Hebreos 8 Significado Y Enseñanzas

En esta serie, hemos estudiado la carta a los hebreos, y hemos visto cómo Jesucristo es el Redentor supremo que mejora nuestra existencia. En este capítulo específico enfatiza dos grandes temas: el sumo sacerdocio de Cristo y la mejor alianza que Dios ha establecido con su pueblo. Estamos muy agradecidos por el gran rescate que nos ha brindado Jesús. Aprendamos ahora acerca de estos temas importantes a partir del texto!

Introducción a la carta y temas principales

La Carta de Juan es una de las cartas del Nuevo Testamento escrita por el apóstol Juan, quien era un discípulo íntimo de Jesús habiéndole seguido desde el inicio hasta el final (Jn 1:35). El libro fue escrito en un pueblo llamado Éfeso, que estaba ubicado en el territorio de Asia Menor y además contiene un ataque directo a los judíos (Hebreos 9).

Está dirigida principalmente a los hebreos, pero también tiene mensajes para todos los cristianos. La mayoría de sus versículos son exhortaciones o advertencias dirigidas hacia aquellos que están comprometidos con Dios en el cristianismo y quieren llegar al cielo cuando resucite Jesús; es decir, para aquellos que viven como si vivieran cada día como si fuera su último.

Hebreos 8:1-2: Cristo, sumo sacerdote de la nueva alianza

Hebreos 8:1-2: "Y ahora que hablamos de la nueva alianza, aunque el primer tabernáculo era de piedras según la carne, habiendo sido fundado sobre hombres; 2 El cual es ordenado según las cosas que están escritas desde el principio del mundo en los libros santos, para nuestra adoración y reverencia; 3 No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades; pero él ha sido tentado en todo igual como nosotros..."

Hebreos 8:6-7: "Por tanto, si aquel primero tabernáculo fue sanctificado y ofrendado con inciensos y sacrificios, ¿no sería más digna su consumación? 7 Porque si los huesos son todavía juntados con sus ligamentos y carnes vivas reunidas a ellas...

Hebreos 8:3-6: un sumo sacerdocio superior

  • 3 Pero estando ya para entrar en el mundo, Dios habló en estos términos por medio de Él: «Hablaré con vosotros como con hombres y no me dirigiré a vuestra mente como si lo fuerais; pues no sois espíritus inmateriales, sino que tenéis cuerpo y alma.»
  • 4 Porque los sumos sacerdotes ataviados con vestiduras blancas ofrecen sacrificios que son propiciatorios y expiatorios por los pecados del pueblo; pero la sangre de Cristo es una ofrenda perfecta para toda la humanidad.
  • 5 Porque no entró en el mundo para seguir sus costumbres ni cumplir sus leyes; antes bien cayó sobre él lo que había sido anunciado por Moísés, por los profetas y por Daniel (Miqueas capítulo 3).
  • 6 Entonces Dios puso su sello sobre Él con este pacto: “Yo soy el Señor tu Dios, quien te sacará de Egipto con manos fuertes”.

Hebreos 8:7-13: Las leyes de Dios escritas en el corazón

  • La ley de Dios escrita en el corazón es la ley de la mente.
  • La ley de la mente es la ley del Espíritu Santo: “Así como el hombre nació una vez desde el polvo, así también ahora se renueva a través del Espíritu” (2 Corintios 5:17)

Por lo tanto, si estás buscando cómo vivir en el cuerpo y no morir al cuerpo o al mundo, debes aprender a obedecer las leyes que gobiernan tu corazón. Estas son las mismas leyes que gobiernan los corazones de los santos espirituales antes de su transformación y renovación por medio del Espíritu Santo.

Las iglesias protestantes dicen que se necesita ser cristiano para tener una relación con Dios; sin embargo las escrituras nos enseñan lo contrario!

La fe es un don del Espíritu Santo y no puede ser adquirido por nuestros esfuerzos u obras ni tampoco por ninguna religión humana (Romanos 10:17; Efesios 2:8-9).

Enseñanzas aplicadas de hebreos 8

Enseñanzas aplicadas de hebreos 8:

  • La ley de Moisés es una ley de mandamientos, pero es una ley de mandamientos imperfecta. Es decir, está llena de imperfecciones.
  • La ley de Dios es una ley perfecta; nunca cambiará ni se envejecerá (Miqueas 6:7).
  • Los judíos no pueden cumplir la ley porque ellos mismos no son justos: "Así que el hombre no vive por la comida sino por la palabra que sale del corazón" (Mateo 4:4) y "No hay justo sin fe, y quien practica la fe vivirá" (Romanos 3:10).

Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote y Salvador!

  • Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote y Salvador!
  • Cristo es nuestro Sumo Sacerdote y Salvador de la Nueva Alianza.
  • Cristo es nuestro Sumo Sacerdote y Salvador de la Nueva Alianza. El Hijo de Dios ha sido llamado a desempeñar esta función por nosotros en una ofrenda incruenta de amor a su Padre, el Padre levantó al Hijo en gloria y lo sentó junto a él sobre su trono (Heb 2:9; 1 Pe 3:18). En el sacrificio del Calvario, Jesús fue hecho hombre para que pudiéramos ser hechos iguales al Cordero sin mancha ni defectos (1 Cor 5:7; Heb 9:14-15). Ahora Él es intercesor por nosotros en el Trono celestial (Heb 7:25).
  • Su muerte fue la expiación perfecta para todos los pecados del mundo entero (1 Juan 2:2-3; 4:9-10), librando así cada uno que creyera en él del terror eterno del Infierno. Consecuentemente, Está bien con Dios porque tomó sobre sí mismo nuestras culpas y las expió con su sangre derramada (1 Juan 1:7-8).

Conclusión

Hebreos 8 es el capítulo de la carta que compara la nueva alianza con la alianza antigua. A través de estas comparaciones, Hemos aprendido que Jesucristo es nuestro sumo sacerdote y Salvador! Además, hemos aprendido que los cristianos están llamados a vivir conforme a las escrituras enseñadas por Dios.

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