, quien no ama incondicionalmente y está dispuesto a levantarnos del lodo cenagoso, limpiarnos, purificarnos y lavarnos, ya que él es nuestra fuente de agua viva.

Índice de Contenido
  1. Las Verdades de la Cruz - Aspectos importantes a considerar
    1. 1.- El perdón
    2. 2.- La gracia  
    3. 3.- La Cruz es el camino que debemos seguir
    4. 4.- En la Cruz llevó todo nuestros pecados
    5. 5.- Fuente de agua viva
    6. 6.- Consumado fue el Pacto
    7. 7.- El espíritu vuelve al Padre

Las Verdades de la Cruz - Aspectos importantes a considerar

En la cruz Jesucristo tuvo que cargar con todas las iniquidades de la humanidad. Se hizo pequeño siendo grande, se despojó de su Grandeza para dejarse llevar como un cordero al matadero a dar su vida por cada uno de nosotros para darnos la vida eterna.

Es de admirar la fortaleza que tuvo Jesús en esos momentos donde tuvo que ser torturado, humillado, vituperado, para poder concretar el pacto divino de Dios. De esta forma Cristo venció a la muerte dando su vida y resucitando al tercer día, glorificando de esta manera el nombre de Jehová.

Es importante destacar todo lo que vivió Jesús aquí en este mundo para poder concretar el plan divino de Dios y lo que significó la cruz para cada uno de sus Hijos. Además del Ministerio que Jesucristo llevó a cabo junto con sus discípulos. La Cruz implica diferentes aspectos que se deben analizar y que las debemos internalizar como hijos de Dios, dentro de las verdades encontramos las siguientes:

1.- El perdón

Una de las verdades de la Cruz es que este pacto se llevó a cabo para darnos el perdón mediante un arrepentimiento genuino. Jesucristo no solo predicó sobre el perdón sino que lo llevó a la práctica cuando perdonó al delincuente que estaba siendo también sacrificado por sus delitos:

“Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”  (Lucas 23:41-43)

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De igual manera, Jesús perdonó a los que lo aprendieron: “Perdónalos, Porque No Saben Lo Que Hacen. “–Padre –dijo Jesús–, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.”  (Lucas.23:34)

Una de las enseñanzas más hermosas que nos dejó Jesucristo fue el segundo mandamiento donde nos exhorta de que debemos amar a nuestro prójimo: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”  (Mateo 22:36-40)

También nos insta a perdonar a nuestros enemigo, y esto lo podemos ver como una gran enseñanza que aún en la actualidad tiene un gran impacto porque las personas generalmente aman a los que le aman, pero cuán difícil es amar a aquel que nos ha hecho daño, eso es lo que Jesús nos demanda: “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen” (Mateo.5:44)

2.- La gracia  

Jesucristo murió en la Cruz para darnos la salvación y somos salvos por gracia. Así que es un regalo que no merecemos porque aún siendo pecadores, él dio la vida por nosotros: “Porque Por Gracia Ustedes Han Sido Salvados Mediante La Fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios” (Efesios 2:28)

Una de las muestras más impactantes de lo que significa la gracia es haberle otorgado la salvación al delincuente, tal como lo señalamos anteriormente, donde podemos observar la compasión y el amor del Señor al decir “ Te Aseguro Que Hoy Estarás Conmigo En El Paraíso “– le contestó Jesús.” ( Lucas.23:43)

3.- La Cruz es el camino que debemos seguir

Cuando Jesucristo se entregó en la Cruz del Calvario lo hizo con el propósito de derrotar al maligno, de vencer a la muerte para darnos vida y vida en abundancia, para limpiarnos y purificarnos de todo pecado, para liberarnos de la ley que nos condena. 

