De Qué Trata El Salmo 121:2 Significado Y Enseñanza

¡Hola hermanos en Cristo! ¿Cómo están? En esta tarde quiero compartir contigo el Salmo 121 versículo 1 al 2 en la Biblia católica, y si no sabes leer la Biblia católica aquí te explico cómo leerla.

Es un salmo, una composición cantada y muy poética que habla sobre diferentes temas, este es uno de los salmos de confianza. En esta ocasión quiero leerte y explicarte el versículo 2.

El salmo 121:2 en la Biblia católica manda que mi ayuda viene del Señor.

El versículo 1 nos dice que no he de poner mis ojos en hombres. Si bien es cierto, que nuestro Dios nunca se equivoca y siempre escucha nuestras oraciones y nuestros suspiros, también debemos hacer nuestra parte por lograr que las cosas se den.

Es un salmo, una composición cantada y muy poética.

El salmo es una composición canción y poética que habla sobre diferentes temas, este es uno de los salmos de confianza. El salmo 121:2 nos enseña el camino a seguir para la vida cristiana, está dirigido a aquellos que quieren ser fieles a Dios hasta el final. Puede que no sea tan importante como otras cosas porque no suena tan bien o porque no tiene muchas letras pero tiene mucho significado y enseñanza.

En esta ocasión quiero leerte y explicarte el versículo 2.

El segundo verso dice: "Alzaré mis ojos a los montes de donde viene mi ayuda".

Aquí es donde obtenemos la frase "ayúdame a ayudarme a mí mismo". Esto nos muestra que Dios quiere que confiemos en Él, pero no quiere que confiemos en el hombre. Esto es un buen equilibrio porque no se supone que seamos un pueblo que confía en nosotros mismos o en otras personas, sino que confiamos en Dios.

El salmo 121:2 en la Biblia católica manda que mi ayuda viene del Señor.

El salmo 121:2 en la Biblia católica manda que mi ayuda viene del Señor. Para el cristiano, la palabra “ayuda” significa un favor o favoritismo que Dios le da a su pueblo para aliviar sus necesidades inmediatas.

El salmo 121:2 expresa claramente que cuando nosotros tenemos problemas y dificultades en nuestra vida, somos entonces llamados por el Creador a buscar Su mano amiga para solucionar el problema. En tiempos bíblicos, los judíos utilizaban este pasaje como oración personal diaria cuando estaban en peligro o sufriéndose de alguna forma (por ejemplo, un ataque de los árabes).

Para nosotros los cristianos hoy día es importante estudiar este texto bíblico para nosotros mismos y nuestras familias con la finalidad de fortalecer la fe dentro de nuestro hogar!

El versículo 1 nos dice que no he de poner mis ojos en hombres.

No hay nada malo con mirar a un hombre, siempre y cuando tu corazón esté fijado en Dios. Sin embargo, si lo que estás viendo es la persona en sí misma, entonces debes tener cuidado. A veces no es tan obvio cómo nuestros ojos caen sobre los demás:

• Estás tratando de juzgarle a alguien
• Estás admirando su belleza y su gracia naturales (tal vez incluso le sonríes)
• Te preguntas qué tipo de persona será este/esta y qué tipo de vida lleva (en este punto, tendría sentido preguntarte a ti mismo si te importa realmente)

Dios nunca se equivoca y siempre escucha nuestras oraciones.

Si bien es cierto, que nuestro Dios nunca se equivoca y siempre escucha nuestras oraciones y nuestros suspiros, también debemos hacer nuestra parte por lograr que las cosas se den.

El salmo 121:2 nos enseña: “El aire de los míseros lleva su aliento al Señor; Él oye sus voces y les protege”.

Cuando leemos esto debemos entender que el Señor no nos va a abandonar ni nos va a dejar sin ayuda, ni tampoco quiere decir que Él no hace nada por nosotros. Lo que quiere decir es: “¡Ve! ¿Qué te falta? ¿Te he hablado? ¿No me has oído? Ve entonces” (Prov 1:24).

¿Qué significa que mi ayuda viene del Señor?

“Mi ayuda viene del Señor” significa que la ayuda proviene de un lugar seguro. En otras palabras, cuando estás en problemas y tienes que resolver algo, no te vayas a sentir solo; piensa en Jesús como tu refugio.

El refugio es donde te sientes protegido de las amenazas externas. Si tienes una casa o apartamento y hay alguien que ha entrado a robar o asaltar, tu refugio es el lugar seguro donde no pueden entrar los malos hombres. El mismo concepto es aplicable cuando hablamos de nuestro corazón: Jesucristo es nuestro verdadero Refugio (Salmos 91:3).

Conclusión

Mi ayuda viene del Señor, el creador del cielo y de la tierra, por lo tanto debemos pedirle todo a Él. Debemos aprender a orar y tener fe en que nuestras peticiones serán atendidas siempre y cuando estén alineadas con su voluntad para nosotros. Lo más importante es no perder la esperanza en los momentos de prueba y también seguir haciendo lo mejor que podamos para poner en práctica las cosas que Él nos ordena.

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