Estudio Bíblico De Mateo 6:7
Cuando oímos la palabra "oración", ¿qué nos viene a la mente? Mucha gente piensa en sus propias oraciones personales, en los momentos de tranquilidad con Dios en los que se abren a lo que les pasa por la cabeza; sin duda, esos son importantes. Sin embargo, la oración también puede ser un momento en el que nos presentamos ante nuestro Padre y sus ángeles y le alabamos o intercedemos por otra persona.
Es en estos momentos cuando la lectura de versículos bíblicos sobre la oración puede ser tan útil. Por ejemplo, Mateo 6:7 nos recuerda que no es necesario utilizar "vanas repeticiones" o frases sin sentido en nuestras oraciones a Dios. A primera vista, esto puede parecer extraño; ¡seguramente Dios quiere que oremos a menudo y con fervor! Pero este versículo no nos dice que no recemos, sino que nos recuerda que nuestras oraciones deben ser sinceras y significativas si queremos que tengan impacto.
¡Y tampoco significa que orar varias veces en un día sea malo! Dicho esto, veamos más de cerca cómo encaja este pasaje en el conjunto de la Biblia para que podamos entender por qué es importante para nuestras vidas hoy en día...
Pasaje bíblico
Pasaje bíblico: Mateo 6:7
Cita bíblica: "Y cuando oréis, no amontonéis frases vacías como hacen los gentiles, que piensan que serán escuchados por sus muchas palabras". - Mateo 6:7 Versículo bíblico y comentario.
Nota sobre este versículo bíblico de The Living Bible (TLB): "Cuando ores, no balbucees como un pagano. Ellos creen que su palabrería los llevará a alguna parte".
En otras palabras, las personas que oran mucho pero no dicen nada significativo sólo están repitiendo palabras vacías sin sentido ni propósito. Pero los que realmente creen en lo que dicen pueden llegar a Dios, ¡y Él los escuchará!
Cuando oren, no sean como los hipócritas
- La oración es un asunto privado: Cuando reces, no seas como los hipócritas, que gustan de rezar públicamente en las esquinas y en las sinagogas, donde todo el mundo los ve. Os aseguro que esa es toda la recompensa que obtendréis. (Mateo 6:5-6)
- La oración no es un espectáculo: No seas como otras personas que siempre están diciendo "¡Señor! Señor!" pero no hacen lo que dice (Lucas 6:46).
El Mensaje
"Dios escucha nuestras oraciones. Pero también escucha lo que hay en nuestros corazones.
- No te repitas. Dios ya lo sabe todo sobre ti, así que no sirve de nada que le cuentes una y otra vez cuáles son tus necesidades o los sacrificios que has hecho por él. Él ya lo sabe. No pienses que el hecho de que digas algo una y otra vez lo hace más cierto o importante que si lo dijera otra persona una o dos veces. No es así.
- No uses repeticiones vanas. Si decimos algo una y otra vez sin creer en nosotros mismos -o incluso peor, si sabemos en nuestro interior que lo que decimos no es cierto pero seguimos repitiéndonos como loros-, ¡entonces Dios no nos escuchará en absoluto! De hecho, es probable que Dios haga oídos sordos cuando hacemos esto, porque sabe que no estamos realmente interesados en acercarnos a él; en cambio, sólo queremos la atención de otras personas que nos rodean y que podrían pensar bien de nosotros simplemente porque esas palabras son pronunciadas por otra persona (pero no por ellos mismos). Ese tipo de comportamiento se llama "repetición vana" (Mateo 6:7).
Al orar, no balbucees sin parar como lo hacen las personas de otras religiones..
"Cuando reces, no balbucees una y otra vez como hacen las personas de otras religiones. Creen que sus oraciones son respondidas sólo por repetir sus palabras una y otra vez. Pero yo les digo que si no creen, no podrán hacer ningún milagro".
En esta sección, Jesús nos está diciendo que no sólo es importante orar, sino también cómo lo hacemos. Cuando oramos o pedimos algo a Dios no debemos ser como las personas de otras religiones que repiten lo mismo una y otra vez sin tener fe en Dios porque no funciona así para nosotros como cristianos.
Nueva Traducción Viviente
- No parlotean sin parar como lo hacen las personas de otras religiones.
- Piensan que sus oraciones son respondidas sólo por repetir sus palabras una y otra vez.
- No pienses que serás escuchado por tu mucho hablar, como los paganos piensan que serán escuchados por sus muchas palabras.
Cuando ores, no balbucees sin parar.
Debemos ser conscientes de que la oración no es una cuestión de repetir palabras una y otra vez. Orar es escuchar a Dios. Es escuchar la palabra de Dios, que se nos dice en el Salmo 19:14 "Que tu amor indefectible descanse sobre nosotros". La oración es también un momento para escuchar la voluntad de Dios o como dice Santiago 1:5 "Si a alguno de vosotros le falta sabiduría, que se la pida a Dios, que da generosamente a todos sin hallar culpa."
