Predicas Cristianas Para Niños
La predicación es una parte muy importante de la fe cristiana, y a menudo se dirige a los adultos. Pero también hay muchos sermones dirigidos a los niños, que pueden ser tan eficaces como los dirigidos a los adultos. La clave está en saber predicar de forma atractiva para que los jóvenes puedan entender lo que se dice.
Una cosa que he aprendido sobre la predicación de mensajes cristianos para niños es que es mejor que no sean largos ni complicados. Los niños perderán el interés rápidamente si no entienden de qué estás hablando y qué significa tu mensaje para ellos personalmente.
- La predicación se dirige generalmente a los niños y el mensaje debe ser sencillo.
- Predica con un estilo conversacional, no como un profesor que da lecciones a sus alumnos.
- Asegúrate de tener una historia emocionante y una buena lección que contar.
- Intenta utilizar muchas analogías y ejemplos que sean fáciles de entender para los niños.
- Utilice elementos de apoyo para ayudar a explicar su mensaje, como dibujos, objetos o imágenes de objetos.
- Anime a los niños a hacer preguntas sobre lo que está explicando.
- Cuando introduzcas la idea de Dios, habla de lo que hace por nosotros, como por ejemplo "cuidarnos".
- Con los niños mayores, puedes utilizar historias de la Biblia para ilustrar los puntos del sermón.
- Puedes predicar a los niños mensajes cristianos que les gusten y que mejoren su comprensión del cristianismo.
- Conclusión
La predicación se dirige generalmente a los niños y el mensaje debe ser sencillo.
El mensaje debe ser sencillo, debe estar en un lenguaje que los niños puedan entender. La predicación se dirige generalmente a los niños y el mensaje debe ser sencillo. Tampoco debe tener demasiadas palabras o frases difíciles, sino expresiones cortas y fáciles para que sean más fáciles de entender por los jóvenes.
Además, el predicador no debe utilizar palabras vulgares al predicar, porque esto puede hacer que pierdan el interés o se queden dormidos.
Predica con un estilo conversacional, no como un profesor que da lecciones a sus alumnos.
Es importante predicar con un estilo conversacional, no como un profesor que da lecciones a sus alumnos. Hable a los niños como si fueran adultos. Sea personal y utilice el humor cuando sea apropiado.
No tenga miedo de utilizar analogías e historias, pero asegúrese de que el contenido es apropiado para su audiencia. Una historia sobre cómo te salvaste puede no ser la mejor opción para un niño pequeño, pero una historia sobre cómo conociste a sus padres estaría bien.
Tampoco tengas miedo del atrezzo. Puedes encontrar todo tipo de cosas en Internet o en tiendas que te ayudarán a exponer tu punto de vista con mayor claridad o a que los niños recuerden lo que han oído una vez que hayan vuelto a casa o estén solos sin tener ninguna pista visual disponible (los iPhones no cuentan).
Asegúrate de tener una historia emocionante y una buena lección que contar.
En la sección anterior, hablamos de la importancia de tener una historia emocionante y una buena lección en su predicación. Ahora vamos a hablar de lo que constituye una buena historia y una buena lección.
Una buena historia será entretenida e interesante para su audiencia. Puede estar basada en algo de la Biblia o puede ser inventada desde cero; lo que más importa es que tenga sentido dentro de su contexto, tenga personajes claros y transmita el mensaje que usted quiere que sus oyentes aprendan de ella. Una mala historia no hace bien ninguna de estas cosas; en lugar de ser agradable o interesante, ¡es aburrida o confusa para los que la escuchan!
Una buena lección enseñará a los niños algo que no sabían antes de escuchar tu mensaje; puede ser cualquier cosa, desde "Jesús nos salva" (el evangelio) hasta hechos básicos como "tu nombre significa 'flor'". Las malas lecciones no enseñan nada nuevo; ¡incluso pueden decir a los niños cosas que ya saben! Por ejemplo: si María dijera que aún no está segura de sí Jesús es Dios, pero que probablemente lo averiguará leyendo más libros hoy (y luego volviera a casa), entonces su mamá podría preguntarle si aprendió algo genial hoy... y María podría responder con un "En realidad, no".
