El Creyente Y El Perdón. Estudio bíblico

Hoy estaremos hablando de un tema muy hermoso al que muchos le huyen: “El creyente y el perdón”. Muchas veces decimos ser cristianos, nos sentamos en una silla a escuchar la palabra de Dios, adoramos al Creador mediante los cánticos de alabanza, pero tenemos nuestro corazón lleno de odio y resentimiento contra nuestro hermano. En este estudio te explicaremos la importancia del perdón para el cristiano y cómo puede influir en su relación con Dios.

El creyente y el perdón: No habrá libertad espiritual sin perdón

Perdonar es dar libertad, un acto de amor y el camino a la libertad. Es una decisión que se toma con todo el corazón, la mente y el alma. Muchas veces nos limitamos a justificarnos o a excusarnos por nuestros errores; cuestionamos nuestras acciones porque no queremos reconocer nuestras carencias ni en nuestro interior, ni en los demás.

Sin embargo, no podemos seguir siendo víctimas de nosotros mismos si queremos ser libres; tenemos que poner límites y respetarlos, perdonar nos ayuda a encontrar los caminos correctos para avanzar hacia adelante sin miedo.

Aquellas personas que no aprenden de sus errores están condenadas a repetirlos constantemente hasta que lleguen al punto en donde ya no puedan más o simplemente las circunstancias terminen por vencerlas y caigan rendidas ante la adversidad como tantas personas desoladas antes que ellas lo hicieron

La ofensa es una carga dolorosa

La ofensa es una carga dolorosa. La ofensa es una carga que nos atormenta, que nos hace sentir culpables y no perdonados. Los pecados de nuestros hermanos son nuestros pecados y su dolor es nuestro dolor. La ofensa genera resentimiento, rencor y odio, querer vengarnos o hacer daño al otro porque le hemos sido infieles en el corazón.

El perdón consiste en borrar la memoria del pasado para no seguir recordando el error cometido por el otro u otros hacia nosotros mismos; para no ser retribuidos con la pareja que se merecemos por haber cometidos un acto de injusticia contra ellos; para así lograr reconciliarse con todos aquellos a los cuales hemos faltado en algún momento de nuestra vida hasta ahora presente sin importar su grado o posición social dentro lo social (familiares, amigos) y religiosas respectivamente.

Perdonar nos hace libres, incluye perdonarte a ti mismo.

Perdonar te hace libre. Perdonar es una decisión, no un sentimiento. Podemos tener todo el amor del mundo en nuestro corazón pero si no perdonamos, nos encadenaremos a nuestras experiencias pasadas y no podremos avanzar con la vida.

Perdonar es un acto de amor. Cuando perdonas estás diciendo: “Te amo tanto que quiero que seas feliz”. Esta es la manera más profunda y espiritual de ver el perdón: como un acto de compasión y misericordia por ti mismo y por aquellos que te lastimaron en el pasado.

Perdonar nos hace libres, incluye perdonarte a ti mismo.

• Perdonar es una decisión que debe tomarse prontamente si se tiene un verdadero corazón cristiano.
• Perdonar es una decisión que nos hace libres, nos libera de todas las cargas emocionales.
• Perdonar nos hace libres a nosotros mismos porque nos quita el peso del resentimiento.
• Perdonar nos hace libres de la carga de la ofensa; perdonando tendremos la libertad deseada en Cristo, y podremos continuar nuestra vida con alegría y sin resentimiento.

Conclusión

Esperamos que este artículo le haya ayudado a reflexionar sobre el perdón y que esté listo para dar un paso adelante en su búsqueda de la paz espiritual. La ofensa es una carga dolorosa, pero encontrar la libertad del perdón no siempre es fácil o inmediato; requiere tiempo, paciencia y compasión por ti mismo. ¡Esperamos que lo recuerdes cuando comiences tu propia aventura de descubrimiento personal! No olvides mencionar tu experiencia con el estudio en los comentarios.

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