Acerquémonos Al Trono De La Gracia – Versículos Bíblicos

Uno de los versículos más conocidos de la Biblia, Hebreos 4:16, dice: "Así que acerquémonos al trono de la gracia con toda confianza, para que podamos recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." Este verso en particular es una invitación a acercarnos al trono de la gracia. Pero ¿qué significa eso? ¿Quién siente que puede acercarse cerca del trono de Dios, y por qué? A lo largo del Antiguo Testamento, muchas personas se acercaron al trono mismo.

Por ejemplo, vemos a David aproximándose al trono (1 Crónicas 29:23) y Moisés haciendo lo mismo (Éxodo 33:9). En el Nuevo Testamento aprendemos más sobre este tema divino del trono. Por ejemplo, los seguidores del Señor Jesucristo tienen acceso al Padre por medio de Cristo (Juan 14:6).

Índice de Contenido
  1. Acercándose al trono de la gracia
  2. Acercándose a Dios
  3. Acercándose al trono de la bondad
  4. Acercándose al trono del favor
  5. Acercándose a Dios con confianza
  6. Las Escrituras nos invitan a acercarnos al trono.
  7. Conclusión

Acercándose al trono de la gracia

Esta es una de las cosas más difíciles que enfrentemos en la vida. En Hechos 4:31-32, Pablo dice: "Después de esto, abrió el Señor sus ojos al espíritu y le mostró un camino por el cual subir al monte llamado de los Olivos."

El versículo 31 tiene muchas interpretaciones posibles; podemos considerarlo como un pasaje sobre la oración. Es interesante notar que Pablo estaba con los apóstoles en aquel momento y no les había dicho nada acerca del espíritu santo; sin embargo, ellos sabían que él tenía el don del Espíritu Santo (Hechos 6:3).

Pablo permaneció en la presencia del Señor durante tres años antes de escribir su primer libro (la Epistola a los Romanos). Es evidente que Pablo tuvo acceso a todo lo que deseaba durante ese período. Su afirmación en 1 Juan 5:14 muestra claramente cuán profundo fue este conocimiento y su dependencia sobre Dios para obtenerlo mediante el Espíritu Santo.

Acercándose a Dios

Dios está cerca. Dios está dispuesto a ayudarnos. Dios está dispuesto a escucharnos. Y, lo más importante, Dios está dispuesto a responder nuestras preguntas.

Desde los orígenes de la humanidad ha sido el propósito de Dios revelar su identidad al hombre hasta que llegamos a conocerlo bien y poder vivir en plenitud con Él por medio de Jesucristo (1 Juan 5:20).

Las palabras del Señor son como un torrente que brota del Monte Sión (Salmo 46:4) y cuando las escuchamos nos llenan con una sensación de serenidad y tranquilidad interior que no siempre encontramos en el mundo materialista de hoy día.

Acercándose al trono de la bondad

Acerquémonos al trono de la bondad de Dios. Acercándose al trono de la gracia, tenemos que acercarnos a la gracia de Dios. La gracia es una palabra hebrea que significa “favor” o “gratitud”. Es más que una bendición porque es un verdadero don de Dios. La Biblia dice que Jesús vino para darnos su gracia:

“Porque cuando éramos sin poder y desesperados, Cristo murió en nuestra favor y se volvió a levantar para nosotros como justificación del mundo” (Romanos 5:8).

La bondad infinita de Dios no tiene límites ni fin; ella nunca se agota ni se acaba jamás. El Señor prometió establecer su casa como morada permanente para Israel y les dijo: “Y yo estableceré mi habitación en ellas para siempre...y también me sentaré sobre el trono del tabernáculo del testimonio; porque nunca perezcan hasta los fines del mundo” (Miqueas 7:15-17).

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Acercándose al trono del favor

El favor de Dios es un regalo. No se puede ganar, pagar o comprar. Ninguna cantidad de buenas obras o esfuerzo humano puede ganar el favor de Dios.

Si alguna vez has sentido que tu corazón no estaba lo suficientemente limpio para que Dios te bendijera, es por el pecado que nos aferra a todos. Todos estamos destituidos de su gloria (Romanos 3:23), pero cuando aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador (Romanos 10:9-10), Él nos hace justos con Él para que no haya más condenación (Romanos 8:1).

Cuando conocemos a Cristo y le pedimos que entre en nuestras vidas, Él nos da su justicia, lo que significa que todos nuestros pecados son lavados y olvidados. ¡Eso es lo mucho que Dios te ama!

Acercándose a Dios con confianza

  • Confianza en Dios
  • Confianza en la palabra de Dios
  • Providencia de Dios
  • Salvación
  • Victoria

Las Escrituras nos invitan a acercarnos al trono.

Las Escrituras nos invitan a acercarnos al trono de la gracia de Dios para encontrar misericordia y gracia en momentos de necesidad. La Biblia dice que la gracia es un don de Dios, que no se merecemos ni podemos comprar con nada. El libro de Efesios menciona que la gracia nos ayuda a crecer en Cristo y hacer cosas grandes por Dios.

En el libro del Salmo 18, David reconoce su pecado y confiesa su impotencia ante él: “¡Señor! ¿Cómo puede el hombre vivir siquiera un solo día?” David describe su situación como desastrosa; sin embargo, él sigue hablando del Señor como “mi roca” (Salmo 18:2). Esto significa que David no tenía ninguna clase de confianza en sí mismo para superar las dificultades; sin embargo, tuvo fe en el Salvador (Salmo 18:2).

Conclusión

Al orar a Dios, podemos acercarnos al trono de la gracia confiadamente para recibir misericordia y ayuda en momentos de necesidad.

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