Las tres perspectivas cristianas sobre la predestinación.

El cristianismo es una religión que ha generado múltiples corrientes teológicas a lo largo de su historia. Entre ellas, se encuentran el Infralapsarianismo, Sublapsarianismo y Supralapsarianismo, que se enfocan en la doctrina de la predestinación. Estas corrientes buscan explicar cómo Dios ha elegido a sus seguidores, y cómo esta elección se relaciona con la Caída del Hombre.

El Infralapsarianismo sostiene que Dios, al crear al hombre, sabía que éste caería en pecado y, por tanto, predestinó a algunos para la salvación. Por su parte, el Sublapsarianismo defiende que Dios predestinó a ciertas personas sin tener en cuenta la caída del hombre. Finalmente, el Supralapsarianismo afirma que Dios determinó la elección de ciertos individuos incluso antes de crear el mundo y permitir la caída del hombre. En este artículo, exploraremos estas corrientes y sus diferencias teológicas en profundidad.

Comprendiendo las diferentes perspectivas del orden divino en la teología cristiana: Infralapsarianismo, Sublapsarianismo y Supralapsarianismo

Infralapsarianismo

El Infralapsarianismo es una perspectiva teológica que sostiene que Dios decreto la elección de aquellos que serían salvados después de la caída del hombre, es decir, después del pecado original. Según esta postura, el orden divino se estableció de la siguiente manera: primero Dios permitió la caída del hombre (lapsus en latín), luego decreto la elección de aquellos que serían salvados (predestinación) y finalmente envió a Jesucristo para redimir a los elegidos.

Esta perspectiva es conocida como "infra" porque considera que la elección divina se ubica por debajo (infralapso) de la caída del hombre. Según esta teología, el pecado del hombre fue un evento contingente que no estaba contemplado en el plan original de Dios. Por lo tanto, la elección divina fue una respuesta a la entrada del mal en el mundo.

Sublapsarianismo

El Sublapsarianismo es una postura teológica que sostiene que Dios decreto la elección de aquellos que serían salvados antes de la caída del hombre. Según esta perspectiva, el orden divino se estableció de la siguiente manera: primero Dios decreto la elección de los salvados (predestinación), luego permitió la caída del hombre y finalmente envió a Jesucristo para redimir a los elegidos.

Esta perspectiva es conocida como "sub" porque considera que la elección divina se ubica por encima (superlapso) de la caída del hombre. Es decir, según esta teología, la caída del hombre y la entrada del mal en el mundo fue permitida por Dios para cumplir su plan de salvación. Por lo tanto, la elección divina se estableció antes de la caída del hombre.

Supralapsarianismo

El Supralapsarianismo es una perspectiva teológica que sostiene que Dios decreto la elección de aquellos que serían salvados y reprobados antes de la creación del mundo. Según esta postura, el orden divino se estableció de la siguiente manera: primero Dios decreto la elección y la reprobación de los seres humanos, luego creo el mundo, permitió la caída del hombre y finalmente envió a Jesucristo para redimir a los elegidos.

Esta perspectiva es conocida como "supra" porque considera que la elección divina se ubica por encima (super) de la creación y la caída del hombre. Es decir, según esta teología, la elección divina se estableció independientemente del pecado y la entrada del mal en el mundo. Por lo tanto, la caída del hombre fue parte del plan divino de salvación.

Comparación entre las tres perspectivas

Las tres perspectivas tienen en común la idea de la predestinación, es decir, la creencia en que Dios ha elegido a algunos seres humanos para la salvación. Sin embargo, difieren en cuanto al momento en que se estableció la elección divina. Mientras que el Infralapsarianismo considera que la elección divina fue una respuesta a la entrada del mal en el mundo, el Sublapsarianismo sostiene que la elección divina se estableció antes de la caída del hombre y el Supralapsarianismo afirma que la elección divina se estableció antes de la creación del mundo.

