Enriquecidos En Cristo. Predicación

Nuestro tema de hoy se titula “Enriquecidos en Cristo”. Si un pueblo no se enriquece en Cristo, sino que queda estéril y pobre por la predicación, entonces se ha perdido una oportunidad. Porque el propósito de la predicación del evangelio es enriquecer a los hombres. No es para asombrarlos con palabras rebuscadas, ni para humillarlos con un despliegue de conocimientos.

No es principalmente para llenar sus mentes con información, o excitar sus emociones, o entretenerlos con historias. El gran fin de la predicación del Evangelio es hacer a los hombres ricos; ricos en fe; ricos en esperanza; ricos en amor; ricos en toda gracia que constituye el carácter cristiano; y lo más rico de todo es la experiencia personal de Cristo mismo como Señor y Salvador.

Enriquecidos en Cristo: Dios nos ha bendecido con todas las bendiciones espirituales

Dios es el dador de todas las cosas buenas. De hecho, Dios da a sus hijos toda bendición espiritual y física. La Biblia dice:

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales en Cristo" (Efesios 1:3).

Esto significa que todo lo que necesitamos para vivir una vida que complazca a Dios nos es dado por medio de Jesucristo, tanto en el ámbito temporal como en el eterno.

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Según su divino poder nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad

Ahora bien, ya hemos visto que Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad mediante el conocimiento de aquel que nos llamó a la gloria y a la virtud. Este es un gran regalo de Dios. Tenemos una relación con él, una en la que él es nuestro Padre, nosotros somos sus hijos. Él nos ama y se preocupa por nosotros, incluso cuando cometemos errores. ¿Pero cómo ocurre esto? Mediante el conocimiento de aquel que nos llamó a la gloria y a la virtud:

• Mediante el conocimiento de Dios (Juan 17:3)
• Por el conocimiento de Cristo (1 Juan 2:22)
• Por el conocimiento de Dios Padre (Efesios 3:17)
• Por el conocimiento de Cristo Jesús (Colosenses 1:27)

Se nos han dado promesas sumamente grandes y preciosas

El apóstol Pablo escribe:

"Por lo cual se nos han dado promesas muy grandes y preciosas, para que por ellas seáis partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia."

Así vemos que la predicación es un medio para enriquecer a las personas en Cristo. El uso de esta herramienta puede ayudarnos a escapar de la corrupción que nos rodea en nuestra cultura.

Y además de esto, con toda diligencia, añadid a vuestra fe la virtud, y a la virtud el conocimiento

Fe, virtud y conocimiento. Estas tres virtudes son tan importantes para el cristianismo que Pablo las coloca en la misma frase. "Y además de esto, añadid con toda diligencia a vuestra fe la virtud" (2 Pedro 1:5). Es una cosa excelente si un hombre tiene sólo una de estas virtudes, pero no lo hará aceptable a Dios. Si tiene dos o más de estas virtudes, será como la sal de la tierra (Mateo 5:13).

El apóstol Pablo dice que debemos añadir a nuestra fe la virtud y también el conocimiento. Dice que debemos ser diligentes al hacer esta adición y hacerlo con todas nuestras fuerzas, mente y espíritu, porque la diligencia es necesaria si vamos a tener éxito en lo que Dios quiere que hagamos (1 Tesalonicenses 2:11).

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Y a la ciencia, templanza; y a la templanza, paciencia; y a la paciencia, piedad;

• El conocimiento es el primer paso para la piedad.
• La paciencia es el segundo paso en el crecimiento espiritual.
• La piedad es el tercer paso hacia una relación más estrecha con Dios y con los demás, que conduce a:
• La bondad y la caridad fraternas, o simplemente el amor a todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo, credo o religión

Y a la piedad, la bondad fraterna; y a la bondad fraterna, la caridad.

Este texto ilustra las tres clases de amor -piedad, bondad fraterna y caridad- con el ejemplo de una madre que ama a su hijo. Las dos primeras formas no pueden existir sin la última: la piedad es imposible sin la bondad fraterna; la bondad fraterna es imposible sin la caridad. En otras palabras, es necesario que se den las tres para que podamos alcanzar el verdadero cristianismo.

La piedad comienza con el amor a Dios, nuestro creador. Nuestra fe nos lleva hacia arriba cuando empezamos a amar a Dios más que a nosotros mismos o a cualquier otra cosa en esta tierra. La piedad también nos enseña a amar al prójimo tanto como a nosotros mismos (Mateo 22:37-39).

Estamos hechos a su imagen y semejanza, por lo que debemos practicar lo que hizo Cristo (Juan 13:5). La caridad nos permite comprender mejor quién es Dios y cómo quiere que vivamos esta nueva vida que nos ha dado mediante el sacrificio de Cristo en la cruz 1 Juan 4:16

Porque si estas cosas están en vosotros y abundan, hacen que no seáis estériles ni infructuosos en el conocimiento

En el capítulo anterior, encontramos que Jesús dice que si tienes su palabra en tu corazón, si abunda en ti, entonces él será glorificado. En esta sección de la Escritura, Pablo está tratando el asunto de que estas cosas estén en nosotros y abunden en nosotros. ¿Qué son estas cosas?

• El amor a Dios
• El amor a los demás (incluso a los que son difíciles de amar)
• Fidelidad a Jesucristo

¿Qué importancia tiene enriquecerse en Cristo?

La misión de la predicación no es sólo informar a la gente sobre el cristianismo o hacerles creer que Jesucristo es el único camino al Cielo. También incluye enriquecer la vida de las personas con el conocimiento del amor y la misericordia de Dios, así como ayudarles a acercarse a Dios mediante la oración, el ayuno y otros ejercicios espirituales. Esto les ayudará a no pecar en el futuro. La importancia de purificarse de los pecados pasados:

Los cristianos deben hacer todo lo posible por no pecar, porque esto significa que no se salvarán después de la muerte si siguen cometiendo pecados, y nuestro objetivo debe ser siempre la salvación. (1 Juan 2:28)

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Por tanto, hermanos, procurad más bien asegurar vuestra vocación y elección;

• No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien (Romanos 12:21).
• Por tanto, hermanos, procurad más bien asegurar vuestra vocación y elección; porque si hacéis estas cosas, no caeréis jamás (2 Pedro 1:10).
• Pero el fin de todas las cosas está cerca: sed, pues, sobrios y velad en oración (1 Pedro 4:7).

Conclusión

La misión de la predicación de este tema ("Enriquecidos en Cristo") es adentrar a las personas en el cristianismo. No se trata sólo de dar información, ni tampoco sólo de dar un sermón o una enseñanza. También incluye exhortar (animar) y reprender (denunciar). El objetivo de la predicación debe ser dirigir el corazón de las personas hacia el Señor Jesucristo, el único que puede salvarlas. Espero que este post te haya servido de ayuda, y si tienes alguna sugerencia sobre lo que podría cambiar o añadir por favor házmelo saber. Gracias por leerlo.

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