Ante Dios Todos Somos Iguales - Versículos Bíblicos

En la Biblia, encontramos muchas referencias sobre que ante Dios todos somos iguales. Dios hizo el mundo y a toda la humanidad de forma que ninguna persona sea inferior o superior a otra. Aun así, muchas veces no lo creemos de verdad y nos comportamos como si fuéramos superiores a los demás. Para recuperar nuestra fe en que somos realmente iguales ante Dios, tenemos está espléndida lista con las mejores citas bíblicas que nos dicen precisamente eso: Ante Dios Todos Somos Iguales

Índice de Contenido
  1. Romanos 10:12
  2. Gálatas 3:28
  3. Deuteronomio 10:17
  4. Santiago 2:9
  5. Colosenses 3:11
  6. Levítico 19:15
  7. Juan 13:34
  8. Mateo 22:39
  9. Lucas 10:27-37
  10. Mateo 7:12
  11. Isaías 1: 17-18
  12. Ante Dios debemos ser iguales pues Él nos creó a todos sin ver distinción de raza o estratos sociales.
  13. Conclusión

Romanos 10:12

Romanos 10:12 dice: "Y no tengáis confianza en la carne".

La Biblia nos dice que todos somos iguales a los ojos de Dios y que nadie es mejor que nadie. No debemos dejar que nuestro orgullo se involucre aquí en la Tierra porque puede ser peligroso para nosotros pensar que somos mejores que otras personas sólo por lo que tenemos o por el trabajo que hacemos.

Gálatas 3:28

Ahora, para ser honestos, hay muchos otros versículos que hablan de la igualdad en Cristo.

Por ejemplo, Gálatas 3:28 dice: "Ya no hay judío ni gentil, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer; porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús."

En nuestra sociedad moderna, el concepto de igualdad se ha vuelto muy importante. Sabemos que no podemos decir que una persona es más grande que otra porque tenga más dinero o un mejor trabajo o una mayor educación. De hecho, estas cosas importan muy poco cuando se trata de ser bendecido por Dios (Santiago 2:5). Lo que sí importa es nuestra relación con él a través de la fe en Jesucristo.

Deuteronomio 10:17

“El Señor, tu Dios, te bendecirá en todo lo que hagas y te guardará de todo mal.” Deuteronomio 10:17

La palabra "bendecirás" significa "bendecir", y Dios promete bendecir a todos los que siguen sus mandatos. Dice que seremos bendecidos con una larga vida y abundante comida si le obedecemos (Deuteronomio 28). Eso suena muy bien. Pero, ¿cómo puedes saber si tus acciones agradan al Señor?

Santiago 2:9

9 ¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro? Para su propio amo, los siervos están de pie o caen. Y estarán de pie, porque el Señor es capaz de hacerlos estar de pie.

10 Una persona considera un día más sagrado que otro; otra considera todos los días iguales. Cada uno de nosotros debe estar plenamente convencido en su propia mente.

Colosenses 3:11

Colosenses 3:11 (NVI) "Así pues, como Cristo ha resucitado entre los muertos, así vivirá también ustedes con Él en su poder a partir de ahora.”

Esta es una promesa que nos dice que tanto la raza como el sexo o la nacionalidad no son obstáculos para nuestra pertenencia al cuerpo del Señor ni para nuestra relación con Él y con los demás creyentes. Nuestro Padre Celestial es un Dios de amor e igualdad, y quiere que todos tengan acceso a Su plan de salvación!

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Levítico 19:15

En el versículo 15 del Levítico 19, encontramos un dicho que probablemente sea familiar para todos: "No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti". Esto se conoce como la Regla de Oro, y es uno de los principios morales más utilizados en nuestro mundo actual. Se encuentra en muchas religiones y culturas diferentes a lo largo de la historia, pero también se encuentra en la Biblia.

De hecho, hay bastantes versículos que nos enseñan que debemos tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros. Si alguien te robara algo o hiriera tus sentimientos o causara algún otro daño, ¿no tendría sentido que si otra persona hiciera esas cosas mereciera un castigo? Por supuesto. Estos versículos nos ayudan a entender cómo ve Dios a nuestros semejantes, que están hechos a su imagen (Génesis 1:27).

Juan 13:34

En Juan 13:34, Jesús dijo "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros".