Otra diferencia importante es la relación entre la elección divina y la caída del hombre. Mientras que el Infralapsarianismo considera que la elección divina fue una respuesta a la entrada del mal en el mundo, el Sublapsarianismo sostiene que la caída del hombre fue permitida por Dios para cumplir su plan de salvación y el Supralapsarianismo afirma que la caída del hombre fue parte del plan divino de salvación.

Conclusión

Como se ha podido observar, las perspectivas teológicas del Infralapsarianismo, Sublapsarianismo y Supralapsarianismo presentan diferentes puntos de vista sobre la predestinación y el orden divino en la teología cristiana. Cada una de estas posturas tiene sus propias conclusiones y consecuencias teológicas en cuanto a la relación entre la elección divina y la caída del hombre. Es importante tener en cuenta que estas perspectivas no son excluyentes y que cada una de ellas puede ser válida en su propio contexto teológico y filosófico.

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¿Qué es el Infralapsarianismo y cuáles son sus principales características dentro del Cristianismo?

El Infralapsarianismo es una corriente teológica dentro del Calvinismo, que argumenta que Dios predestinó a la humanidad a la salvación o la condenación después de la Caída de Adán. Esta corriente se posiciona en un punto intermedio entre el Supralapsarianismo y el Sublapsarianismo.

Características principales del Infralapsarianismo:

• Considera que la elección divina para la salvación se basa en la previsión de la fe en los creyentes.
• Sostiene que Dios no predestinó a la humanidad a la caída, sino que permitió que ocurriera.
• Argumenta que la elección divina se basa en la soberanía de Dios y en su gracia, no en la voluntad humana.
• Cree en la doctrina de la depravación total, es decir, que la naturaleza humana está completamente corrompida por el pecado original.
• Afirma que la expiación de Cristo es limitada, es decir, que solo aquellos que son elegidos por Dios pueden ser salvados.

En resumen, el Infralapsarianismo es una corriente teológica que sostiene que Dios predestinó a la humanidad a la salvación o condenación después de la caída de Adán, pero que la elección divina se basa en la previsión de la fe en los creyentes y en la soberanía y gracia de Dios. Esta corriente también sostiene la doctrina de la depravación total y la expiación limitada de Cristo.

¿Cuál es la diferencia entre el Sublapsarianismo y el Supralapsarianismo en la teología Cristiana?

El Sublapsarianismo y el Supralapsarianismo son dos teorías dentro de la teología cristiana que intentan explicar el orden de los decretos divinos relacionados con la creación, la caída del hombre y la salvación.

El Sublapsarianismo sostiene que el orden de los decretos divinos es el siguiente: primero Dios decidió elegir a ciertas personas para la salvación y reprobó a otras para la condenación. Luego, decidió permitir la caída de Adán y la entrada del pecado en el mundo como parte de su plan de redención. Finalmente, envió a Cristo para salvar a los elegidos.

Por otro lado, el Supralapsarianismo sostiene que el orden de los decretos divinos es diferente: primero Dios decidió crear al mundo y a la humanidad, y luego decidió elegir a algunas personas para la salvación y reprobó a otras para la condenación. Después, permitió la caída del hombre como parte de su plan de redención y, finalmente, envió a Cristo para salvar a los elegidos.

En resumen, la principal diferencia entre ambas teorías es el orden en que se dan los decretos divinos. Mientras que el Sublapsarianismo sostiene que primero se eligió a los salvados y luego se permitió la caída del hombre, el Supralapsarianismo sostiene que primero se creó al hombre y luego se eligió a los salvados.

¿Cómo se originó el debate sobre el Lapsarianismo en la historia del Cristianismo?

El debate sobre el Lapsarianismo se originó en el siglo XVII dentro de la teología reformada. El término "lapsarianismo" se refiere a la discusión teológica sobre la caída del hombre y su relación con la elección divina. Dos posiciones principales surgieron: la infralapsariana y la supralapsariana.

