Jesús En Medio De Las Tempestades De La Vida

A veces las tormentas de la vida pueden parecer que nunca van a terminar. Ya sea un susto de salud, problemas financieros o cualquier otra cosa que parezca insuperable en ese momento, es importante recordar que Dios siempre está ahí para ti. Él te ama incondicionalmente y su gracia está disponible para todos los que la buscan.

Jesús En Medio De Las Tempestades De La Vida

Índice de Contenido
  1. Creer en el poder de la oración
  2. Cree en la gracia de Dios.
  3. Puedes estar preparado para las tormentas.
  4. No midas tu valor por lo que posees o lo que otros dicen de ti.
  5. No dejes que tus circunstancias definan quién eres.
  6. Encuentra la manera de hacer algo positivo cada día.
  7. Conclusión

Creer en el poder de la oración

La oración es un arma poderosa, pero sólo cuando se utiliza correctamente. Es importante saber por qué se reza, por quién se reza y cómo se puede saber si las oraciones son escuchadas. Para asegurarse de que sus oraciones son escuchadas:

  • Sea específico en lo que pide. Cuando una persona reza para que "Dios" o "el universo" haga algo o haga que algo suceda, a menudo no se dan cuenta de que podrían haber pedido a Dios directamente y obtener una respuesta mucho más rápido que esperar al universo. Cuanto más específica sea tu petición (y más a menudo), más posibilidades habrá de obtener una respuesta.
  • Asegúrate de no rezar por cosas que puedan interferir con los planes de otra persona (como pedirle a Dios que no permita que alguien se entere de tu enamoramiento secreto). Este tipo de oración puede parecer una buena idea al principio, ya que nadie sale perjudicado por ella, pero a la larga puede llevar a caminos en los que la gente sale perjudicada porque se le ocultan ciertas cosas que suceden a su alrededor".

Cree en la gracia de Dios.

Una de las lecciones más importantes que he aprendido viendo a Jesús es que la gracia es un regalo. Dios la da gratuitamente y en abundancia, sin que ni siquiera la pidamos. La gracia es el fundamento de nuestra relación con Dios y con los demás, pero a menudo nos olvidamos de ella porque estamos muy centrados en ganarnos el amor y el respeto.

La gracia compensa nuestros pecados, lo que significa que no podemos ganar la salvación siendo lo suficientemente buenos o haciendo suficientes cosas buenas (Romanos 3:23). No merecemos el favor o la aceptación de Dios, pero Él nos ofrece ambos como un regalo gratuito porque nos ama incondicionalmente (1 Juan 4:7-10).

Puedes estar preparado para las tormentas.

Aunque no puedes evitar las tormentas de la vida, puedes estar preparado.

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  • Permanezca en el interior si el tiempo cambia repentinamente o si hay una advertencia de tormenta severa. Si es demasiado tarde para entrar en casa, busque una zona que tenga cobertura baja, como una zanja o una alcantarilla, donde pueda refugiarse de los escombros que vuelan y de la caída de árboles y cables eléctricos.
  • Esté atento a lo que ocurre a su alrededor para saber cuándo es el momento de evacuar su casa o edificio de oficinas. Aléjese de las ventanas cuando haya tormentas cerca, ya que los fragmentos de cristal que vuelan suponen un grave riesgo de lesiones en esos momentos.
  • Métase en los vehículos que tenga a la vista (¡incluidos los coches aparcados en el exterior!) inmediatamente antes de que los vientos empiecen a soplar con la suficiente fuerza como para que puedan volcar sobre su costado o techo, ¡incluso si tienen cuatro ruedas en el suelo! Si es posible, busque refugio en edificios de construcción robusta, como escuelas u hospitales, en lugar de casas antiguas hechas de materiales de madera, como el contrachapado, que no aguantan bien las condiciones de vientos fuertes; todos los tipos deben evitar que los árboles sean arrancados o caigan sobre las estructuras, causando posibles daños o lesiones...

No midas tu valor por lo que posees o lo que otros dicen de ti.

Siempre hay una tormenta que se avecina en algún lugar. Puede parecer un océano desde donde estás, pero para otra persona es sólo un pequeño charco. Lo veamos o no, siempre hay algo que ocurre fuera de nuestra zona de confort, y a veces parece que la vida se ha convertido en una auténtica pesadilla. Pero la verdad permanece: Mientras respires y Dios cumpla sus promesas para tu vida, todavía hay esperanza incluso cuando las cosas parecen más sombrías.

El apóstol Pablo describe perfectamente este principio en 2 Timoteo 4:7-8: "He peleado la buena batalla; he terminado la carrera; he guardado la fe... Por lo tanto, me está reservada la corona de la justicia". En otras palabras: "¡No te preocupes por lo que ocurre a tu alrededor porque no importa! Dios se encargará de todo y nos dará todo lo que prometió".

No dejes que tus circunstancias definan quién eres.

Tu posición en la vida, tu historia personal y los obstáculos que la acompañan pueden servir para hacer una declaración sobre tu valor. Independientemente de lo que otros puedan decir o hacer para tratar de derribarte, asegúrate de que la verdad permanece: Dios te ama. Él nos ha creado a cada uno de nosotros con un propósito y nos da la fuerza que necesitamos para los desafíos de cada día.

Encuentra la manera de hacer algo positivo cada día.

Mientras sigues persiguiendo tus objetivos, busca siempre oportunidades para hacer algo que te haga sentir bien. Pero recuerda: es algo más que hacer algo bueno para ti mismo. Encuentra también una forma de devolver algo y de servir a los demás.

¿Recuerdas las veces que has podido ayudar a otros en momentos de necesidad? ¿Cómo te hizo sentir eso? ¿Sacó lo mejor de las personas o las hizo sentir peor? Al ayudar a los demás, mejoramos para ayudarnos a nosotros mismos, haciéndonos más fuertes y más capaces a través de nuestras acciones y de nuestros pensamientos.

Conclusión

Lo que puedes sacar de esto es que hay muchas maneras de afrontar las tormentas de la vida. Puedes elegir no dejar que nos definan o que nos derriben, sino encontrar una manera de hacer algo positivo cada día. Esto puede ser tan simple como sonreír a alguien que lo necesita o recoger la basura de camino a casa desde el trabajo. Estos pequeños actos de bondad marcarán la diferencia cuando llegue el día de mañana, y quizás aún más cuando tú mismo lo necesites algún día".

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