Intenta utilizar muchas analogías y ejemplos que sean fáciles de entender para los niños.
Intenta utilizar muchas analogías y ejemplos que sean fáciles de entender para los niños. Un ejemplo podría ser: "Si comes demasiada comida basura y bebes demasiados refrescos, tus huesos no estarán fuertes ni sanos". O otro ejemplo podría ser: "Si alguien te insulta o se burla de ti por tu ropa o tu peinado, entonces está siendo malo".
Utilice elementos de apoyo para ayudar a explicar su mensaje, como dibujos, objetos o imágenes de objetos.
- Utilizar elementos de apoyo para ilustrar el mensaje.
- Utilizar imágenes u objetos que sean fáciles de entender.
- Utilizar imágenes que ayuden a explicar el mensaje.
- Utilizar objetos que ayuden a explicar el mensaje.
Anime a los niños a hacer preguntas sobre lo que está explicando.
- Haz preguntas que sean relevantes para el tema.
- Haz preguntas abiertas. No se limite a preguntar sí o no, sino que haga preguntas que fomenten el debate y la interacción:
- "¿Cómo te sentiste cuando (lo que pasó)?"
- "¿Qué piensas de ello?"
- Haz preguntas que animen a los niños a reflexionar sobre el tema, por ejemplo, preguntándoles qué pensaron sobre algo mientras sucedía:
- "¿Crees que ha sido justo? ¿Cuál crees que sería una forma alternativa de hacer las cosas?"
- Haz preguntas que animen a los niños a pensar en sus propias vidas - por ejemplo, preguntándoles cómo podrían haber respondido si una situación similar hubiera ocurrido en su propia vida:
- "¿Alguna vez se han burlado de ti por algo que has hecho?". Si es así, ¿cómo te hizo sentir? Si no, ¿por qué la gente se burla a veces de otras personas?"
- Haz preguntas que animen a los niños a pensar en sus propias vidas, por ejemplo, preguntándoles cómo habrían respondido si les hubiera ocurrido una situación similar en su propia vida:
Cuando introduzcas la idea de Dios, habla de lo que hace por nosotros, como por ejemplo "cuidarnos".
- Cuando introduzcas la idea de Dios, habla de lo que hace por nosotros, como "cuidar de nosotros" o "satisfacer nuestras necesidades".
- También puedes introducir el concepto de pecado y cómo Dios quiere que lo evitemos siendo buenas personas que siguen sus mandatos.
- Podrías considerar el uso de una historia bíblica como el Arca de Noé o Daniel en la Guarida del León si estás introduciendo estos conceptos con niños que han alcanzado una edad en la que pueden entenderlos mejor.
Con los niños mayores, puedes utilizar historias de la Biblia para ilustrar los puntos del sermón.
En un tono amable: Con los niños mayores, puedes utilizar historias bíblicas para ilustrar los puntos del sermón.
Las historias bíblicas son excelentes para ilustrar los puntos del sermón. Son fáciles de relacionar, de recordar y de entender. Las historias bíblicas ayudarán a su hijo a desarrollar una mejor comprensión de la Palabra de Dios, así como de su aplicación en el mundo actual.
Puedes predicar a los niños mensajes cristianos que les gusten y que mejoren su comprensión del cristianismo.
Si ha estado predicando durante un tiempo y quiere utilizar algunas ideas nuevas, este artículo debería ser útil. Si está pensando en convertirse en predicador, le dará algunas ideas sobre cómo empezar. Puede predicar a los niños mensajes cristianos que les gusten y que mejoren su comprensión del cristianismo.
Conclusión
Por último, recuerde que la predicación cristiana puede ser divertida para los niños. No tiene que preocuparse por aburrirlos, ¡les va a encantar! Recuerde que su mensaje debe ser sencillo y claro, usar muchos ejemplos y no tener miedo de usar accesorios.
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