La posición infralapsariana sostiene que Dios primero decidió elegir a ciertas personas para la salvación y luego permitió que la humanidad cayera en el pecado. Según esta perspectiva, la elección divina es posterior a la caída del hombre.

Por otro lado, la posición supralapsariana sostiene que Dios primero decidió elegir a ciertas personas para la salvación y luego decidió permitir la caída del hombre para cumplir su plan de redención. Según esta perspectiva, Dios predestinó tanto la caída como la elección divina antes de la creación del mundo.

Este debate fue especialmente importante en la teología reformada holandesa y tuvo implicaciones en la discusión sobre la expiación limitada y la soberanía de Dios en la salvación. Aunque no hay una postura oficial sobre el Lapsarianismo en el cristianismo, el debate ha sido un tema relevante en la historia del pensamiento teológico en el contexto de la Reforma protestante.

En conclusión, el debate sobre el Lapsarianismo en el cristianismo se originó en el siglo XVII y dio origen a dos posiciones teológicas principales: la infralapsariana y la supralapsariana. Ambas posturas tienen implicaciones en la discusión sobre la elección divina y la caída del hombre.

¿Cuál es la postura de los Reformadores sobre el Lapsarianismo y cómo ha influido en la teología moderna?

La postura de los Reformadores sobre el Lapsarianismo fue variada, pero en general rechazaron la visión infralapsaria y adoptaron una posición supralapsaria en su teología. La visión infralapsaria sostiene que Dios eligió salvar a ciertas personas después de la caída de Adán, mientras que la perspectiva supralapsaria afirma que Dios eligió salvar a ciertas personas antes de la creación del mundo y permitió la caída para glorificarse a sí mismo.

Juan Calvino, uno de los principales Reformadores, defendió la posición supralapsaria en su obra "Institución de la Religión Cristiana". Otros Reformadores como Martin Bucer y Teodoro de Beza también adoptaron esta visión.

La influencia del lapsarianismo en la teología moderna ha sido significativa, especialmente en la teología reformada. Muchos teólogos reformados continúan sosteniendo la perspectiva supralapsaria en la actualidad, mientras que otros han adoptado una visión más moderada o incluso infralapsaria.

En resumen, los Reformadores adoptaron una postura supralapsaria en su teología, la cual ha tenido una influencia significativa en la teología moderna, especialmente en la teología reformada.

¿Cómo se relaciona el Lapsarianismo con la doctrina de la predestinación en el Cristianismo?

El Lapsarianismo es una teoría teológica que intenta explicar el orden de los decretos divinos en relación con la elección y predestinación de los seres humanos. Según esta teoría, Dios habría tomado decisiones previas a la creación del mundo, ordenando los eventos de acuerdo con su voluntad.

En este sentido, el Lapsarianismo se relaciona directamente con la doctrina de la predestinación. Esta enseñanza sostiene que Dios ha elegido a ciertas personas para la salvación eterna y a otras para la condenación, sin que medie ningún mérito o demérito por parte de los seres humanos.

En términos generales, existen tres posiciones lapsarianas: el supralapsarianismo, el infralapsarianismo y el sublapsarianismo. Cada una de ellas presenta diferentes matices sobre el orden de los decretos divinos y su relación con la predestinación.

El supralapsarianismo sostiene que Dios decidió primero quiénes serían salvados y quiénes condenados, antes incluso de crear el mundo. En cambio, el infralapsarianismo afirma que Dios primero permitió la caída del ser humano y luego decidió quiénes serían salvados o condenados. Por último, el sublapsarianismo defiende que Dios primero decidió crear al ser humano, luego permitió la caída y finalmente eligió quiénes serían salvados o condenados.

En resumen, el Lapsarianismo es una teoría teológica que intenta explicar el orden de los decretos divinos en relación con la elección y predestinación de los seres humanos, y se relaciona directamente con la doctrina de la predestinación en el Cristianismo.

¿Cómo pueden los Cristianos aplicar estas teorías Lapsarianas en su vida diaria y práctica religiosa?

