Echa Sobre Jehová Tú Carga - Reflexión Bíblica
El versículo bíblico Salmo 55:22 es un buen punto de partida para pensar en cómo gestionar el estrés. Cargarse a uno mismo parece lo único que se puede hacer, pero probablemente no sea el mejor enfoque.
Cuando te encuentras en situaciones de estrés, tratar de sentirte mal por otras personas no es necesariamente productivo para ti. Asegurarte de que te cuidas física y emocionalmente es el primer paso para controlar la ansiedad.
Consejos útiles: Para algunas personas, hablar de sus problemas les ayuda a mantener la calma y a sentirse mejor.
Encontrar formas de relacionarse con personas que pueden tener más dificultades que tú puede ayudarte a seguir adelante cuando las cosas se sienten difíciles.
- Actualización: uno de mis lectores me dijo que este artículo era demasiado largo (el borrador original tenía más de 2.000 palabras). Así que después de reunirme con mi editor, acordamos que dividiríamos cada sección en varias partes (es decir, en lugar de tener 4 secciones en este post con ~500 palabras cada una... podríamos crear 10 posts con ~100 palabras por sección). De esta manera, se divide lo que estamos hablando en trozos más pequeños de contenido para que sean más fáciles de digerir.
- El versículo bíblico Salmo 55:22.
- Tomar las cargas sobre ti mismo.
- Cuando estás en situaciones estresantes.
- Asegurarse de cuidarse física y emocionalmente es el primer paso para controlar la ansiedad.
- Para algunas personas, hablar de sus problemas les ayuda a mantener la calma y a sentirse mejor.
- Ayudar a los demás puede ser una buena distracción.
- Encontrar formas de relacionarse con personas que pueden tener más dificultades que tú.
- Gestionar el estrés significa crear un espacio en tu vida.
- Conclusión:
El versículo bíblico Salmo 55:22.
El Salmo 55:22 es un buen punto de partida para pensar en cómo gestionar el estrés. En este versículo, David expresa la idea de que sus problemas no son causados por Dios, sino que se deben a otras personas que le han hecho daño. Si te encuentras en una situación similar en la que te sientes estresado por algo que está fuera de tu control, consuélate sabiendo que no estás pasando por ello solo y que Dios sigue velando por ti.
En resumen, el Salmo 55:22 nos proporciona una actitud de gratitud y paz cuando nos enfrentamos a la adversidad al recordarnos nuestra relación con Dios, así como la forma en que debemos reaccionar cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles
Tomar las cargas sobre ti mismo.
Si te sientes abrumado, puede ser útil probar algunos de estos consejos:
- Respira profunda y lentamente.
- Habla con alguien de confianza sobre cómo te sientes, o simplemente sal a dar un paseo al aire libre tú solo para poder dejar que tu mente divague sin tener que preocuparte por la reacción o los consejos de otra persona en ese momento: te ayudará a despejar la mente.
- Haz una pausa antes de hacer cualquier otra cosa; escribe lo que tienes en mente; céntrate en una cosa cada vez; no intentes resolverlo todo de una vez, porque si hay demasiadas cosas sin resolver en nuestra vida nos sentiremos impotentes y abrumados por todo lo que hay que arreglar a la vez."
Cuando estás en situaciones estresantes.
No es productivo sentirse mal por otras personas. La mejor manera de ayudarlas es ayudándote a ti mismo primero. Cuando te encuentras en situaciones de estrés, tratar de sentirte mal por otras personas no es necesariamente productivo para ti. En lugar de centrarte en sus problemas, concéntrate en cómo puedes ayudarte a ti mismo y cómo puedes ayudar a los demás sin sentirte mal por ellos.
Asegurarse de cuidarse física y emocionalmente es el primer paso para controlar la ansiedad.
Cuando se trata de controlar la ansiedad, el primer paso es cuidarse física y emocionalmente.
- Asegúrate de dormir lo suficiente. Esto significa acostarse a una hora razonable y levantarse a la misma hora todos los días (incluso los fines de semana). También significa dejar de usar el teléfono o el ordenador al menos una hora antes de acostarse para que el cerebro tenga tiempo de relajarse antes de quedarse dormido.
- Sigue una dieta saludable con mucha fruta y verdura, cereales integrales como la avena o el arroz integral, proteínas magras como el pollo o el pescado, frutos secos/semillas/legumbres/frijoles; limita el consumo de azúcar; evita los alimentos procesados; ¡bebe mucha agua!
- Haga ejercicio con regularidad: intente hacerlo 2 ó 3 veces por semana durante 30 minutos por sesión, si es posible. Caminar cuenta. Cualquier cosa que aumente tu ritmo cardíaco te ayudará a reducir los niveles de estrés en general, incluso hacer las tareas domésticas puede ayudar. Independientemente de la actividad que elijas, asegúrate de que sea algo que te haga sentir bien después, en lugar de sentirte culpable por no haber hecho lo suficiente hoy (porque seamos sinceros: siempre hay más trabajo esperándonos mañana).