En este versículo, Jesús estaba dejando claro que todos somos iguales ante Dios porque todos somos hechos a su imagen y pecadores que necesitan ser salvados por su gracia. No importa si eres rico o pobre; blanco o negro; inteligente o tonto; hombre o mujer: todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23).

Mateo 22:39

Mateo 22:39 "Pero el reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo; el cual un hombre halló y lo escondió: y por su gozo vendió todo lo que tenía, y compró aquel campo." (NVI)

Ante DIOS todos somos iguales. Jamás espera que alguien te trate de igual a ti o te respete más de lo que él te respeta. Él no juzga, ni condena, ni castiga. No existe nada peor para el hombre que juzgar a sus semejantes así como Dios no juzga en nada a sus hijos.

Lucas 10:27-37

  • "27 "Jesús les dijo: 'El que quiera ser el primero entre vosotros, que sea como el último de todos y el servidor de todos.
  • 28 Porque el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.
  • 29 Así como está escrito: "No es él según mi voluntad; antes es según la voluntad del que me envió."
  • 30 Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.'
  • 31 El siervo no es mayor que su dueño ni el embajador más grande que su rey.
  • 32 Quien recibe a un ministro como al mismo Salvador, recibe a Jesucristo;
  • 33 Quien recibe a un ministro como al Salvador, recibe a Cristo;
  • 34 Y quien le escucha comunicando fe en Dios Padre al fin vendrá a ser una criatura similar a Dios.
  • 35 Éste es Dios: No hay más! Ésta es la verdad!
  • 36 ¿Qué debemos pensar? Que cualquier otra persona o cosa existente aparte de Él no puede ayudarnos".
  • 37 Juan respondió: 'Ya tengo bastante de lo que has dicho'.
  • 38 Jesús le replicó: (Juan 8)
  • 39 'Yo soy la luz del mundo; quien me sigue no andará en tinieblas nunca más.'
  • 40 Después de decir estas palabras salió de allí y encontró a muchos judíos
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Mateo 7:12

"No juzgues, o tú también serás juzgado. No condenéis, o también vosotros seréis condenados. Perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará... Pero si no perdonáis a los demás sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará las vuestras".

Este es un imperativo del propio Jesucristo. Como cristianos estamos llamados a seguir este mandamiento para vivir una vida mejor aquí en la tierra así como en nuestra vida después de la muerte con Dios.

Isaías 1: 17-18

El libro de Isaías dice: "Todos se han desviado; juntos se han corrompido; no hay nadie que haga el bien, ni siquiera uno". (Isaías 53:6).

Pero más adelante en el Libro de Isaías, Dios dice lo siguiente "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos", declara el Señor.

"Como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". (Isaías 55:8-9).

Estas dos afirmaciones son contradictorias, a menos que entendamos que ambas hablan de realidades diferentes en momentos distintos. En este caso, es importante saber que Dios nos creó a todos iguales, pero no espera que actuemos siempre como tales. Dios nos hizo a todos de la misma materia - la tierra - pero espera que cada uno de nosotros utilice sus dones y talentos de manera diferente, según nuestras personalidades y situaciones únicas.

No quiere que todo el mundo haga todo exactamente igual porque entonces las cosas se aburrirían muy rápido. Este hecho debería animarnos porque significa que no tienes que ser perfecto para que Dios te acepte o te ame incondicionalmente; ¡ya lo ha hecho!

Ante Dios debemos ser iguales pues Él nos creó a todos sin ver distinción de raza o estratos sociales.

Como cristianos, se nos recuerda que debemos amar y tratar a los demás como queremos que nos traten. No hay lugar para la discriminación. No importa si eres rico o pobre, blanco o negro, asiático o hispano: Dios nos creó a todos por igual. La Biblia nos dice que todos tienen valor a sus ojos.

La Biblia también nos dice que debemos servir al Señor con la misma pasión, ya sea un agricultor o un hombre de negocios; un médico o un conserje; un presidente o un indigente. Cuanto más le sirvas, más bendecirá tu vida con paz y satisfacción.

Conclusión

Por último, recuerda que todos somos iguales a los ojos de Dios sin importar nuestro género, raza o estatus social, así que por qué debería ser diferente para ti. Esperamos que estas citas de las escrituras te hayan servido para recordar lo importantes que pueden ser los modelos de conducta y, si hay alguien por ahí que les inspire, ¡no olvides hacérselo saber con una o dos citas inspiradoras sobre la igualdad hoy mismo!

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