Los Cristianos pueden aplicar las teorías Lapsarianas en su vida diaria y práctica religiosa al comprender la naturaleza de la salvación y del pecado. Según la teología Lapsariana, la elección de Dios de salvar a algunos y no a otros se basa en Su soberanía y no en la voluntad humana. Por lo tanto, aquellos que han sido elegidos por Dios para la salvación no tienen mérito propio y deben depender completamente de la gracia de Dios.

En la práctica religiosa, los Cristianos pueden vivir de acuerdo con esta teología al reconocer su dependencia total de Dios y su necesidad de confiar en Él en todo momento. Esto significa que no deben confiar en sus propias obras o esfuerzos para ganar la salvación, sino que deben confiar en la obra completa de Jesucristo en la cruz.

Además, la teología Lapsariana también enfatiza la depravación total del hombre debido al pecado original. Esto significa que todos los seres humanos son inherentemente pecaminosos y no pueden hacer nada para salvarse a sí mismos. Por lo tanto, la humildad y la renuncia a uno mismo son valores importantes en la vida Cristiana.

En cuanto a la evangelización y el ministerio, los Cristianos pueden aplicar esta teología al recordar que la salvación depende completamente de la obra de Dios y no de su propia persuasión o habilidad para convencer a otros. Esto les da una mayor confianza en Dios y les ayuda a confiar en Él para obrar en los corazones de aquellos a quienes buscan alcanzar.

En resumen, la teología Lapsariana puede ayudar a los Cristianos a crecer en humildad, dependencia de Dios y confianza en Su obra de salvación.

Algunas Reflexiones sobre el Infralapsarianismo, Sublapsarianismo y Supralapsarianismo Cristianos

El debate entre el Infralapsarianismo, Sublapsarianismo y Supralapsarianismo es una de las discusiones más antiguas en la teología cristiana. ¿Cómo debemos entender la relación entre la elección divina y la caída humana? ¿Qué papel juega la soberanía de Dios en la salvación? ¿Cuál es el orden lógico de los decretos divinos?

El Infralapsarianismo, también conocido como postlapsarianismo, sostiene que Dios eligió salvar a algunos individuos después de la caída de Adán. En otras palabras, la elección divina se basa en la previsión de la fe y la obediencia de ciertas personas. Este punto de vista se enfoca en la humanidad pecadora y caída, y ve la gracia de Dios como una respuesta amorosa a nuestra necesidad.

El Sublapsarianismo, también llamado infralapsarianismo moderado, dice que Dios eligió salvar a algunos individuos antes de la caída de Adán, pero solo en vista de esta caída. En otras palabras, Dios ve la caída como parte de su plan soberano, y la redención es una respuesta a la caída. Este punto de vista enfatiza la soberanía de Dios y la continuidad entre la creación y la redención.

Por último, el Supralapsarianismo, también conocido como prelapsarianismo, sostiene que Dios eligió salvar a algunos individuos antes de la creación del mundo, incluso antes de que Adán cayera. Dios crea el mundo y permite la caída de Adán para llevar a cabo su plan soberano de salvar a algunos individuos y condenar a otros. Este punto de vista enfatiza la soberanía de Dios y la discontinuidad entre la creación y la redención.

En resumen, estas tres perspectivas tienen diferentes enfoques sobre la relación entre la elección divina y la caída humana. Mientras que el Infralapsarianismo se centra en la necesidad humana y la respuesta amorosa de Dios, el Sublapsarianismo destaca la soberanía de Dios y la continuidad entre la creación y la redención, y el Supralapsarianismo pone el énfasis en la soberanía absoluta de Dios y la discontinuidad entre la creación y la redención.

En conclusión, aunque este debate teológico ha sido objeto de discusión durante siglos, es importante recordar que todos los puntos de vista comparten la misma convicción central: que la salvación es obra de Dios y solo por su gracia. En lugar de dividirnos, debemos enfocarnos en lo que nos une como cristianos: nuestra fe en Jesucristo como Señor y Salvador.

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