Para algunas personas, hablar de sus problemas les ayuda a mantener la calma y a sentirse mejor.
Hablar de los problemas es una de las mejores maneras de mantener la calma. Hablar nos ayuda a procesar nuestros sentimientos y pensamientos, lo que puede ayudarnos a sentirnos mejor.
Una de las cosas más importantes que hay que recordar es que no hay una forma correcta o incorrecta de hablar de los problemas. Puedes hablar en persona, por teléfono o por Internet, lo que mejor te venga.
A algunas personas les resulta útil hablar con alguien de confianza (como un amigo o un familiar) porque les da la perspectiva de otra persona sobre su situación. Esto puede ayudarles a ver las cosas de forma diferente a como las veían antes; por ejemplo, si algo te ha estado molestando durante semanas pero no parecía un gran problema hasta que otra persona lo mencionó como tal.
Hablar con un terapeuta profesional es otra opción si quieres un enfoque más estructurado con alguien que tenga experiencia trabajando con personas que pasan por situaciones similares a la tuya. Un terapeuta también puede guiarte a lo largo de este proceso para que todas esas molestas emociones no se vuelvan abrumadoras.
Ayudar a los demás puede ser una buena distracción.
Ayudar a otros puede ser una buena distracción para no pensar en tu propia vida y puede ayudarte a poner tus problemas en perspectiva. Si te sientes estresado, solo o triste y quieres apartar tu mente de esos sentimientos durante un rato, el voluntariado en un refugio de animales o de personas sin hogar es una buena manera de hacerlo.
También es una buena manera de ayudar a otros que están luchando con las mismas cosas que te mantienen despierto por la noche, y puede darles algo de esperanza también.
Además de salir de nuestras propias cabezas por un rato (y tal vez hacernos sentir menos solos), ayudar a otros a menudo nos da más confianza en nosotros mismos también.
Cuando ayudamos a otra persona a superar sus dificultades, nos hacemos una idea de lo que se siente al ser fuerte y capaz en los momentos difíciles, y ese tipo de fuerza puede inspirarnos cuando nuestros propios problemas parezcan abrumadores más adelante.
Encontrar formas de relacionarse con personas que pueden tener más dificultades que tú.
A medida que avanza, es importante encontrar formas de relacionarse con personas que puedan tener más dificultades que usted. Muchas veces, cuando las cosas nos parecen difíciles, es porque nos sentimos solos y aislados. Sin embargo, conectar con otros puede ayudarte a sentirte menos solo y más capaz de avanzar.
Cuando estamos luchando con nuestros propios desafíos en la vida o como resultado de problemas de salud mental u otras luchas que enfrentamos, a menudo perdemos de vista lo mucho que otros han pasado también, ¡incluso si sus experiencias parecen diferentes a las nuestras! Pero en realidad no son tan diferentes.
Todos somos seres humanos que se enfrentan a problemas similares en la vida; la única diferencia es que algunos de esos problemas son más fáciles para nosotros que para otra persona (o viceversa).
Por eso, encontrar formas de relacionarnos en algún nivel con otras personas que puedan estar pasando por momentos difíciles nos ayudará a darnos cuenta de que, aunque nuestras circunstancias puedan diferir mucho de las suyas, siempre habrá algo reconocible entre nosotros, ¡y a veces incluso algo reconfortante!
Gestionar el estrés significa crear un espacio en tu vida.
El autocuidado consiste en dedicarse tiempo a uno mismo. Esto puede ser cualquier cosa, desde dar un paseo hasta leer un libro, o cualquier otra cosa. El autocuidado consiste en pasar tiempo haciendo cosas que te gustan, ya sea salir con tu pareja o jugar con tus hijos. También es hacer que te sientas mejor después de un día duro en el trabajo, o simplemente descomprimirte después de una discusión con alguien cercano.
Conclusión:
Es posible que no podamos deshacernos de todos los problemas o situaciones que nos causan estrés, pero podemos aprender a gestionar esos sentimientos de forma productiva.
- Mantén las cosas en perspectiva.
- Cuídate física y emocionalmente.
- Busca ayuda de otros si la necesitas.
- Practica el autocuidado haciendo ejercicio con regularidad, comiendo alimentos saludables, durmiendo lo suficiente cada noche y evitando las drogas o el alcohol que puedan afectar negativamente a tu estado de ánimo cuando te sientas estresado.
- Aprecia lo que tienes: un techo sobre tu cabeza; comida en tu mesa; amigos que están dispuestos a escucharte para desahogarte sobre lo que te preocupa; una oportunidad de volver a la escuela para que un día todo este estrés valga la pena. Estos son sólo algunos ejemplos de lo que es maravilloso de estar vivo en este momento, ¡y también nos ayudarán a quitarnos el peso de encima!
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