Estamos enfrentando a un enemigo que ya está vencido - Reflexiones

Estamos enfrentando a un enemigo que ya está vencido, y que todos sabemos que se llama Satanás. Jesús, el hijo de Dios lo venció en la cruz y lo ha demostrado, y de ello podemos tener la fe, de que es así, sin embargo como todo enemigo, hace sus estrategias y le hace creer al mundo que Jesús no tiene poder, pero ya sabemos que eso es falso.

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Índice de Contenido
  1. Estamos enfrentando a un enemigo que ya está vencido - Reflexiones
  2. Quién te defenderá del enemigo
  3. Jesucristo nos dio autoridad para reprender al enemigo

Estamos enfrentando a un enemigo que ya está vencido - Reflexiones

Como buenos estrategas debemos conocer al nuestro principal enemigo en todos los sentidos, es decir desde el punto de vista espiritual y carnal, pero no solo hace falta conocerle, es necesario tener nuestra arma de defensa cerca de nosotros la cual es Jesucristo, podemos conocerle, pero quien tiene el poder de frenar sus artimañas es el hijo de Dios y debemos tenerlo en nuestro corazón.

Al leer las Sagradas Escrituras, nos damos cuenta de que nuestro principal enemigo que ya está vencido, jamás ha tenido poder por encima de Jesús, y sí, hay que reconocer que es buen estratega, pero jamás mejor que el hijo de Dios, la única intensión de este enemigo es hacer que el hombre pierda su alma y sea condenado para la eternidad en el infierno que nunca se apagara.

Este enemigo no se frena a la hora de hacer pecar a la creación de Dios, a tal punto que lo intento con el hijo de Dios, en Mateo 4:8-9 “Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.” Pero Jesús no le obedeció.

Jesús nos dijo que lo imitáramos y nos enseñó como él, se encontró enfrentando a un enemigo común, en el desierto, en Mateo 4: 10-11 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.” Jesús, mostró su autoridad y poder, como siempre.

Por otro lado, en el cielo todo es orden y cada ser vivo tiene su jerarquía, todos sabemos la que tiene el arcángel Miguel, y cuando el diablo, intento luchar con él, vemos en Judas 1:9: este le dijo: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.”

Lo reprendió en el nombre que esta sobre todo nombre que es el de nuestro Señor Jesucristo, el cual enfrento a un enemigo que ya está vencido, en la cruz del calvario, el hecho de que Jesús haya obedecido al Padre, a tal punto que siendo hijo de Dios, aguantara tantas injusticias, vejaciones, enfrentar a la muerte y resucitar, lo hace vencedor, por ello el diablo no tiene poder sobre él.

Pero nuestro principal enemigo tiene como lema hacernos creer que él, tiene más poder que Jesucristo, y si usted lo deja entrar en su corazón y mente este lo destruirá lo hará sentirse miserable y que Dios, no lo quiere que usted es un pecador sin salvación y ya todos sabemos que Jesús vino a morir en la cruz para perdonar nuestros pecados sean cual sean, no se deje engañar.

Ahora hay algo importante que todos debemos saber, y es que, a medida que la maldad se incremente en el mundo, eso le confiere poder al enemigo, a todas sus huestes, y aunque este ya está vencido por Jesús, el hombre es débil y cae en tentaciones y pecado, y solo Jesús puede ayudarnos a vencerlo, es quien tiene la máxima autoridad para detener a ese enemigo maligno.

Pero hay algo más importante que todo eso, y es que Jesucristo murió en la cruz del calvario y resucito al tercer día de entre los muertos, con el objetivo de perdonar todos sus pecados, y salvar su alma, pero a nuestro principal enemigo y a todas sus huestes no les conviene que el hombre sepa que sus pecados pueden ser perdonados que Jesús vino a darnos vida eterna.

Quién te defenderá del enemigo

Por cada uno de los seres humanos pelea nuestro Señor Jesucristo, él tiene poder, autoridad, él envía a sus ángeles a que nos defiendan, en el Salmo 34:7 dice: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.” Jesús nunca abandona a sus hijos, pero sus hijos deben de estar atentos a la voz del Padre, él nos defiende del enemigo, porque ya lo venció.

Estamos enfrentando a un enemigo que ya está vencido
Estamos enfrentando a un enemigo que ya está vencido

En Daniel 6:22 dice: “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo” como humanos estamos expuestos a las contrariedades que el enemigo planifica para nuestro mal, pero Dios, siempre ha protegido su pueblo, y ese enemigo ya está vencido.

Jesús siempre nos defenderá del enemigo, para ello debemos encomendarnos a él, debemos estar alineados con Dios, Jesucristo vino para librarnos del pecado y salvar nuestras almas, él venció al diablo y a todos sus huestes en la cruz, eso nunca lo debe olvidar, aunque de repente tenga pensamientos de que Jesús no tiene poder, de que usted no vale, deséchelos clame a Cristo, él oirá.

Primeramente nunca olvide que usted es hijo de Dios, y solo debe creerle a él, Jesús vino a perdonar sus pecados, él puede hacer eso porque ha enfrentado a un enemigo en común que estamos más que seguros, que ya está vencido, no se deje engañar el único que puede perdonar pecados, dar la vida eterna si nos arrepentimos se llama Jesucristo, y él, es el camino hacia el Padre.

Jesucristo nos dio autoridad para reprender al enemigo

En hechos 16:18 nos dice que tenemos autoridad echar fuera demonios los cuales son nuestros enemigos, “Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, este se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.” De esa manera nuestro Señor nos ha enseñado a combatir un enemigo ya vencido.

Así como procedió Pablo nosotros también debemos hacerlo y con mucha fe en Jesucristo, es la única manera de vencer al enemigo, en Romanos 8:37 dice: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” Si usted desea librarse del enemigo, Jesucristo es su mejor y única arma, acérquese a él, pídale que lo perdone y que viva en usted.

En conclusión nuestra lucha no es contra carne ni sangre, es contra espíritu, es contra un enemigo que ya fue vencido por Jesús, y que a su vez nos ha dado a autoridad en su nombre para combatirlo y alejarlo de nuestras vidas, el nombre de Jesús, es sobre todo nombre y poder, él es hijo de Dios, el cual vino al mundo cumplió la voluntad del Padre, resucito y nos quiere dar la salvación.

La clave para librarnos de la perdición donde nos quiere llevar el enemigo es, primeramente pedirle a nuestro Señor Jesús, que perdone nuestros pecados, entre a nuestro corazón y vida, que escriba nuestro nombre en el libro de la vida y no lo borre jamás, manténgase en comunión con Dios, haga su voluntad, ore sin cesar, para que Dios le dé esa autoridad para reprender al enemigo.

Dra. Mercedes Sarrameda

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