La oración no consiste en repetir palabras una y otra vez. Orar significa escuchar lo que nuestro Padre Celestial quiere de nosotros en esta vida en la tierra y saber cómo quiere que vivamos nuestras vidas aquí en la tierra, así como qué tipo de recompensa espera a los que conocen Su voluntad (Juan 14:23).
Versión King James
Es posible que haya oído hablar de esta versión o incluso que la haya leído antes. La versión King James es una de las versiones más populares de la Biblia, en parte porque fue escrita en 1611 y ha sido traducida a muchos idiomas diferentes. También se conoce como la Versión Autorizada porque el rey Jaime I autorizó su creación.
No sólo es popular, sino que está considerada como una de las mejores traducciones que se han hecho en lengua inglesa. Sigue siendo una de las versiones más leídas hoy en día, y a menudo es utilizada por predicadores y pastores cuando predican sus sermones a partir de las Escrituras en los servicios religiosos de todo el mundo.
Pero cuando oréis, no uséis vanas repeticiones.
La oración es una conversación con Dios. No es un monólogo, como en "te digo lo que quiero, y cuando termine de decirte lo que quiero, tal vez entonces me escuches".
La oración debe ser un diálogo honesto entre uno mismo y Dios en el que hay un toma y daca por ambas partes. La oración no es una lista de exigencias: "¡Dios, haz que esto suceda!" o "¡Dios, deshazte de esa cosa!".
No puedes esperar que Dios actúe con la misma lógica que los humanos; no necesariamente trabaja como nosotros. Por ejemplo, podríamos decir "no puedo vivir sin esta persona", pero si Dios nos dijera que eligiéramos entre alguien a quien queremos mucho y mantener nuestra fe en Él, ¿qué elegiríamos? La respuesta probablemente dependerá de tu relación personal con ellos más que de cualquier otra cosa (por ejemplo, ¿realmente significaron algo especial en tu vida?).
La oración tampoco debe estar llena de peticiones: "Por favor, ayúdame a encontrar mis llaves" o "Por favor, arregla mi coche". La oración no consiste en pedir cosas; se trata de reconocer lo bueno que ha sido Dios y agradecerle su bondad (véase Éxodo 34:7-8).
Versión inglesa estándar
La oración no es un ejercicio repetitivo. Las palabras de Jesús nos dicen que la oración es comunicación con Dios, escuchar a Dios y escuchar la voz de Dios en nuestra propia voz. La oración no consiste en repetir una y otra vez ciertas frases u oraciones, sino que consiste en sintonizar con lo que estamos escuchando de Dios en un momento dado.
Todos somos conscientes de que cuando dos personas se encuentran por primera vez suelen utilizar sólo algunas palabras o frases comunes: Buenos días, ¿Cómo estás?, etc., que podrían considerarse fácilmente como "banales".
Sin embargo, si esas mismas dos personas se vieran con la suficiente frecuencia, esas primeras y sencillas preguntas pronto se llenarían de significado; se convertirían en una expresión de reconocimiento entre amigos y familiares que ya se conocen lo suficiente como para no necesitar largas explicaciones cuando se vuelvan a encontrar después de algún tiempo separados (o incluso sólo una hora).
Esta analogía puede ayudarnos a comprender lo importante que es para nosotros escuchar atentamente cuando alguien habla, ya sean nuestros padres, nuestro cónyuge o nuestro guía espiritual (si lo tenemos). Nos permitirá no sólo escuchar lo que dicen, sino también tratar de entender sus verdaderos sentimientos detrás de esas palabras para poder responder adecuadamente.
Y cuando oréis, no amontonéis frases.
Es importante usar palabras que sean relevantes y verdaderas, especialmente cuando ores. No utilices palabras que no estén en la Biblia o en el diccionario. Cuando reces, no utilices palabras que no estén en el diccionario o que no entiendas.
Para llevar:
La oración no consiste en repetirse una y otra vez. Se trata de ser real con Dios. La oración no consiste en repetir una serie de palabras una y otra vez. Se trata de comunicarse con Dios y ser honesto con Él, para que pueda escuchar realmente lo que dices en lugar de sólo escuchar palabras sin sentido repetidas sin cesar como un tocadiscos o una grabadora rota (¿recuerdas esos?). Necesitas comunicar tu corazón claramente para que Dios pueda entender qué es lo que estás pidiendo y ayudarte a conseguirlo.
Conclusión
En este pasaje, se nos dice que no debemos acumular frases vanas cuando oramos. No debemos pensar que seremos escuchados por nuestro mucho hablar. En otras palabras, la oración no consiste en repetir una y otra vez las mismas palabras o peticiones. Ese es el camino de los gentiles (los paganos). No significa nada a menos que provenga de un corazón sincero, y proceda de una mente profundamente impresionada por el sentido de la excelencia y la grandeza de Dios.
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