La fortuna personal de dar a quien necesita – Qué beneficios proporciona

La fortuna personal de dar a quien necesita, es la sensación y la alegría infinita que se genera cuando damos de corazón, solo con el objetivo de primeramente agradar a Dios, seguido de esa única mirada de felicidad o asombro que expresan las personas al recibir y más cuando lo necesitas.

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La fortuna personal de dar a quien necesita – Qué beneficios proporciona

En Proverbios 11:24 dice: “Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.” Y se recibe más porque el individuo lo hace de corazón con alegría y Dios bendice al dador alegre, solo imagínese el siguiente escenario, una persona que no tenga que comer, o vestir y en su corazón se expresa la necesidad de dar, y lo hace.

Lo hace porque su corazón está siendo guiado o se deja guiar por Dios, por su Espíritu y entonces el dar se convierte en una alegría inimaginaria, el que piensa que dar es solo la acción de entregar algo no entiende esto, pero si le pide a Cristo que reine en su corazón vivirá ese placer, y Dios le multiplicará, porque la fortuna personal de dar a quien necesita, eso no tiene precio.

De las riquezas de su corazón habla su boca, sus acciones, todo dará testimonio de lo que usted, tiene en su corazón, este tipo de individuos dan hasta lo que tiene puesto, porque es el deseo incontrolable de dar lo que los mueve, y lo maravilloso es su fe infinita en el creador porque saben que Dios, no los desamparará jamás.

La generosidad según la biblia

En Proverbios 22:9 dice: “El ojo misericordioso será bendito, Porque dio de su pan al indigente.” Si somos misericordiosos recibiremos misericordia de Dios, siempre que vea alguna persona con necesidad y puede darle, hágalo no es su asunto juzgarle o decirle o reprocharle solo hágalo de todo corazón y con la alegría de saber que ayuda a un hermano porque hijo de Dios es.

Existen personas que dan claro que si, y lo hacen de corazón, ningún humano podría dudar de eso, ya que solo sabe de su corazón Dios y usted, pero propongámonos algo también, cuando demos, demos lo mejor de nosotros, lo mejor que tengamos con amor con alegría es como si al dar le estuviese dando a Dios un regalo, o es que acaso usted le daría a Dios lo qué le sobra.

Jesucristo es nuestro vivo ejemplo de generosidad, y Jesús es el reflejo de su Padre que nos da ejemplo de bondad a cada uno de los cristianos, su Espíritu nos forma como seres generosos por ello es necesario que reinen en nosotros y que nos dejemos guiar, la generosidad es el fruto del espíritu, es la respuesta de nuestro desarrollo espiritual y crecimiento en la gracia de Dios.

La fortuna personal de dar a quien lo necesite, debe ser una tarea espiritual de cada cristiano, en 2 Corintios 9:7 se nos indica “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” La generosidad tiene un alto valor espiritual que todos debemos alcanzar, y cuando alcanzamos ese alto nivel, sentimos gozo y bendición. 

Y se habla de un alto valor espiritual porque se ve la obra del Espíritu de Dios, obrando transformando porque eminentemente, el humano tiende de a ser egoísta con una actitud que todo debe ser para sí mismo, ya que piensa y siente, que todo se lo merece, pero cuando el Espíritu Santo reina en usted, todo fluye de manera natural y bendecida.

En conclusión lo opuesto a la generosidad, es el egoísmo, que hace que el individuo tenga una vida centrada en sí mismo, sin importarle para nada su prójimo, todo lo que hace debe y tiene que tener un beneficio personal de lo contrario son incapaces de dar, en su pensar solo está el asegurar su futuro, sin darse cuenta de que el futuro es incierto, y otros gastan sin valorar nada.

El cristiano es un hijo de Dios, que busca agradar al creador y todo lo que da lo hace de corazón, con fe y está seguro que este gesto agrada en gran manera a Dios, además que trabaja de una u otra manera en el ministerio de Dios, por ello para el cristiano la fortuna personal de dar a quien necesite, es un orgullo y placer, porque obra el Espíritu Santo.

Usted puede ser tan pobre que lo único que tenga es dinero, pídale sabiduría Dios, aumente sus riquezas espirituales que son el verdadero valor que tiene un ser humano, aumente su comunión con Dios, y verá que lo demás viene por añadidura, sin caer en miserias carnales o espiritual dese la oportunidad de ser rico en espíritu de dar sin importar a quien, pero si por quien.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda.

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