A través de este acto de amor, él nos mostró el camino angosto que debemos seguir como hijos de Dios, tal como lo muestra la palabra:“–Yo soy el camino, la verdad y la vida –le contestó Jesús–. Nadie llega al Padre sino por mí.” (Juan.14:6)

Incluso María, siendo la madre de Jesús tuvo que postrarse a los pies de Jesús para ser salva: “Mujer, Ahí Tienes A Tu Hijo. “Cuando Jesús vio a su madre, y a su lado al discípulo a quien él amaba, dijo a su madre: –Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo: –Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel momento ese discípulo la recibió en su casa.” Jn.19:26-27

Así que esta mujer a pesar de que fue un instrumento usado por el Padre para su encarnación, tuvo que ir a los pies de la cruz para su salvación.

4.- En la Cruz llevó todo nuestros pecados

Jesucristo tuvo que cargar los pecados de la humanidad, sintiendo el peso de nuestras iniquidades, de nuestras cargas, siendo inocente y puro. Cuando sintió todo ese peso de maldad se sintió desamparado, porque tomó nuestro lugar, fue condenado para liberarnos a nosotros, dando muerte a todo lo que nos ata en este mundo y ofreciéndonos una nueva vida. Esto lo podemos ver en los siguientes pasajes: 

  • “¿por qué me has desamparado? “A las tres de la tarde* Jesús gritó a voz en cuello: –Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?)” (Marcos.15:34)
  • “Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.” (1Pedro: 2:24)
Las Verdades de la Cruz
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5.- Fuente de agua viva

Nuestro Señor Jesucristo es nuestra fuente de agua viva y cuando estuvo aquí en este mundo nos dio esta enseñanza: 

“–Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed –respondió Jesús–, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.” (Juan.4:13-14)

De esta forma, el pacto de la Cruz nos dejó la posibilidad de saciar nuestra sed mediante esta fuente de agua viva y ya no tendremos sed. Es importante destacar que Jesús hay una simbología del agua en el momento en el que Jesús estando en esa cruz pide agua:

  • “Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: –Tengo sed.” (Juan.19:28)
  • “En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: –¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!” (Juan.7:37)

 En este sentido, Jesús que es la fuente eterna que calma nuestra sed, pide agua. Al sentirse abandonado por Dios debido a nuestros pecados siente la necesidad de tomar agua. En la actualidad la humanidad se encuentra seca y sedienta pero no entienden que  el único que puede saciar su sed es Cristo.

Hay personas que tienen sed de venganza, de poder, de vanagloria, de riqueza, de poder, de sexo, de vicios, de lujuria, entre muchos más porque sienten la necesidad de llenar su vacío. Sin embargo, pocos sienten sed de Dios y él es el único que puede llenar todo, de limpiarnos y refrescar nuestra alma.

6.- Consumado fue el Pacto

Mediante la Cruz el pacto divino fue consumado, donde Jesús entregó su vida: “Al probar Jesús el vinagre, dijo: –Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.” (Juan.19:30)

En el Principio el Plan De Dios se perdió por el pecado de Adán y Eva de haber comido del fruto prohibido, pero mediante la Cruz se restaura ese pacto mediante la muerte y resurrección de Jesucristo y se consuma en él todas las cosas. Así que mediante Nuestro Señor Jesucristo se restauran todas las cosas y en él están restauradas hoy.

7.- El espíritu vuelve al Padre

Cuando Nuestro Señor Jesús murió su espíritu volvió al Padre, y lo hizo para que nosotros no muriéramos sino para que permaneciéramos dormidos cuando dejemos este cuerpo. Esto lo podemos ver en los diferentes pasajes:

  • “Entonces Jesús exclamó con fuerza: –¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró.” (Lucas.23:46)
  • “Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.”  (Eclesiastés.12:7)

Según el Antiguo Testamento, el hombre recibe el espíritu o aliento de vida en forma temporal. Cuando se cumplen los días de su existencia, Dios toma otra vez para sí ese aliento vital, y todo el hombre vuelve al polvo del que había sido formado. La biblia nos señala esto en el siguiente pasaje:

“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.  Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Daniel 12:1-2).

En este sentido, las verdades de la Cruz nos revelan aspectos importantes que nos ayudarán a entender el propósito del pacto divino que hizo Jesús en la Cruz del Calvario donde su muerte venció al enemigo y nos liberó de todas ataduras, y esta cruz representa el sacrificio por amor más excelso de la humanidad que nadie ha podido opacar.

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