Análisis Bíblico De Eclesiastés 5:10
El dinero no puede comprar la felicidad. Es un viejo adagio que lleva tanto tiempo vigente que es prácticamente un tópico. Pero mucha gente sigue sin creerlo. Piensan que si tuvieran más dinero, todo lo demás encajaría.
Al fin y al cabo, ¿no se supone que el dinero aporta comodidad y seguridad? Todos hemos visto los anuncios en los que se muestra a las familias felices y a gusto con el mundo gracias a su situación económica (aunque esos mismos anuncios suelen mostrar a personas que no pueden permitirse esas cosas).
Aunque esto puede ser cierto para algunas personas, hay otra cara de la moneda: ¡tener demasiado dinero puede hacer la vida más difícil en algunos aspectos que tener menos dinero la hace más fácil! Me explico...
El dinero no satisface
El dinero no satisface. Lo aprendemos del Eclesiastés 5:10, que dice: "Quien ama el dinero nunca tiene suficiente; quien ama la riqueza nunca está satisfecho con sus ingresos".
Este versículo es una enseñanza sobre la inutilidad de perseguir el dinero. Con él, Salomón nos enseña que, por mucho que tengamos, nunca será suficiente. Siempre podemos querer más porque no hay manera de satisfacer completamente nuestros deseos de posesiones y riquezas (1 Tim 6:7).
No dejes a Dios fuera de la ecuación
Eclesiastés 5:10 dice: "Si eres sabio, serás sabio por ti mismo; si te burlas, tú solo lo soportarás".
¿Qué significa esto? ¿Cómo podemos ponerlo en práctica?
El autor del Eclesiastés está diciendo que si queremos estar satisfechos en la vida -si queremos tener sentido y propósito en la vida- todo comienza por tener una relación con Dios. Quiere que le conozcamos personalmente para que pueda satisfacer nuestras necesidades más profundas como seres humanos. Sólo Dios puede darnos la verdadera felicidad y alegría.
La riqueza no garantiza la felicidad
La riqueza no garantiza la felicidad, la salud, la seguridad, la sabiduría o la paz. La Biblia enseña que la riqueza no siempre es una bendición. De hecho, puede ser una maldición si te lleva a olvidar a Dios y a adorar el dinero en lugar de adorarlo a Él. Cuando esto sucede, pueden hacer que vivas con miedo en lugar de con fe.
Si usted tiene suficiente comida y ropa, entonces no hay necesidad de preocuparse -- ¡¿entonces por qué nos preocupamos?!
La vida es incierta
La vida es incierta. No hay garantías de que ninguno de nosotros viva para ver el mañana, y sin embargo seguimos con nuestras vidas como si pudieran prolongarse indefinidamente. Sin embargo, la Biblia nos dice que "el número de tus días es de ciento veinte años". (Salmo 90:10)
- La vida es corta. Nada en este mundo puede compararse con el valor o la valía de la vida humana; sin embargo, nuestro tiempo aquí en la tierra es fugaz comparado con la eternidad con Dios en el cielo. Nuestra existencia terrenal no debe considerarse un fin en sí misma; más bien, debe servir como medio para alcanzar el gozo eterno con Dios después de la muerte, e incluso durante la propia vida (Romanos 8:18).
- La vida es frágil. El salmista dijo que "no sólo de pan vive el hombre", pero sí vivimos de la comida para sobrevivir. Y para la mayoría de la gente esto significa comer tres comidas al día más los bocadillos entre las comidas - ¡y a veces incluso cuando estás lleno! Comer alimentos sanos satisfará tus necesidades físicas a la vez que nutrirá tu alma; pero comer en exceso puede conducir a la obesidad, que tiene graves consecuencias tanto físicas como espirituales (Proverbios 23:1).
Para llevar:
La conclusión es que cuando tienes lo suficiente para estar cómodo y puedes permitirte ser generoso, todavía no es suficiente. El dinero no te llena, ni garantiza la felicidad o la satisfacción.
No llena el vacío de tu alma ni satisface tus necesidades más profundas; de hecho, a menudo puede empeorar las cosas al fomentar el egoísmo y la codicia.
Pero hay una cosa que nunca nos satisfará: el dinero. "Nadie puede servir a dos señores", nos dice Jesús en Mateo 6: 24 (NVI). Si intentamos satisfacer nuestros deseos con las cosas del mundo en lugar de con Dios, siempre nos quedaremos con ganas de más, y siempre nos encontraremos vacíos porque las cosas materiales no pueden satisfacer nuestras necesidades espirituales. La única manera de salir de esta trampa es a través de una relación con Dios mismo.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Análisis Bíblico De Eclesiastés 5:10 puedes visitar la categoría Estudios Bíblicos.
Deja una respuesta
¡Más Contenido!